Salvaci¨®n por v¨ªa de urgencia

La venta del Banco Popular al Banco Santander por un euro y el compromiso de la entidad compradora de ampliar capital por un importe de 7.000 millones es, si no la mejor de las soluciones posibles para evitar el colapso del banco, s¨ª la m¨¢s razonable de las que se pod¨ªan tomar dadas las penosas circunstancias por las que estaba atravesando la entidad. Era necesario actuar con celeridad extrema, porque as¨ª lo aconsejaba el riesgo de falta de liquidez del Popular; hab¨ªa que encontrar una soluci¨®n que excluyera la obligaci¨®n de aportar dinero p¨²blico; y, por a?adidura, era obligado sortear la resistencia de varias entidades a aceptar el problema del Popular. En l¨ªneas generales, los objetivos se han cumplido con holgura.

Viene a cuento recordar que esta operaci¨®n es la primera que realiza el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n europeo (SRB) y que, una vez que ha dispuesto de la informaci¨®n detallada sobre la situaci¨®n del Popular, la ha ejecutado con rapidez y contundencia. Y es pertinente porque se trata de una instituci¨®n europea, con lo cual cabe descartar razonablemente la parcialidad o la connivencia de intereses. Nadie podr¨¢ dudar de entrada de que el Santander fue la oferta mejor. La banca europea deber¨ªa tomar nota del precedente. Para el Santander es una operaci¨®n prometedora. No solo porque con la compra se convierte en la primera entidad espa?ola, con gran diferencia, sino porque el Popular, depurado de los activos inmobiliarios dudosos y tras la ampliaci¨®n de capital ¡ªque no pudo conseguir en solitario¡ª se convertir¨¢ en una fuente de negocio muy rentable.

Ahora bien, quedan detalles importantes por explicar que tienen que ser aclarados con mayor profundidad. El primero, la ausencia de un concurso p¨²blico, justificado seguramente por el deterioro profundo de la entidad. El segundo, m¨¢s importante, la gesti¨®n del banco durante los ¨²ltimos meses. Tampoco se entiende el rodeo que dio el rescate bancario espa?ol en torno al Popular, sin mancharlo ni tocarlo; si se le hubiese aplicado tambi¨¦n quiz¨¢ no se hubiese tenido un banco espa?ol tendido en la lona durante semanas, con una hemorragia continua de valor en Bolsa.

Hay que recordar, adem¨¢s, que la compra del Popular tendr¨¢ secuelas inevitables. Poner el valor del banco a cero implica aceptar que habr¨¢ probablemente muchos litigios.