Mujeres en los CIE: m¨¢s y m¨¢s discriminaci¨®n
Por una cuesti¨®n de g¨¦nero, las recluidas en los Centros de Internamiento de Extranjeros sufren problemas espec¨ªficos
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Hace unas semanas lleg¨® a los medios de comunicaci¨®n un grito de socorro: En el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, hab¨ªan desalojado a los internos por el mal estado del edificio pero... Se hab¨ªan dejado a las mujeres. Hacia saltar la alarma Women' s Link, una ONG que se dedica a la defensa de los derechos de las mujeres. Los de estas de Algeciras no estaban siendo muy respetados. Los hombres hab¨ªan sido trasladados a otros centros, pero ellas se hab¨ªan quedado all¨ª, en condiciones precarias y peligrosas. "No hay espacio suficiente para hacer ejercicio al aire libre y apenas entra luz natural. Cuando solicitan una compresa o tampones los polic¨ªas se los dan un d¨ªa m¨¢s tarde. Por la noche las encierran con cerrojo en una celda que no puede abrirse de forma autom¨¢tica en caso de que se produzca, por ejemplo, un incendio", denunci¨® Patricia Orejudo, abogada de la organizaci¨®n.
?La organizaci¨®n present¨® varias quejas. "La primera fue el 22 de mayo, cuando supimos que hab¨ªa mujeres all¨ª; luego una de nuestras abogadas visit¨® el centro, pero tuvo algunos problemas para acceder, por lo que presentamos una segunda reclamaci¨®n. Y en todos los casos, de forma doble: a la jueza de control y a la defensora del pueblo", resume Orejudo. "El 2 de junio sumamos cuatro quejas m¨¢s, individualizadas, por los casos de cuatro mujeres", concluye.
Al cabo de varias semanas la situaci¨®n se resolvi¨® para estas internas: concluyeron las obras en el m¨®dulo de hombres, estos volvieron y ellas fueron liberadas salvo una, que fue trasladada al CIE de Aluche, en Madrid. Su caso est¨¢ siendo estudiado por las abogadas de Women's Link. "Tambi¨¦n denunciamos la arbitrariedad de decisiones; de buenas a primeras las dejaron salir a todas, la mayor¨ªa no eran deportables", explica la abogada. "Es lo que denunciaba el Servicio Jesuita a Migrantes: que los CIE no funcionan como deber¨ªan, sirven para privar gente de libertad sin ning¨²n fin".
Lo que no ha llegado de momento es una respuesta a todas las reclamaciones presentadas. La ahora exdefensora del pueblo present¨® el pasado abril un informe con 13 medidas, entre ellas el cierre del CIE de Algeciras, sin ¨¦xito. El ¨²nico paso que se ha dado hasta hoy por el cierre de estos centros de internamiento, que en la pr¨¢ctica funcionan como c¨¢rceles, ha sido por parte del Ayuntamiento de Madrid. La alcaldesa, Manuela Carmena, present¨® un plan de actuaci¨®n a principios de julio que ofrece alternativas municipales a la reclusi¨®n de personas indocumentadas, como por ejemplo, que el Ayuntamiento asuma parte de la asistencia social y m¨¦dica de los migrantes. "Hasta que se cierre", recalc¨®.
Hasta aqu¨ª, un caso m¨¢s de la discriminaci¨®n que sufren las mujeres migrantes en situaci¨®n irregular en Espa?a. Un estudio de la Red Acoge revela, de hecho, que ellas perciben una doble discriminaci¨®n: por ser extranjeras (49% de los casos) y por ser mujeres (21%). En otro estudio titulado Mujeres en los CIE: g¨¦nero, inmigraci¨®n e internamiento, la catedr¨¢tica de Derecho Penal Margarita Mart¨ªnez Escamilla destaca dos ideas: "la gran indefensi¨®n" que padecen las migrantes una vez llegadas a Espa?a y, "la especial dureza de un periplo migratorio que suele durar a?os: atrapadas e indefensas en pa¨ªses profundamente machistas, con el sufrimiento a?adido de la discriminaci¨®n por ser mujer en sus m¨¢s brutales manifestaciones".
Ellas perciben una doble discriminaci¨®n: por ser extranjeras (49% de los casos) y por ser mujeres (21%)
Patricia Orejudo, de Women's Link, coincide con que los problemas por raz¨®n de g¨¦nero son a¨²n m¨¢s patentes en los CIE. En 2012, publicaron un informe con el resultado de cuatro a?os de trabajo entrevistando mujeres en los centros con el fin de identificar a posibles v¨ªctimas de trata y ofrecer asesor¨ªa legal. Fruto de este trabajo, se pueden enumerar los tipos de discriminaci¨®n m¨¢s frecuentes:?
V¨ªctimas de trata
"La trata con fines de explotaci¨®n sexual afecta sobre todo a mujeres. Una de las discriminaciones m¨¢s claras que pueden sufrir las mujeres internas en los CIE es la de no ser identificadas como tales", explica Orejudo, quien relata casos de mujeres v¨ªctimas de trata que acabaron en un CIE y fueron deportadas cuando deb¨ªan haber sido protegidas. "Es un gran fracaso del sistema de identificaci¨®n que se repite de forma recurrente porque las autoridades prefieren priorizar el control migratorio sobre la protecci¨®n de sus derechos (aunque las organizaciones sociales s¨ª las identifiquen como v¨ªctimas)", opina. Un ejemplo conocido es el de Gladys John, que Women's Link acaba de presentar ante el Comit¨¦ contra la Tortura de la ONU. Gladys, de 25 a?os, nigeriana, embarazada e internada en un CIE, fue expulsada de Espa?a al no ser identificada como v¨ªctima de trata.
Muy relacionado con la falta de identificaci¨®n de v¨ªctimas de trata est¨¢n los estereotipos y prejuicios que todav¨ªa existen contra las mujeres migrantes. "Las autoridades no las creen y consideran que est¨¢n dispuestas a cualquier cosa con tal de no ser expulsadas del pa¨ªs", sostiene Orejudo.
Atenci¨®n sanitaria
Las mujeres embarazadas no reciben el seguimiento m¨¦dico adecuado y de nuevo el caso de Gladys sirve de ejemplo. Durante su estancia en el CIE de Aluche, en Madrid, sufri¨® ansiedad debido a las amenazas provenientes de la mafia que la explot¨®, pero no recibi¨® ninguna atenci¨®n sanitaria especializada por su embarazo. "No sabemos si las autoridades realizaron el preceptivo informe m¨¦dico que valorase el riesgo de la deportaci¨®n para la gestaci¨®n o la salud de Gladys", abunda la abogada de Women's Link.
Otro ejemplo es el de Mercy, internada en el mismo CIE cuando estaba embarazada de cuatro meses y reci¨¦n llegada a Espa?a en patera. Presentaba mucha tos, y cont¨® durante su entrevista que no com¨ªa ni dorm¨ªa bien y que nadie le hab¨ªa hecho pruebas sobre su embarazo.
Por su parte, la organizaci¨®n Ferrocarril Clandestino asegur¨® haber detectado casos de falta de asistencia m¨¦dica, provocaciones y propuestas indecentes por parte de los agentes de polic¨ªa a las internas. Es m¨¢s, en 2006 un grupo de internas del CIE de M¨¢laga denunci¨® a agentes de la polic¨ªa nacional por abusar sexualmente de ellas. En 2015, todos fueron absueltos porque el tribunal no consider¨® suficiente el testimonio de la ¨²nica mujer que declar¨®.
Proyecto Esperanza mantuvo que algunas mujeres se sienten respetadas y bien tratadas, pero otras refirieron malos tratos verbales, agresiones f¨ªsicas puntuales y violencia leve. Coordinadora de Barrios se?al¨® que la mayor parte de los funcionarios eran hombres sin formaci¨®n en g¨¦nero, algo que deber¨ªa ser imprescindible porque muchas mujeres han sufrido abusos de varios tipos en los pa¨ªses de origen, tr¨¢nsito y destino. El Gobierno desminti¨® estas afirmaciones y asever¨® que en Aluche las mujeres son atendidas por mujeres polic¨ªa, que representa en torno al 15% del cuerpo de seguridad y que siempre hay alguna en todos los turnos.
Peores instalaciones que los m¨®dulos de hombres
El ¨²ltimo caso ha sido el del CIE de Algeciras, pero hay m¨¢s ejemplos en los que se ve que las mujeres cuentan con m¨®dulos m¨¢s peque?os, con menor espacio al aire libre, menor tiempo de recreo en el patio que los varones y peores espacios comunes. En el CIE de Barranco Seco, en Gran Canarias, la juez de control calific¨® la situaci¨®n de las mujeres de especialmente lamentable. "La existencia de un ¨²nico patio y la tajante separaci¨®n entre hombres y mujeres, atendiendo a razones de seguridad, determina que las mujeres disfruten de tan solo una hora de patio por la ma?ana y otra hora por la tarde, a una hora mucho peor que los hombres, que tienen m¨¢s tiempo y en mejor franja horaria. Las mujeres pueden salir de 10 a 11 de la ma?ana, cuando a menudo a¨²n hace fr¨ªo, y de 16 a 17 horas, justo despu¨¦s de comer, a un patio totalmente descubierto, sin poder resguardarse del fr¨ªo ni del sol", relata el informe. Cuando se realizaron estas entrevistas solo hab¨ªa una mujer en el CIE. No hac¨ªa uso de su derecho a salir y estaba sola y aislada todo el d¨ªa.?
En el CIE de Zapadores, en Valencia, las mujeres ten¨ªan que limpiar sus aseos y los hombres no, pese a que exist¨ªa un servicio profesional de limpieza para todas las instalaciones.
Menos objetos de aseo y mudas
Adem¨¢s del caso de Algeciras, en el que las internas no obten¨ªan compresas y tampones hasta el d¨ªa despu¨¦s de pedirlo y tampoco ten¨ªan siempre gel de ba?o, existe otro ejemplo sonado que ocurri¨® en septiembre de 2016 en el CIE de Canarias: el de una mujer que pas¨® dos meses con la misma ropa interior. Una resoluci¨®n del Juzgado de Instrucci¨®n No. 8 de Las Palmas de Gran Canaria reconoci¨® que no otorgar a las mujeres la misma cantidad de ropa que a los hombres internos y no proporcionarles o restringirles el uso de ¨²tiles de aseo personal "constituye una forma de discriminaci¨®n directa contra las mujeres y atenta contra la dignidad humana y los derechos fundamentales de las internas".
En el CIE de Aluche, Dar¨ªa contaba que no le hab¨ªan proporcionado acondicionador para el pelo y que tampoco hab¨ªan permitido que su marido le llevase un bote. En Canarias, Ana se quejaba de que ten¨ªa racionadas las compresas higi¨¦nicas y que adem¨¢s ten¨ªan que pedirlas. ¡°?Por qu¨¦ tengo que explicarle a un polic¨ªa cu¨¢ndo tengo la regla o explicarle que mi flujo es abundante y que me tiene que dar m¨¢s? Es algo vergonzoso. Me da verg¨¹enza¡±, se quejaba. El Gobierno asegur¨® que las compresas se dan cuando se piden.
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