Los Beckham SA: c¨®mo conseguir ganar m¨¢s que Isabel II sin dejar de quererse
El misterio de un matrimonio aparentemente feliz que hace (mucho) dinero cada vez que suena un 'flash'
Tienen m¨¢s dinero que la reina de Inglaterra: 570 millones de euros contra los 390 de Isabel II. Los Beckham pertenecen a otra monarqu¨ªa, la de la cultura pop, no solo por haber convertido su matrimonio en tres empresas distintas (David Beckham?, Victoria Beckham? y la conjunta Beckham Ventures?) sino por lograr que, a pesar de o gracias a este negocio, la familia haya prosperado a¨²n m¨¢s que la empresa.
David Beckham (Londres, 42 a?os) ha ganado la liga en cuatro pa¨ªses distintos (Inglaterra, Espa?a, Estados Unidos y Francia); Victoria Beckham (Essex, 43 a?os) vendi¨® 75 millones de discos con las Spice Girls. Y, sin embargo, estos r¨¦cords no son lo primero que se te viene a la cabeza cuando piensas en ellos: el todo ("los Beckham") vale infinitamente m¨¢s que la suma de sus partes (David y Victoria). Esta pareja es un producto que no ha dejado de aumentar exponencialmente en su impacto social, su relevancia cultural y su legado empresarial. Lo ¨²nico que David tiene que responder a esto despu¨¦s de 18 de matrimonio es: "Seguimos juntos porque nos queremos".
Fue una alianza que anexion¨®, como aquellos matrimonios entre monarcas de la antig¨¹edad, los dos grandes bastiones medi¨¢ticos del siglo XXI: el deporte y el pop. El equivalente anglosaj¨®n de los matrimonios espa?oles entre un torero y una folcl¨®rica
En 1997 las Spice Girls posaron vestidas con los uniformes de cinco clubes del f¨²tbol ingl¨¦s: Mel C iba del Liverpool, Emma del Tottenham, Mel B del Leeds, Geri del Watford y Victoria, inevitablemente, del Manchester United. "No me cae nada mal ese diablo rojo de David Beckham", confes¨® la por entonces spice pija.
David y Victoria ya se hab¨ªan conocido. Hab¨ªan compartido citas clandestinas dentro del coche del futbolista en un aparcamiento, siguiendo el consejo de sus m¨¢nagers de mantener su relaci¨®n en secreto el m¨¢ximo tiempo posible. A Victoria le llam¨® la atenci¨®n que Beckham no se relacionase con el resto de jugadores y prefiriese quedarse en un rinc¨®n con su familia: David era un novio, un marido, un yerno y un padre de ensue?o. "Todo el mundo ten¨ªa una Spice Girl favorita, y la m¨ªa era Victoria, porque la vi en televisi¨®n con un ajustado mono de cuero", recuerda Beckham, seguramente refiri¨¦ndose al v¨ªdeo de Say you'll be there. "El amor a primera vista existe", mantiene su mujer dos d¨¦cadas despu¨¦s, confesando adem¨¢s que tomarse un par de copas de vino blanco le anim¨® a darle su tel¨¦fono a las primeras de cambio.
Dos a?os despu¨¦s de su primera cita se casaron. Aquella boda fue un acontecimiento que atrajo el inter¨¦s tanto de los fans de las Spice Girls como de los forofos del f¨²tbol y de los seguidores de cotilleos en general. Fue una alianza que pareci¨® anexionar, como aquellos matrimonios entre monarcas de la antig¨¹edad, los dos grandes bastiones medi¨¢ticos del inminente siglo XXI: el deporte y el pop. El equivalente anglosaj¨®n de los matrimonios espa?oles entre un torero y una folcl¨®rica.
Hace dos meses Victoria public¨® una carta escrita a su yo adolescente: "No olvides la persona de la que te enamoraste, seguir¨¢s a tu hombre alrededor del mundo, os mudar¨¦is de Manchester a Espa?a, y luego a Am¨¦rica. En Espa?a te emocionar¨¢ verle alcanzar su cima como jugador de f¨²tbol, y all¨ª tambi¨¦n sentar¨¢s las bases de tu propia marca de moda colaborando con dise?adores de ropa vaquera y gafas de sol".
David sali¨® del Manchester por la puerta de atr¨¢s, tras generar beneficios de 1.140 millones de euros solo en botas y camisetas, en una huida indigna con nocturnidad y alevos¨ªa causada por sus diferencias irreconciliables con el m¨ªster, Sir Alex Ferguson. Hoy el centrocampista reconoce haberse puesto gallito de m¨¢s. "Le respond¨ªa cuando no deb¨ªa hacerlo. En una ocasi¨®n le dio una patada a una bota que aterriz¨® en mi cara y me tuvieron que dar puntos, la prensa no dejaba de contar rumores sobre las tensiones, pero el Manchester era el equipo de mi padre y habr¨ªa jugado all¨ª hasta mi ¨²ltimo partido", ha relatado en la BBC.
Una reuni¨®n le bast¨® a Florentino P¨¦rez para fundar su ej¨¦rcito de gal¨¢cticos con el fichaje de David Beckham por el Real Madrid. Durante su estancia en Espa?a, los Beckham forjar¨ªan un modelo in¨¦dito de celebridad e inventar¨ªan la filosof¨ªa Kardashian antes de que supi¨¦ramos qui¨¦nes son las Kardashian: David y Victoria decidieron rentabilizar su privacidad para impedir que lo hicieran los dem¨¢s. Fue cuando se publicaron las supuestas quejas de Victoria sobre el olor a ajo de Madrid.
Manten¨ªan citas clandestinas dentro del coche del futbolista en un aparcamiento, siguiendo el consejo de sus m¨¢nagers de mantener su relaci¨®n en secreto el m¨¢ximo tiempo posible
"Ya no me da miedo contar lo terriblemente dif¨ªcil que fue aquella etapa", recuerda Victoria a la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue. Y a?ade: "La gente dec¨ªa cosas horribles, ¨¦ramos el hazmerre¨ªr. Cada vez que encend¨ªa la televisi¨®n o le¨ªa una revista aparec¨ªa alguien ensa?¨¢ndose conmigo y con mi familia". Los rumores de infidelidad de David con la ni?era Rebecca Loos, la pol¨¦mica nunca aclarada del todo con su compa?era de gimnasio Ana Obreg¨®n (a quien la leyenda urbana asegura que Victoria defini¨® como "una Barbie geri¨¢trica") y el rechazo de la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica torpedearon a los Beckham, pero nunca llegaron a hundirles.
"?C¨®mo te sientes al haber decepcionado a la naci¨®n y a tu familia?", fue la pregunta que un periodista le bram¨® en cuanto David volvi¨® a poner un pie en su pa¨ªs. Mientras ¨¦l jugaba al f¨²tbol, Victoria puso en marcha la maquinaria de lo que hoy conocemos como la marca Beckham. La vida de un futbolista es corta, pero la de una Spice Girl es a¨²n m¨¢s ef¨ªmera. Y Victoria sab¨ªa que nunca fue la mejor cantante de las cinco, as¨ª que dej¨® atr¨¢s su apellido (Adams) y adopt¨® el de su marido como cualquier empresa que se reinventa empezando por su nombre.
Victoria entendi¨® que ella deb¨ªa renunciar temporalmente a su fama para contribuir a la de su marido. Quiz¨¢ en este momento los Beckham ya sab¨ªan que primero le tocaba a ¨¦l triunfar en el Real Madrid, y a cambio despu¨¦s se mudar¨ªan a Los ?ngeles, donde ¨¦l jugar¨ªa para los Galaxy mientras ella fundaba su imperio de la moda. En 2002 se estren¨® una pel¨ªcula cuyo t¨ªtulo resum¨ªa la actitud de mayor¨ªa de la poblaci¨®n masculina: Quiero ser como Beckham.
"David Beckham era un icono de estilo perfecto", describe el cr¨ªtico de moda Pedro Mansilla. "Era como un buen invitado, un chaval guapo de clase media que, tras desdibujarse las clases sociales, representaba un nuevo tipo de ¨ªdolo aspiracional", a?ade. Aun en activo como jugador profesional, Beckham empez¨® a metamorfosearse en un referente est¨¦tico para la masa: las mechas rubias, las americanas blancas, los vaqueros deste?idos y los pendientes de diamante invadieron las discotecas de toda la costa mediterr¨¢nea.
Con David Beckham naci¨® el metrosexual. Contin¨²a Mansilla: "Paralelamente, Zara pon¨ªa al alcance de todo el mundo lo m¨¢s moderno en pasarelas internacionales, y Beckham representaba a un nuevo modelo de h¨¦roe, que recordaba a los deportistas legendarios de la antigua Grecia, pero tambi¨¦n a los nuevos triunfadores, esos que acceden al poder sin ponerse corbata. Gracias a Beckham, los hombres entendieron que la buena presencia pod¨ªa ayudarles profesionalmente".
Durante su estancia en Espa?a, los Beckham forjar¨ªan un modelo in¨¦dito de celebridad e inventar¨ªan la filosof¨ªa Kardashian antes de que supi¨¦ramos qui¨¦nes son las Kardashian: David y Victoria decidieron rentabilizar su privacidad para impedir que lo hicieran los dem¨¢s
La percepci¨®n colectiva es que ¨¦l, la personificaci¨®n de la nueva sensibilidad masculina, hab¨ªa convertido a Victoria en una mujer m¨¢s terrenal; y que ella, a cambio, le hab¨ªa moldeado est¨¦ticamente. Pero esta es una teor¨ªa m¨¢s que alimenta la mitolog¨ªa de los Beckham, una fascinaci¨®n mundial cuyos cimientos se construyeron en Madrid y que no ha dejado de crecer desde entonces al mismo tiempo que aumenta la familia.
Brooklyn (18 a?os) ya es modelo y fot¨®grafo; Romeo (14 a?os) no ha encontrado su vocaci¨®n a¨²n; Cruz (12 a?os) ya ha grabado una canci¨®n ben¨¦fica; y la mano de Harper (5 a?os) enterneci¨® al planeta entero cuando su padre comparti¨® una foto en Instagram. "Nuestros hijos saben que deben trabajar duro", asegur¨® Victoria al programa Today. "Saben que deben hacer los deberes a tiempo, siempre asistimos a las reuniones de padres y siempre preguntamos si son buenos chicos, si se portan bien. Les hemos dado un hogar feliz, hay m¨²sica, bailamos y cantamos", asegur¨®.
David y Victoria Beckham han sido imagen de firmas de ropa, cosm¨¦ticos, deporte, perfumes, ocio y tratamientos de spa. David ha colaborado con Pepsi, Adidas, H&M, videojuegos y parques tem¨¢ticos de Disney. La l¨ªnea de ropa VB, dise?ada por Victoria, genera 68 millones de euros al a?o, y le granje¨® el premio a dise?ador del a?o del Instituto Brit¨¢nico de Moda en 2011.
El p¨²blico siente que lo sabe todo sobre el matrimonio, pero en realidad solo sabemos lo que ellos quieren que sepamos. David habla constantemente de su familia, quien lo sacrific¨® todo por la carrera deportiva del chaval, alimentando la narrativa de que todo lo que hace y todo lo que ha logrado ha sido para conseguir que sus padres y sus dos hermanas se sientan orgullosos.
Victoria, por su parte, jam¨¢s menciona a sus padres ni a sus dos hermanos. Prefiere hablar abiertamente del acoso escolar que sufri¨® de adolescente (recuerda que le tiraban latas y pa?uelos usados), de la fortaleza de su relaci¨®n con David, a quien define como su compa?ero de equipo y su alma gemela, y de su determinaci¨®n como madre trabajadora. "Nunca lleves tacones con plataforma o pantalones de campana en la carrera de madres de fin de curso", recomienda. Y a?ade: "Nunca creas a esa madre que te promete que se quedar¨¢ contigo en el ¨²ltimo puesto de la carrera. Porque no lo har¨¢. Y cuando aseguren que 'lo importante es participar', no lo es. Lo importante es ganar".
Los Beckham han acabado ganando. El partido, la liga y un campeonato medi¨¢tico que no exist¨ªa hasta que lo inventaron ellos. La elocuencia y honestidad con la que hablan de s¨ª mismos ha logrado que el p¨²blico no tenga que recurrir a las revistas sensacionalistas para acercarse a la pareja: ellos mismos comparten su intimidad familiar para quien quiera escucharles.
Los Beckham han sido condecorados como oficiales de la orden del Imperio Brit¨¢nico por su aportaci¨®n al mundo de la moda y de la imagen del Reino Unido, y han ejercido como embajadores de UNICEF y portavoces de las Naciones Unidas. Y solo han jugado el primer tiempo. A los 42 a?os, David est¨¢ convencido de que la gente "est¨¢ harta de verme en calzoncillos". Seguramente se equivoca, pero en lo que s¨ª acierta es en su recatada pero sincera reflexi¨®n cuando mira atr¨¢s. "No cambiar¨ªa nada. Nada".
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