Bonificaci¨®n universitaria

La decisi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa de bonificar a partir del pr¨®ximo curso el 99% de la matr¨ªcula universitaria a todos los alumnos que hayan aprobado la totalidad de los cr¨¦ditos del curso anterior es una medida muy novedosa que avanza hacia la gratuidad total de la universidad, un modelo que ya existe en otros pa¨ªses europeos y que merece ser tomado en consideraci¨®n. Nada hay que objetar a que Andaluc¨ªa, haciendo uso de su autogobierno, decida priorizar este tipo de pol¨ªticas de car¨¢cter universal, que no est¨¢n vinculadas, como s¨ª hace el sistema de becas, a renta familiar, sino que las considera un derecho vinculado a un rendimiento. Es una forma de predistribuci¨®n que tiende a igualar las condiciones de partida y que puede adem¨¢s actuar como un potente est¨ªmulo del esfuerzo acad¨¦mico.

La medida implica que los universitarios andaluces de grado o m¨¢ster pagar¨¢n solo el 25% de las tasas establecidas y el importe de la bonificaci¨®n ¡ªunos 30 millones de euros¡ª se incluir¨¢ en el presupuesto universitario. El cambio ha sido bien recibido por los rectores de las diez universidades p¨²blicas andaluzas, aunque tienen raz¨®n cuando indican que la Junta deber¨ªa hacer tambi¨¦n un esfuerzo para saldar la deuda de 278 millones que tiene con ellas.

Espa?a es el cuarto pa¨ªs europeo, tras Reino Unido, Irlanda y Holanda, con las tasas universitarias m¨¢s altas. La reforma aprobada por el PP en 2012 permiti¨® que las comunidades aumentaran el precio dentro de unos l¨ªmites. El resultado es un mapa con grandes desigualdades. Andaluc¨ªa es al segunda comunidad, tras Galicia, que menos ha subido las tasas. Los 756 euros que cuesta la matr¨ªcula en esta comunidad contrastan con los m¨¢s de 2.000 que se pagan en Catalu?a, donde estos ingresos cubren el 33% del coste de los estudios. En un Estado descentralizado y plural, caben modelos diferentes. Lo interesante ahora es evaluarlos y utilizar estas experiencias para mejorar el conjunto del sistema.