El caso Casals: silencio, se conspira
El periodismo m¨¢s aguerrido s¨®lo resiste cuando el adversario no es el de siempre sino que es otro
El asunto Casals, que implica por segunda vez en poco tiempo en asuntos de tr¨¢ficos de influencia al presidente del diario La Raz¨®n, Mauricio Casals, pone de manifiesto que la delicada tela de cebolla en la que se sustenta el periodismo m¨¢s aguerrido solo resiste cuando el adversario no es el de siempre sino que es otro. Casals es una pieza clave del entramado informativo que tiene su c¨²spide en el grupo Planeta, al que pertenece La Raz¨®n y del que penden tambi¨¦n La Sexta, Antena 3 y Onda Cero.
Cuando Pedro S¨¢nchez fue al programa Salvados (de La Sexta), tras su destituci¨®n como secretario general de los socialistas, termin¨® diciendo en una entrevista que, entre otros, este peri¨®dico, o este grupo medi¨¢tico en el que se sustenta EL PA?S, hab¨ªa tratado de presionarle para que tomara determinadas decisiones. ??
El esc¨¢ndalo posterior a esas declaraciones (aireadas como si fueran oro molido por La Sexta y por sus medios concatenados) no tuvo en cuenta lo que los directivos presuntamente implicados en esa supuesta presi¨®n insoportable tuvieran que decir. Tampoco se detuvieron en pensar los que alzaron las manos en forma de esc¨¢ndalo que quiz¨¢ no fue as¨ª, sino que ocurri¨® lo que seguramente pasa siempre que alguien expone una idea: el otro dice que no le gusta y a?ade que seguramente no le va a prestar el apoyo que el otro demanda.
No confirmaron nada: era bueno dar en la diana preconcebida. No ten¨ªan evidencias, solo suposiciones. En este caso, en el caso Casals, las presiones del alt¨ªsimo directivo no fueron denunciadas por medios de comunicaci¨®n: fueron el resultado de una actuaci¨®n judicial que ha derivado en una imputaci¨®n.
Los escandalizados de entonces han estado ahora silentes ante un caso expl¨ªcito fijado en papeles judiciales. Y ese caso se?ala al presidente de un peri¨®dico y representante de Planeta, conglomerado que controla tambi¨¦n La Sexta, Antena 3 y Onda Cero. Este importante ejecutivo de cuyo poder se ha hecho leyenda, como todo lo que sucede entre tinieblas, aparece extorsionando a personas, empresarios o pol¨ªticos, utilizando para ello el poder expreso que le dan medios tan influyentes.
Seg¨²n esos papeles, que constan, que han sido publicados por decisi¨®n judicial, Mauricio Casals conspiraba para hacer negocios y para que otros no los hicieran. Y esa conspiraci¨®n, que naci¨® en las tinieblas en las que se mueve el alto directivo, es notoria, se conoce, se explica paso a paso, con entrecomillados. Est¨¢ ah¨ª, no la ha inventado un novelista ni es la suposici¨®n de un periodista de los que imaginan que algo pas¨® simplemente porque se le ocurri¨® que podr¨ªa haber pasado.
Y, sin embargo, ese hecho que tiene tanto que ver con lo peor que se puede hacer con la influencia de los medios ha sido arrinconado por los justicieros que tienen asientos habituales en esos medios que con tanta habilidad y mano izquierda maneja, a las claras o en tinieblas, el personaje al que ahora le ha dado la luz en toda la cara.
Puede decirse que la conspiraci¨®n del silencio que ampara a Casals en sus confortables entornos es el pago merecido a la generosidad con la que el mismo empresario conforta a la derecha y a la izquierda de la pol¨ªtica y del periodismo. Que el periodismo calle es, sin duda, un s¨ªntoma de lo que el silencio es capaz de hacer para que un amigo duerma tranquilo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.