El ¨²ltimo milagro de la moda espa?ola: las zapatillas de 50 euros que arrasan entre los j¨®venes
Cuatro estudiantes consiguen crear un calzado, las Pompeii, que triunfa por sus peculiares caracter¨ªsticas
Se pueden ver en la universidad, en las millas de oro de las grandes ciudades y hasta en conciertos multitudinarios de grupos como Taburete: son las Pompeii, esas zapatillas de lona o serraje con llamativas suelas de colores pastel. Como ocurriera en tiempos recientes con El Ganso o Scalpers, Pompeii se ha convertido en la firma que lo peta para un p¨²blico joven que se acoge al socorrido concepto de ¡°arreglado pero informal¡±; en el caso de esta marca, vendiendo solo calzado (y calcetines).
Detr¨¢s de la marca est¨¢n cuatro madrile?os de 25 a?os reci¨¦n salidos de la universidad. Son amigos desde el colegio (Retamar, en Pozuelo de Alarc¨®n; uno de los m¨¢s exclusivos de Madrid y perteneciente al Opus Dei), empezaron a barajar la idea de ¡°montar algo¡± cuando estudiaban en la universidad (tres de ellos Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas, uno de estos, adem¨¢s, Derecho; el cuarto, Ingenier¨ªa Industrial). ¡°Despu¨¦s de plantearnos fabricar camisetas y sudaderas, vimos que para sobrevivir necesit¨¢bamos crear algo m¨¢s potente. Es la diferencia entre que algo dure 10 a?os o dure 50. Para crear una marca, consideramos que uno de los productos que la gente m¨¢s valora son las zapatillas. Aparte, dos de los socios las coleccionaban, les alucinaban¡±, recuerda Jaime Garrastazu, uno de los socios.
El primer a?o facturaron medio mill¨®n de euros; el segundo, dos millones, y este prev¨¦n llegar a 3,5 millones. Cuentan con 17 empleados y ya han vendido 100.000 zapatillas, el 10 % fuera de Espa?a
Para sus creadores, las suelas de colores y los cordones de cuero son las principales se?as de identidad de sus zapatillas. ¡°Busc¨¢bamos una zapatilla que pudieses llevar en el d¨ªa a d¨ªa, para trabajar, para ir al s¨²per, pero que te aportase dise?o, personalidad¡±, dice Garrastazu, uno de los socios. ¡°Vimos que el cord¨®n de cuero la convert¨ªa en una zapatilla arreglada seg¨²n el registro que llevases y la suela de color le aportaba esa vitalidad y diversi¨®n, lo que le daba un equilibrio perfecto¡±.
La idea original (y tanto) es que suelas y cordones fueran del mismo color. Pero despu¨¦s de unas pruebas comprobaron que el resultado no funcionaba. ¡°Era horrible. Eran de las zapatillas m¨¢s feas que hab¨ªamos visto, en general, en la vida¡±, explica Garrastazu. Los colores de las suelas est¨¢n escogidos minuciosamente. ¡°Intentamos que sean colores pastel y que aporten un contraste al color de la lona, pero no un contraste que choque sino uno que acompa?e. Tambi¨¦n, que no sean demasiado fluorescentes, para que puedas llevarlas en el d¨ªa a d¨ªa y que no chille¡±.
¡°Es la ¨²ltima evoluci¨®n de la t¨ªpica zapatilla de lona¡±, opina Daniel Garc¨ªa, experto de moda masculina. ¡°Aqu¨ª confluyen muchas referencias: la zapatilla de tenis cl¨¢sica (Superga, por ejemplo), la de surf o skate (Vans) y la zapatilla de verano tipo Victoria. Los cordones son iguales que los de los n¨¢uticos. Todas esas influencias est¨¢n actualizadas y bien mezcladas¡±.
El cat¨¢logo de Pompeii se compone de peque?as variaciones (exteriores de lona o serraje, cordones en los laterales o sin ellos, suela de alpargata o de goma) sobre un mismo tema: ¡°El ¨¦xito radica en que han creado una serie de modelos de zapatillas reinventando (a veces mucho, a veces poco) zapatos que ya tenemos en nuestro zapatero. Todo ello con el plus del color de la suela y del tejido de la zapatilla. El modelo Valcan transforma las alpargatas de toda la vida en una zapatilla con cordones. El modelo Petra moderniza el cl¨¢sico n¨¢utico¡±, apunta Arturo Gil, experto de moda y belleza y director del portal The Adonis Lab.
Su clientela est¨¢ encantada con esa mezcla. ¡°Son c¨®modas, visten mucho aunque vayas de sport y adem¨¢s es una marca espa?ola¡±, declara Jos¨¦ Mar¨ªa, un estudiante de Arquitectura de 22 a?os que el pasado invierno se compr¨® el modelo Higby (el m¨¢s vendido) y ahora, aprovechando las rebajas, acaba de pillarse el modelo de verano. Pegan con casi todo. ¡°No hay m¨¢s que echar un vistazo a su perfil de Instagram para ver sus propuestas: looks muy urbanitas, vaqueros rotos, camisetas, camisas de colores, pantalones de corte regular remangados¡¡±, dice Arturo Gil.
Calzarse unas Pompeii ¡ªy esta quiz¨¢ es otra de las claves de su ¨¦xito¡ª no implica arruinarse. Tienen un precio ¨²nico de 50 euros; las de la colecci¨®n de verano (sin cordones, adaptaci¨®n de la tradicional zapatilla de lona estival) valen 35 euros.
Ya que mucha gente puede gastarse 50 euros en unas zapatillas chulas, ?por qu¨¦ son los j¨®venes estudiantes aficionados a las marcas los que se las compran y no el resto? Responde Jaime Garrastazu: ¡°Tiende a ser una zapatilla m¨¢s arreglada. El cord¨®n de cuero se asocia a un p¨²blico m¨¢s pijo, pero queremos que puedan interesar a mucha gente. Adem¨¢s, cuando empezamos a mover la marca organizamos pruebas en Madrid, en la calle General Pardi?as [en el barrio de Salamanca], y en el Paseo de Gracia de Barcelona, y fue ese tipo de p¨²blico el que se las prob¨®. Por otra parte, ¡±.
Para Daniel Garc¨ªa, ¡°la tradici¨®n de llevar cierto tipo de zapatillas de lona es una cosa un poco pija desde un principio. Esa cultura del b¨¢sico mono y poco pretencioso¡±. El tambi¨¦n experto Arturo Gil piensa que la procedencia de sus creadores se traslada al producto. ¡°El hecho de que hayan estudiado en el colegio Retamar y hayan cursado carreras universitarias en centros privados hace que el esp¨ªritu pijo se contagie y se plasme en sus propuestas, eso s¨ª, con un twist, porque ahora esta tribu urbana es mucho m¨¢s moderna que hace unos a?os. Si a eso le a?adimos la realizaci¨®n de acciones con influencers en redes sociales o en sus campa?as, como M¨®nica Anoz, y sorteos muy apetecibles para los adolescentes en Instagram (el medio de comunicaci¨®n joven por excelencia) estamos ya hablando de una capacidad de influencia joven bastante considerable¡±.
Pero ?c¨®mo se hace una maldita zapatilla? Eso fue lo primero que se preguntaron. ¡°Empezamos buscando en p¨¢ginas amarillas y preguntando a Google c¨®mo se fabrican: no sab¨ªamos nada¡±, admite Garrastazu. Se pusieron en contacto con fabricantes de Elche. ¡°Al principio nos colgaban el tel¨¦fono: no ten¨ªamos claro qu¨¦ quer¨ªamos. Cuando fuimos aprendiendo conseguimos cuadrar algunas reuniones all¨ª hasta que uno confi¨® en nosotros¡±, explica.
El nombre no es casual. ¡°La ciudad de Pompeya resurgi¨® de sus cenizas: eso es emprender, caer y luego levantarse. Y tener eso impl¨ªcito en tu nombre te da fuerza¡±, dice el socio de Pompeii.
Su inversi¨®n inicial de 18.000 euros daba para fabricar 350 pares de cada color. Decidieron numerarlas y as¨ª empez¨® el boom. ¡°Lo bonito era que est¨¢bamos ligando exclusividad a escasez de producto, pero nunca a precio¡±, dice el joven empresario. Desde entonces, sus cifras han cambiado sustancialmente. El primer a?o facturaron medio mill¨®n de euros; el segundo; dos millones, y este prev¨¦n llegar a 3,5 millones. Cuentan con 17 empleados y ya han vendido 100.000 zapatillas, el 10 % fuera de Espa?a.
?Qu¨¦ piensan hacer para que no les suceda como a otras firmas, que, pasado el fragor del momento, quedan r¨¢pidamente sepultadas por nuevas marcas que recogen el testigo de lo cool? ¡°La moda es como el f¨²tbol¡±, dice Garrastazu. ¡°Cuando el Bar?a se pasa cuatro a?os ganando, saben que luego van a venir otros cuatro a?os de triunfos del Madrid. Hoy en d¨ªa poner tu producto en Internet es muy f¨¢cil. Pero la base es construir a largo plazo, con una identidad propia. Si quieres construir Burberry o Ralph Lauren, eso no se construye en dos a?os ni en tres. Tienes que asumir que Adidas va a petar cinco a?os y luego Nike volver¨¢. Creo que El Ganso, si no est¨¢ en la cresta ahora, est¨¢ construyendo para volver a estarlo. Son fluctuaciones naturales de las marcas. Deben tener el suficiente m¨²sculo, en cuanto a identidad, para aguantar cuando no est¨¢n en lo alto¡±.
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