Vuelve TLC, el grupo perfecto para la demanda actual: mujeres, r&b y 'body positive'
Tras los rumores de que se hab¨ªan fugado con el dinero recaudado en un 'crowdfunding', la girl gang americana que m¨¢s discos ha vendido publica single con Snoop Dogg y un nuevo disco esta semana
El espacio tiempo se ha colapsado culturalmente y, por fin, el principio de los dosmiles vuelve a estar de moda. Mercadear con una nostalgia tan pr¨®xima y voluble parece alargar nuestra adolescencia y reconfortarnos en un presente mim¨¦tico. Podremos definitivamente aludir a un imaginario feminista pop ahora que la girl gang m¨¢s famosa de la historia, con m¨¢s de 65 millones de discos vendidos, saca nuevo disco el pr¨®ximo 30 de junio. Vuelven TLC chavalas, vuelven las tomboys.
Tras la muerte de Lisa ¡°Left Eye¡± Lopes en 2002, Georgia Tionne ¡°T-Boz¡± y Rozonda ¡°Chilli¡±, como resto del colectivo, dejaron m¨¢s o menos claro que no eran el tipo de squad femenina que puede reemplazar a una de sus componentes como har¨ªan Destiny Child o Sugababes. Al luto le sucedi¨® intempestivamente la canonizaci¨®n del grupo que en 2013 recibir¨ªa el Legend Award de la MTV, siendo la ¨²nica banda premiada con este galard¨®n tras Michael Jackson. Y, como Michael, TLC vivi¨® m¨¢s de la mitad de su exitosa carrera en la bancarrota. Quiz¨¢ demasiado sexys y demasiado cool para cobrar los royalties por los que todav¨ªa andan en juicio.
Si reducimos TLC a una definici¨®n escueta como producto, observamos c¨®mo el mercado hoy clama por un grupo de estas caracter¨ªsticas: tres mujeres menores de treinta, Atlanta, r&b, temas sobre emancipaci¨®n, sisterhood, masturbaci¨®n femenina o bodypositive. Para bien o para mal, han pasado m¨¢s de quince a?os sin material a la vista y lo ¨²nico que no se perdona a un producto de mercado mainstream, femenino y adem¨¢s con m¨¢s de una solista, es el paso del tiempo. Su discurso encaja quiz¨¢ mejor que nunca pero, mientras Snoop Dogg puede hacer programas fumado a los cuarenta y cinco a?os, Way Back, el videoclip del single con el que TLC anuncia su vuelta, nos muestra una eterna fiesta adolescente con dos madres enrolladas que no podemos terminar de creernos. Aunque el mercado lo intente, para nuestra sociedad TLC son mayores para ser TLC. El sonido, sin embargo, permanece irreprochable, una c¨¢psula del tiempo a un hit perfecto.
La imaginer¨ªa pop que destilaban sus antiguos videoclips, aquellas maravillas dist¨®picas de las que bebe todo el mainstream actual quiz¨¢ ser¨ªa la ¨²nica v¨ªa factible para recuperar su frescura. TLC ya eran diosas en parajes de oro y rosa antes de Doja Cat o Fka Twigs. Ten¨ªan saunas y gimnasios con hombres cosificados a su servicio antes que Ariana Grande, bailaban en cajas de luz rosa y azul antes que Drake o Rihanna o creaban espacios de resistencia femenina en el barrio antes que Princess Nokia. Muchos de sus videoclips mezclaban formatos o discursos creando metanarrativas, como las que se celebraban este a?o en el Wyclef Jean de Young Thug.
El comeback de TLC, dudoso como todos, se enmarca adem¨¢s en un revival del r&b que desde 2012 no ha hecho m¨¢s que expandirse. Generalmente la mayor¨ªa de grupos que se re¨²nen, o deciden sacar material despu¨¦s de un largo par¨®n, no tienen la suerte de contar con este contexto favorable. Pese a que el hip-hop o el pop parecen inagotables en su mutaci¨®n, a finales de los dosmil el r&b parec¨ªa abocado a convertirse en un nicho coyuntural como lo hab¨ªa sido el kraut o la new rave, un g¨¦nero inscrito a su origen. En 2002 se disolv¨ªa TLC, en 2003 se separaban Boyz II Men; Usher, Kelly Rowlan y Jennifer L¨®pez se pasaban con Rihanna al pop filtrado con EDM producido por David Getta y el r&b pasaba a sonar en discotecas y clubs de baile de manera ir¨®nica como un deje de los ochenta.
Por poco halagador que suene, tuvieron que venir a salvar el g¨¦nero una serie de hombres con letras introspectivas y una suave experimentaci¨®n electr¨®nica. En 2012 Frank Ocean sacaba Channel Orange y Miguel su Kaleidoscope Dream, carnaza para blogs de hispters que por aquel entonces ejerc¨ªan el papel purista del periodismo musical; frases de Drake y Ocean eran compartidas en muros de Facebook y fotos de perfil, una base de burgueses blancos avalaban concienzudamente el paso del desamor en las letras a la alineaci¨®n, la angustia y el exceso y etiquetaban a estos artistas como INDIE-R&B. M¨²sica para una audiencia masculina de clase media.
¡°TLC ten¨ªan saunas y gimnasios con hombres cosificados a su servicio antes que Ariana Grande, bailaban en cajas de luz rosa y azul antes que Drake o Rihanna y creaban espacios de resistencia femenina en el barrio antes que Princess Nokia¡±
De aquellos blogs de barro, estos lodos. La etiqueta hipster ha permeado en el mercado y el ecosistema musical se rinde a una vuelta del g¨¦nero en todos los ¨¢mbitos: los raperos quieren ser cantantes y el pop abandona el house para alimentarse de elementos m¨¢s b¨¢sicos del r&b como en los ¨²ltimos trabajos de Chris Brown o Jason Derulo. Hemos perdido bastante por el camino y quiz¨¢ lo m¨¢s representativo de esta p¨¦rdida sea la subjetividad que el sonido alcanza y las relaciones ligadas a la individualidad de las nuevas estrellas. Era f¨¢cil distinguir un sonido de los noventa, el sonido especifico de este r&b, que ahora es tan solo el sonido de cierto artista. Hemos deconstruido un componente formal y social de la escucha para esencializarlo en una vuelta atr¨¢s hacia el genio. El sujeto en continua lucha por la diferenciaci¨®n fragmenta el g¨¦nero para particularizarlo.
Por el camino hemos perdido tambi¨¦n a las girl bands y hemos perdido a las mujeres para dejar paso a una especie de semidiosas hipersexualizadas. Hemos perdido los mensajes y el descaro de TLC. Hace apenas unas semanas Dawn Richard, con m¨¢s de diez a?os de carrera en el r&b a sus espaldas, tocaba en el S¨®nar frente a un p¨²blico que parec¨ªa desconocer por completo su trabajo. Eran pocos y asombrados los que all¨ª se enfrentaban al brutal directo de la artista. Imagino que lo mismo pasar¨ªa si fuese Ciara la que subiera a ese escenario. Es casi improbable imaginar hoy un futuro musical que no lleve las siglas del r&b, pero es necesario reclamar m¨¢s espacio para algunos rasgos formales de aquellos primeros a?os del g¨¦nero. Huir de las diosas, volver a las sisters.
BONUS TRACK:
Artistas contempor¨¢neas, j¨®venes y guerreras de r&b para tu 'coransosito'.
JESSE REYEZ
CHARLOTTE DOS SANTOS
S4U
IAM DDB
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