Para reforzar el sistema de asilo

La instituci¨®n del asilo entr¨® de lleno en el derecho internacional en la segunda mitad de los a?os sesenta, cuando el Protocolo de Nueva York elimin¨® los l¨ªmites geogr¨¢ficos y temporales de la Convenci¨®n de Ginebra, circunscrita a dar refugio a aquellos europeos obligados a huir de sus hogares en fechas anteriores a su aprobaci¨®n, el a?o 1951. Estos instrumentos internacionales no nacieron para resolver las causas del desplazamiento forzoso, sino para abordar sus consecuencias y evitar ulteriores sufrimientos a las v¨ªctimas, acogi¨¦ndoles de modo tal que la palabra casavolviese a evocar protecci¨®n y fuese un lugar desde el que reconstruir la dignidad, la confianza y una nueva esperanza de futuro.

Los europeos nos enfrentamos hoy a la obligaci¨®n de reforzar la instituci¨®n del asilo, en circunstancias no m¨¢s dram¨¢ticas ni convulsas que las que le dieron forma en el siglo XX, pero s¨ª distintas. El mejor modo de hacerlo ser¨ªa, sin duda alguna, honrando el compromiso de la Uni¨®n Europea de crear un sistema europeo de asilo, dentro del espacio de seguridad, libertad y justicia que el tratado ofrec¨ªa a los europeos del siglo XXI.

La llegada al territorio europeo de quienes huyen de la guerra de Siria y los distintos conflictos de Oriente y ?frica ha hecho evidentes todas las fragilidades de nuestro sistema. Hoy, a¨²n en plena crisis humanitaria en territorio europeo, es obvio que el Sistema Europeo Com¨²n de Asilo requiere de una profunda revisi¨®n para cumplir con el derecho internacional y con el propio derecho interno.

La Comisi¨®n Europea avanz¨®, hace casi un a?o, una propuesta de reforma que pretende reforzar formalmente las normas comunes y la garant¨ªa de su cumplimiento, adoptando una serie de reglamentos que eliminar¨ªan, esta vez s¨ª, las diferencias entre los sistemas nacionales de asilo, equiparando los est¨¢ndares de acogida y asegurando decisiones uniformes sobre la concesi¨®n o no de protecci¨®n internacional. Crear un sistema mejor y evitar nuevas divisiones internas ser¨ªan los objetivos de esta reforma. Garantizar la aplicaci¨®n de las mismas reglas en todos los Estados reducir¨ªa la especial atracci¨®n que ejercen los pa¨ªses con un sistema robusto de asilo, Alemania y Suecia entre ellos, hoy en pleno proceso de acogida e integraci¨®n de una cifra de refugiados hasta 10 veces superior ¡ªen el caso de Alemania¡ª a la de los Estados que le siguen, incluidos los pa¨ªses de primera llegada.

Aplicar las mismas reglas en todos los Estados reducir¨ªa la atracci¨®n que ejercen algunos pa¨ªses

Con esta propuesta sobre la mesa del Consejo de la Uni¨®n Europea, la Comisi¨®n ha decidido abrir un procedimiento de infracci¨®n contra Hungr¨ªa, Polonia y Chequia, cuyos Gobiernos han incumplido reiteradamente los acuerdos de realojamiento de demandantes de asilo llegados a Grecia e Italia y, adem¨¢s, han hecho gala de ello en sus respectivas arenas pol¨ªticas dom¨¦sticas. El esquema de realojamiento permite, en la pr¨¢ctica, no aplicar a los Estados de frontera, en circunstancias como las actuales, la regla general de Dubl¨ªn, que, salvo razones de reagrupaci¨®n familiar del solicitante de asilo, considera al primer pa¨ªs de entrada responsable de revisar la solicitud de protecci¨®n y, en su caso, hacerla efectiva, y es el otro pilar importante para garantizar un cierto consenso interno. Con esta decisi¨®n, la Comisi¨®n env¨ªa tambi¨¦n un mensaje al resto de pa¨ªses miembros que interpretan las normas y los tiempos a su manera.

Evitar procedimientos prolongados, agilizar las resoluciones, garantizar las salidas en caso de rechazo, reforzar la dimensi¨®n exterior del sistema ¡ªen el que la Comisi¨®n est¨¢ siendo especialmente activa¡ª y crear sistemas seguros de llegada y acceso, como los que se ensayan en los distintos modelos de reasentamiento, y un rol reforzado de EASO (European Asylum Support Office), son otros elementos de la propuesta. Con ella, la Comisi¨®n estar¨ªa intentando defender los viejos consensos para armonizar el asilo, reforzando el sistema sin poner en cuesti¨®n ninguno de sus fundamentos.

La pregunta que debemos hacernos es si es realista pensar que las resistencias extremas de los Estados disminuir¨¢n una vez los reglamentos propuestos reemplacen las actuales directivas, y si una mayor disciplina ser¨¢ suficiente para restaurar el sistema de Dubl¨ªn. La experiencia de esta crisis, que ha causado enormes sufrimientos adicionales a las personas que hu¨ªan de sus hogares, y ha puesto en cuesti¨®n valores fundacionales y elementos nucleares del proyecto europeo, como la libre circulaci¨®n interior, parecer¨ªa desaconsejar propuestas m¨¢s ambiciosas. Pero es dif¨ªcil creer que seguir haciendo lo mismo de manera reforzada vaya a lograr que el sistema gane en coherencia y robustez.

Sabemos ad¨®nde debemos llegar: a un modelo verdaderamente com¨²n, garantista y ¨¢gil

Entre 2015 y hoy algunas cosas han cambiado en la Uni¨®n. El racismo y la xenofobia ya no parecen avanzar inexorablemente por caminos despejados y desde posiciones pol¨ªticas centrales empieza a hac¨¦rseles frente. Por otro lado, el europe¨ªsmo ha dejado de ser tab¨² y la salida de Reino Unido remueve algunos obst¨¢culos antes insalvables en el proceso de integraci¨®n. Cierto es tambi¨¦n que el asilo y la migraci¨®n son elementos con fuerte carga divisiva, y que cualquier reforma que refuerce el sistema de asilo com¨²n va a ser extraordinariamente complicada. Pero precisamente por ello, porque el coste de la reforma va a ser en todo caso alto, ?no ser¨ªa razonable salir de esa postura defensiva y, trabajando sobre los viejos consensos, plantear nuevas ambiciones? Sabemos ad¨®nde debemos llegar, a un sistema verdaderamente com¨²n, garantista y a la vez ¨¢gil. Esto deber¨ªa implicar, como dec¨ªamos en esta misma tribuna al principio de la crisis, determinar en un primer momento, con la participaci¨®n de EASO, cu¨¢ndo un solicitante de asilo debe ser acogido en la Uni¨®n, y en un segundo paso, d¨®nde deber¨ªa hacerse efectiva su acogida, generando as¨ª un verdadero espacio com¨²n con la implicaci¨®n de todos, instituciones comunitarias, Estados y organizaciones internacionales, adem¨¢s de ciudadanos y ciudadanas que demuestran m¨¢s compromiso y capacidad de acci¨®n de la que les atribu¨ªan sus dirigentes. Este sistema europeo de asilo de verdad evitar¨ªa incentivos para incumplir las normas de Dubl¨ªn, tanto por parte de los solicitantes de asilo como de los propios Estados; adem¨¢s, facilitar¨ªa la acci¨®n exterior que la Comisi¨®n ha emprendido en este ¨¢mbito.

El D¨ªa Mundial del Refugiado es un buen momento para recordar la responsabilidad europea con la instituci¨®n del asilo y con quienes necesitan de ella. Un buen momento para ser de verdad realistas y renovar la ambici¨®n de construir un espacio interior de libertad, seguridad y justicia capaz de proyectarse hacia el exterior.

Anna Terr¨®n es presidenta de Instrategies.