As¨ª muri¨® el partido socialista franc¨¦s
Una autodestrucci¨®n madurada durante los ¨²ltimos cinco a?os
Lo que acaba de ocurrir en Francia con la casi desaparici¨®n del partido socialista debe llamar la atenci¨®n de toda la izquierda europea. No es solo un fracaso moment¨¢neo que se podr¨ªa recuperar en las pr¨®ximas elecciones: es una verdadera autodestrucci¨®n, madurada durante los cinco ¨²ltimos a?os. Fran?ois Hollande permanecer¨¢ como el sepulturero del proyecto de izquierda elaborado por Fran?ois Mitterrand, en Epinay, en 1971. La historia moderna del partido socialista, desde el triunfo de la uni¨®n de la izquierda en 1981, es una sucesi¨®n de victorias y de derrotas, de avanzadas y amargos fracasos. Sin embargo, en el ¨²ltimo quinquenio se aprecia una diferencia cualitativa: en junio de 2012, solo un mes despu¨¦s de su victoria, el nuevo presidente decidi¨® dar la espalda a su programa electoral (hab¨ªa ganado con promesas demag¨®gicas) y, pasado el verano, propuso una pol¨ªtica radicalmente diferente, incluso m¨¢s de derechas que la de su adversario de aquel entonces, Nicol¨¢s Sarkozy. Por lo menos, Sarkozy hab¨ªa ofrecido unos regalos fiscales a las clases medias, mientras Hollande hac¨ªa ahora recaer sobre ellas el conjunto del esfuerzo para respetar los criterios presupuestarios impuestos por Bruselas, no obstante, haber pretendido, durante su carrera a la presidencia, imponer la renegociaci¨®n.
A partir de ah¨ª, el partido socialista, vacilando su base sociol¨®gica, empez¨® a perder las elecciones, y las perdi¨® todas: municipales, cantonales, regionales, senatoriales, europeas. Su suerte pol¨ªtica estaba sellada. El partido se hundi¨® en fracciones y luchas internas, la mayor¨ªa parlamentaria no obedec¨ªa al Gobierno, el juego de las ambiciones individuales prevalec¨ªa cada vez m¨¢s, pues todos estaban conscientes de que ?el presidente hab¨ªa fallecido desde el comienzo! Lo entendi¨® mejor que todos Emmanuel Macron. Ellos pensaban salvar el partido conquist¨¢ndolo; ¨¦l sab¨ªa que tambi¨¦n hab¨ªa muerto¡
El partido socialista y su presidente no ten¨ªan un proyecto consensuado, colectivo, con l¨ªneas claras de actuaci¨®n, ni una perspectiva a medio y largo plazo
El porqu¨¦ del hara kiri aparece ahora claramente: el partido socialista y su presidente no ten¨ªan un proyecto consensuado, colectivo, con l¨ªneas claras de actuaci¨®n, ni una perspectiva a medio y largo plazo. No llevaron a cabo un an¨¢lisis serio de los m¨¢rgenes pol¨ªticos dentro del conjunto europeo, ni de las transformaciones estructurales imprescindibles para generar el apoyo de las nuevas generaciones sociales y afrontar la rigidez y los temores de la sociedad francesa.
As¨ª muri¨® el partido socialista. Su ¨²nica consolaci¨®n, es que la derecha tradicional padece el mismo castigo. Mitterrand necesit¨® 13 a?os (1958-1971) para construir una fuerza de izquierda cre¨ªble, y diez a?os m¨¢s para ganar las presidenciales. ?Cu¨¢ntas d¨¦cadas precisar¨¢ la izquierda para recomponerse? Lo que s¨ª es seguro es que la era Macron que se est¨¢ abriendo es muy incierta tanto en sus objetivos como en su m¨¦todo de gobierno. Adem¨¢s, una nueva generaci¨®n llega al poder, sin preparaci¨®n, sin selecci¨®n, sin verdadero conocimiento de la extrema complejidad de los retos que asedian al pa¨ªs. El reto para el nuevo mandatario es inmenso. Y para la izquierda francesa, es la hora de una autocr¨ªtica despiadada, si quiere encarnar las aspiraciones modernas de progreso y de solidaridad.
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