Los beneficios del libre comercio

Los mercados abiertos son fuente de crecimiento econ¨®mico, prosperidad y creaci¨®n de empleo. La Uni¨®n Europea (UE) es uno de los mercados m¨¢s abiertos del mundo y aspira a trabajar en pie de igualdad con el resto de las grandes regiones del planeta. En este contexto se inscriben acuerdos como el negociado con Canad¨¢, conocido como CETA por sus siglas en ingl¨¦s, o el que se est¨¢ debatiendo ahora entre la UE y Mercosur, del que Espa?a es el principal impulsor.

Las posiciones contrarias de algunas formaciones pol¨ªticas en Espa?a a acuerdos como el que negociamos con Canad¨¢ solo se explican desde el populismo m¨¢s rampl¨®n. Nos marginan de nuestro enclave europeo con el argumento de que as¨ª se protegen los derechos sociales. Solo los que no tienen memoria, ignoran que Europa supone para Espa?a pertenecer al ¨¢rea donde los valores democr¨¢ticos son la clave de b¨®veda de la convivencia. Salirnos de ah¨ª con actitudes exc¨¦ntricas nos conduce a un mundo peor donde se levantan los muros del proteccionismo y la exclusi¨®n social.

El objetivo ¨²ltimo de los acuerdos de libre comercio es dinamizar el comercio bilateral mediante la eliminaci¨®n de obst¨¢culos arancelarios y no arancelarios para impulsar la competitividad de las econom¨ªas. No s¨®lo se busca la eficiencia en t¨¦rminos econ¨®micos sino que es capital fomentar otros principios y valores, puesto que los acuerdos deben ser inclusivos y contribuir al bienestar de los pueblos. As¨ª, cada vez es m¨¢s frecuente incorporar cl¨¢usulas sobre garant¨ªas para los trabajadores, protecci¨®n del medio ambiente, desarrollo sostenible o comercio justo y ¨¦tico, entre otras.

Oponerse al CETA con actitudes exc¨¦ntricas solo se explica desde el populismo m¨¢s rampl¨®n

Con esa premisa, los acuerdos de libre comercio son beneficiosos tanto para los consumidores como para las empresas y los trabajadores. Los beneficios para las empresas derivan de la eficiencia que aporta la eliminaci¨®n de grav¨¢menes y otras barreras muy heterog¨¦neas (requisitos espec¨ªficos, dobles certificaciones, licencias de importaci¨®n y normas de origen de los productos, entre otros).

Los beneficios para los consumidores son los producidos por la reducci¨®n de costes que suponen los acuerdos y que les permiten adquirir una muy amplia variedad de productos y servicios a precios ajustados. En este punto debe quedar claro que en los grandes acuerdos los gobiernos nacionales mantienen el derecho a regular la protecci¨®n de los consumidores nacionales.

Estos acuerdos favorecen tambi¨¦n a los trabajadores, puesto que la apertura comercial implica la creaci¨®n de empleo, no s¨®lo en los mercados de origen sino tambi¨¦n en los de destino. Solo a modo de ejemplo, m¨¢s de 30 millones de puestos de trabajo en Europa, casi uno de cada siete, dependen directamente de las exportaciones hacia terceros mercados. Tambi¨¦n aqu¨ª las cl¨¢usulas de salvaguarda de los derechos de los trabajadores son cada vez m¨¢s exigentes: defendemos con ah¨ªnco que el libre comercio es motor de progreso y tambi¨¦n de bienestar social.

Europa es un ¨¢rea puntera en este ¨¢mbito e impone est¨¢ndares de protecci¨®n y garant¨ªas de los derechos laborales tan exigentes como los que rigen en este continente en cuestiones como la prohibici¨®n del trabajo infantil o la no discriminaci¨®n. Los acuerdos de libre comercio persiguen asimismo un mayor acceso al mercado de contrataci¨®n p¨²blica, menores restricciones a la posibilidad de invertir en otros pa¨ªses y el refuerzo de la protecci¨®n de las inversiones mutuas.

La UE est¨¢ negociando en estos momentos m¨¢s de 20 acuerdos de libre comercio y ha concluido recientemente los relativos a Corea, Vietnam o Singapur, adem¨¢s del CETA, con Canad¨¢, que es el acuerdo m¨¢s moderno y ambicioso cerrado hasta la fecha. El CETA aborda un amplio espectro de medidas, que, en conjunto, beneficiar¨¢n a cerca de 5.500 empresas espa?olas, el 90% de ellas pymes. Supone la desaparici¨®n de pr¨¢cticamente el 99% de los aranceles que soportan los bienes y servicios que exportan estas empresas.

Entre estos bienes destacan los productos industriales -muy especialmente los del sector farmac¨¦utico- y la alimentaci¨®n, con la protecci¨®n de m¨¢s de 143 indicaciones geogr¨¢ficas de alimentos y bebidas de la UE, de las que 23 son espa?olas (entre ellas aceite, turrones, quesos, productos c¨¢rnicos, frutas y especias). Adem¨¢s, se consolida la protecci¨®n de las m¨¢s de 100 denominaciones de origen espa?olas de vinos y licores.

M¨¢s de 30 millones de empleos en Europa, casi uno de cada siete, dependen directamente de las exportaciones hacia terceros mercados

Ofrece asimismo beneficios potenciales en comercio de servicios e inversiones, facilita el reconocimiento de cualificaciones profesionales y mejora la movilidad de trabajadores. Al tiempo, abre los antes infranqueables mercados canadienses de contrataci¨®n p¨²blica, de tal forma que las empresas espa?olas podr¨¢n participar en las licitaciones.

El Acuerdo con Canad¨¢ puede ser, de hecho, una referencia para los que se est¨¢n negociando ahora, en particular el que unir¨¢ a la UE y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). Este ¨²ltimo supondr¨¢ la apertura de un mercado de m¨¢s de 250 millones de consumidores a las empresas europeas y de 500 millones a las compa?¨ªas de Mercosur. As¨ª, toda Iberoam¨¦rica quedar¨ªa cubierta por acuerdos comerciales con la UE.

S¨®lo alguna cifra para que se pueda calibrar la importancia del acuerdo UE-Mercosur: En 2016 esa ¨¢rea fue el d¨¦cimo destino m¨¢s importante para las exportaciones de bienes de la UE y la Uni¨®n Europea es el principal destino de las exportaciones de los pa¨ªses Mercosur. El acuerdo supondr¨ªa una importante reducci¨®n de aranceles para ambas partes, la supresi¨®n de otro tipo de barreras -como la eliminaci¨®n de licencias diferenciadas-, y la armonizaci¨®n de normas de calidad y de etiquetado, de tal forma que se favorezca una mayor integraci¨®n de Mercosur en las cadenas de valor global.

Asimismo, ampliar¨¢ el campo para la contrataci¨®n p¨²blica en ambos mercados con la inclusi¨®n de medidas que garanticen la igualdad de trato para las empresas. Otorgar¨ªa tambi¨¦n un acceso preferente a los mercados de servicios. Desde el lado europeo, en torno a un 24% de las exportaciones a Mercosur son de servicios. Se abre un amplio margen de acci¨®n para profesionales como ingenieros o arquitectos, para los servicios financieros, de infraestructuras, de telecomunicaciones, energ¨¦ticos o medioambientales. Al tiempo, se negocia una mayor flexibilidad para el movimiento temporal de personal de alta cualificaci¨®n y el reconocimiento de t¨ªtulos.

Espa?a se ratifica en su firme convicci¨®n de que el libre comercio es fuente de crecimiento integrador y generador de empleo. La presencia de la UE en este tipo de acuerdos es una garant¨ªa de respeto de los est¨¢ndares de bienestar, medioambientales y de seguridad alimentaria propios de Europa. En esta l¨ªnea avanza el CETA y estoy convencido de que por ah¨ª progresar¨¢ el acuerdo con Mercosur. El pr¨®ximo lunes se celebra en Madrid una jornada sobre este ¨²ltimo gran acuerdo comercial, con la participaci¨®n de los ministros del ¨¢rea (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y la asistencia de la Comisaria Cecilia Malmstr?m. Espa?a sabr¨¢ estar a la altura.

Luis de Guindos Jurado es ministro de Econom¨ªa, Industria y Competitividad.