Narcisistas nucleares

Corea del Norte acaba de ensayar un misil, dicen, capaz de alcanzar la costa estadounidense. Y pronto lograr¨¢ miniaturizar las cabezas nucleares que ya tiene para montarlas en dichos misiles. Entonces, nos advierten, habr¨¢ una guerra, que no sabemos si ser¨¢ solo convencional o tambi¨¦n incluir¨¢ un pavoroso intercambio nuclear.

Las decisiones que evitar¨¢n o desencadenar¨¢n esa guerra, que casi con toda seguridad (ya ocurri¨® en el pasado) acabar¨ªa involucrando a China de una manera u otra, van a ser tomadas por dos l¨ªderes, Donald Trump y Kim Jong-un, cuyos perfiles psicol¨®gicos son ¡ªpor decirlo educadamente¡ª inquietantes.

Del primero, lo mejor que se puede decir es que es el l¨ªder peor preparado para desempe?ar el puesto de comandante en jefe que uno querr¨ªa tener en este momento crucial. Esa es, sin embargo, una descripci¨®n sumamente ben¨¦vola para los que piensan que Trump no es solo un ignorante sino un peligroso narcisista incapaz de controlar sus emociones, algo especialmente contraindicado cuando hay armas nucleares por medio.

Del segundo, lo mejor que podemos decir es que no sabemos absolutamente nada. Preside una monarqu¨ªa totalitaria tan herm¨¦tica hacia fuera como salvaje y sangrienta hacia dentro. Pero desconocemos por completo si detr¨¢s de ese personaje histri¨®nico hay una mente fr¨ªa y calculadora capaz de manejar una crisis de forma racional o un l¨ªder inestable y emocionalmente inseguro que enviar¨¢ a sus enemigos se?ales err¨®neas e interpretar¨¢ err¨®neamente las que reciba.

?Por qu¨¦ la resoluci¨®n de esta crisis es tan compleja como peligrosa? A medida que los tiempos y las opciones se vayan estrechando, Trump y Kim Jong-un tendr¨¢n que decidir a qui¨¦n tienen enfrente: a (otro) ignorante que desconoce c¨®mo ha llegado all¨ª y qu¨¦ hacer para sobrevivir, a (otro) peligroso narciso con el que tener sumo cuidado o a (otro) actor racional tir¨¢ndose un peligroso farol nuclear. Los ignorantes podr¨ªan, con algo de ayuda de sus equipos y la mediaci¨®n china, negociar y pactar, los narcisos se perder¨ªan en su laberinto interior y seguramente ir¨ªan a la guerra y los jugadores de p¨®quer podr¨ªan calcular mal sus apuestas. Pronto sabremos qui¨¦n hay al mando. @jitorreblanca