Bruce LaBruce: "El colectivo gay ha sido absorbido por el conservadurismo"

Le ha costado un lustro volver a sentirse seguro en suelo espa?ol, comenta entre risas Bruce LaBruce. Se refiere al ataque con c¨®cteles molotov que sufri¨® una exposici¨®n suya en la madrile?a Fresh Gallery en 2012 por parte de un grupo ultracat¨®lico. Entre sus fotograf¨ªas ¡ªque mezclaban erotismo e imaginer¨ªa religiosa¡ªhab¨ªa una versi¨®n de La Piedad con Alaska amamantando a Mario Vaquerizo. Bruce LaBruce (Ontario, Canad¨¢, 1964) ha regresado al lugar del crimen con la exposici¨®n Faggotry, en la que deja tranquila a la religi¨®n en pos de una de las constantes de su obra: el sexo, especialmente gay, y con el porno como arma contra todo lo reaccionario. El paso del cineasta, escritor y fot¨®grafo por la capital tambi¨¦n ha incluido una charla en La Casa Encendida, dentro del festival Princesas y Darthvaders. Como referente del llamado queercore, LaBruce despliega su visi¨®n transgresora al hablar de pol¨ªtica, cultura, moralidad y la evoluci¨®n del movimiento LGTB. Siempre con la misma incorrecci¨®n que en sus inicios hace tres d¨¦cadas.

Una vez dijiste que preferir¨ªas convertirte en zombi antes que renunciar a lo que te hace diferente. ?La tendencia ahora es encajar, ser como los dem¨¢s?

No es tan sencillo. Por un lado es natural, todo movimiento busca aceptaci¨®n por parte de una mayor¨ªa y termina adapt¨¢ndose a ella. Pas¨® con el movimiento negro en los 60: los Panteras Negras eran marxistas y despu¨¦s fueron absorbidos por el capitalismo. Con el feminismo pasa lo mismo: en origen era revolucionario, pero hoy el postfeminismo busca igualdad de poder dentro del sistema capitalista. Es un tema que trato en mi ¨²ltima pel¨ªcula, The misandrists [sobre mujeres que forman un grupo terrorista para combatir el patriarcado], y, en mi opini¨®n, es una estrategia fallida. El movimiento queer a¨²n mantiene esa esencia cr¨ªtica y subversiva.

?C¨®mo de importante es el movimiento queer hoy en d¨ªa?

Englobo dentro de lo queer a ese activismo m¨¢s alternativo, casi punk, que usa estrategias de oposici¨®n al sistema, cercano al anticapitalismo. El gay ortodoxo se ha vuelto muy conservador. Hombre blanco, de clase media, ajeno a la gente oprimida y que se ha acomodado tras la conquista de ciertos derechos. Muchos gays rechazaron The misandrists porque es pol¨ªticamente incorrecta. Dijeron: ?Oh, es transf¨®bica! ?Es una pel¨ªcula de lesbianas hecha por un gay! No eran capaces de ver m¨¢s all¨¢. Pero bueno, llevo toda mi vida combatiendo a las fuerzas reaccionarias. Tambi¨¦n a la izquierda radical, porque en muchos aspectos es dogm¨¢tica y de mente estrecha, como las feministas que rechazan el porno. A veces hay que contemplar a la izquierda como otro adversario.

?Cu¨¢l es el enemigo? ?El capitalismo?

Quiz¨¢s. Pero mi f¨®rmula es no seguir del todo ning¨²n movimiento y, cuando lo hago y noto s¨ªntomas de que estoy siendo coaccionado, asimilado o corrompido por ese movimiento, no solo lo abandono sino que me vuelvo contra ¨¦l. Nunca me he sentido identificado del todo en ning¨²n grupo.

?Ahora priman los extremos y las etiquetas sobre la ambig¨¹edad?

Absolutamente, hemos vuelto al pensamiento pol¨ªtico que yo combat¨ªa en los ochenta. El mainstream gay clasista y sexista de hoy luchaba contra todo eso hace 30 a?os. Duele ver c¨®mo hemos retrocedido. Hay una tendencia claramente conservadora que ha absorbido al colectivo gay.

?Es el mundo gay m¨¢s aburrido ahora?

Soy un poco old school. Desde luego hemos perdido cosas, sobre todo en lo est¨¦tico. En los 70 y 80 el rollo gay estaba muy marcado por el radicalismo sexual, esa est¨¦tica leather muy potente. Todo era fetichismo, experimentaci¨®n. Ahora es menos interesante, sin duda.

Volviendo a The misandrists, ?crees que por fin ha llegado el momento de que las mujeres, y en concreto las lesbianas, asuman m¨¢s protagonismo y liderazgo?

Tiene que llegarse a un equilibrio. Las mujeres est¨¢n en inferioridad en infinidad de aspectos, desde las empresas al mundo del cine. Pero el feminismo como palabra es algo totalmente gen¨¦rico, como la palabra gay. Hay infinidad de matices. Hay feminismo antiporno, feminismo conservador que busca el poder a toda costa, venga de donde venga... ?Theresa May es feminista? No lo creo.

Has tocado temas como el sexo con amputados o con ancianos. ?Te queda algo por explorar?

Muchas veces me lo planteo. En Hustler white rod¨¦ a un hombre penetranado a otro con su mu?¨®n, y en Skin flick mostr¨¦ a un neonazi masturb¨¢ndose sobre un ejemplar de Mein Kampf, lo cual fue a¨²n m¨¢s controvertido. Quiero puntualizar que cuando he tratado estos fetichismos lo he hecho desde una perspectiva rom¨¢ntica, porque siento cari?o por las personas con esas filias, consideradas parias por la sociedad. Los veo como outsiders, rebeldes. Como tab¨², siempre he visto el tema de la pederastia como uno de los mayores, pero es un tema muy dif¨ªcil de abordar.

?El porno, al ser m¨¢s accesible, ha perdido su car¨¢cter provocativo?

Bueno, las famosas van como prostitutas transexuales a las alfombras rojas (risas). Internet democratiz¨® el porno y lo hizo m¨¢s desechable, simple, sin creatividad. Pero hay excepciones, como la directora Erika Lust, con la que he rodado el corto Refugees welcome [donde un refugiado sirio practica sexo con un checo a su llegada a Europa]. Es f¨¢cil rodar un polvo, pero darle un contexto que lo haga interesante no es tan sencillo.

Eres un ejemplo de que se puede envejecer sin cambiar de ideolog¨ªa.

Hay un ej¨¦rcito de personas esperando a decir: "Mira, finalmente se hizo mayor y sent¨® la cabeza". Es rid¨ªculo adjudicar un pensamiento o comportamiento seg¨²n la edad. Muchos artistas se radicalizaron con el paso de los a?os, como Pasolini. Siento que estoy en la mitad de mi carrera.

Al contemplar el mundo, ?te sientes frustrado o crees que hay esperanza?

Sigo interesado en hacer lo que hago, en tratar temas tab¨². A veces los tiempos me acompa?an y otras van en contra. Hay muchas barreras por derribar, incluso dentro del mundo gay. Muchos ven con recelo las relaciones de poliamor, las parejas abiertas o el sexo con desconocidos. Pero no soy demasiado pesimista. Sin querer caer en el t¨®pico, al final todo se basa en ser una amable y cuidar de tu propio orgasmo. Si todo el mundo se preocupase de su placer habr¨ªa mucha m¨¢s paz.