Los cuervos son m¨¢s previsores que un ni?o peque?o
Los logros de estas aves despiertan importantes cuestiones sobre la evoluci¨®n de la inteligencia
"El cuervo me mira fijamente, una mirada intensa y curiosa, como si me preguntara qu¨¦ me resulta tan sorprendente". Esta frase de Jennifer Ackerman, de su exitoso libro El ingenio de los p¨¢jaros (Ariel), resume la fascinaci¨®n creciente que la familia de los cuervos est¨¢ despertando entre cient¨ªficos y divulgadores. Precisamente, el libro de Ackerman pretende resaltar las incre¨ªbles capacidades de las aves, pero la inteligencia de los c¨®rvidos?¡ªcuervos, cornejas...¡ª va m¨¢s all¨¢ de lo esperable. Cada nuevo reto que los cient¨ªficos plantean ante sus cerebros se resuelve con una solvencia que, como poco, equipara su inteligencia con la de grandes simios como chimpanc¨¦s y orangutanes.
En este caso, lograron ir un poco m¨¢s lejos: los cuervos mostraron que son capaces de renunciar a una recompensa inmediata para lograr otra mejor en el futuro
Y eso es lo que acaba de suceder, una vez m¨¢s, seg¨²n un estudio que publica la revista Science. Los cuervos estudiados fueron capaces de resolver, de nuevo, los problemas de l¨®gica que se les planteaban para obtener un premio. Pero en este caso, lograron ir un poco m¨¢s lejos: los cuervos mostraron que son capaces de renunciar a una recompensa inmediata para lograr otra mejor en el futuro. Esa capacidad de planificar, de adelantarse a los acontecimientos, de resistir la tentaci¨®n con vistas a un objetivo mayor son cualidades cognitivas de alto nivel. En los distintos experimentos, mostraron capacidades similares o superiores a las de los grandes simios e incluso a ni?os de cuatro a?os.
Para probar estas capacidades, los investigadores de la Universidad de Lund sometieron a los cuervos a una serie de experimentos. Inicialmente, les ense?aron a usar una caja de rompecabezas que exig¨ªa cierta habilidad para descubrir el mecanismo que permite acceder al premio, usando una herramienta. Hasta aqu¨ª todo normal, dado que estos animales han demostrado una inimaginable capacidad para servirse de herramientas de todo tipo. Se sabe de cuervos en Jap¨®n que esperan a que el sem¨¢foro se ponga en rojo para colocar nueces en cruces concurridos, para as¨ª dejar que los coches rompan las c¨¢scaras al ponerse en verde y recuperar el contenido al volver a rojo.
M¨¢s adelante, estos cient¨ªficos retrasaban la llegada de la caja 15 minutos despu¨¦s de dejarles escoger herramientas, mostrando que son capaces de anticiparse un peque?o espacio de tiempo. Pero es que los cuervos fueron capaces de mantener esa capacidad de previsi¨®n hasta el d¨ªa siguiente (17 horas), para abrir la caja con la herramienta adecuada.
"Los cuervos son tan inteligentes por una combinaci¨®n de factores: gran cerebro, un entorno social complejo y la necesidad de resolver problemas como encontrar alimento"
Lo m¨¢s interesante sucedi¨® cuando les ense?aron a conseguir la herramienta o el premio mediante trueque. Se les ofrec¨ªan distintos objetos, entre ellos una ficha que los cuervos sab¨ªan que pod¨ªan cambiar por un peque?o premio. Cada vez que se presentaba la ficha, los cuervos la escog¨ªan para obtener el peque?o premio de inmediato. Cuando se les ofreci¨® a la vez la ficha o la herramienta con la que podr¨ªan abrir tiempo despu¨¦s la caja, con un premio mayor, los cuervos no dudaron. En todas las ocasiones escogieron esperar y conseguir m¨¢s adelante una recompensa mejor. En un experimento similar con ni?os y ni?as de cuatro a?os, tan solo el 50% escogi¨® el premio en diferido y en muchos casos no parec¨ªan tener claro por qu¨¦.
Can Kabadayi, principal autor del estudio, explica a Materia un aspecto importante sobre el logro de los cuervos: que escog¨ªan la opci¨®n de la herramienta para obtener una recompensa mayor desde la primera vez que se les planteaba el dilema. "Al planificar estudios como este, el primer ensayo es importante", resalta Kabadayi, "ya que el ¨¦xito en el primer intento no puede explicarse por la simple formaci¨®n de h¨¢bitos. Al contrario, probablemente refleja un comportamiento dirigido a un objetivo cuando el animal se enfrenta el problema por primera vez". En pruebas similares, a los ni?os generalmente se les da solo una oportunidad y eso es lo que les permiti¨® comparar las acciones en la primera prueba de los cuervos con las de los ni?os.
La memoria de esta familia de aves, los c¨®rvidos, es extraordinaria y qued¨® demostrada una vez m¨¢s en un estudio publicado el mes pasado: los cuervos eran capaces de recordar la cara de la persona que les hab¨ªa estafado en un trato durante un mes. La pregunta que se plantean experimentos como estos es fascinante: ?c¨®mo se desarrollaron estos niveles de inteligencia independientemente, en paralelo, en algunas aves como los cuervos y algunos mam¨ªferos como los grandes simios y los humanos? Si algo parece descartable, aseguran estos cient¨ªficos, es que fueran capacidades presentes en el ancestro com¨²n de ambas familias de especies que habitaba la Tierra hace 320 millones de a?os.
?C¨®mo se desarrollaron estos niveles de inteligencia en paralelo, en algunas aves como los cuervos y algunos mam¨ªferos como los grandes simios y los humanos?
"La principal importancia de nuestros hallazgos es que estas habilidades de planificaci¨®n, que hasta ahora se consideraban ¨²nicas en humanos y grandes simios, tambi¨¦n est¨¢n presentes en los c¨®rvidos", apunta Kabadayi. Y a?ade: "Esto sugiere que la cognici¨®n compleja puede surgir varias veces, independiente del ancestro com¨²n, y el estudio de esta evoluci¨®n independiente es importante para comprender los mecanismos subyacentes de la cognici¨®n". Si puede surgir en distintas especies en distintos momentos, hay algo en el cerebro que permite que esa chispa evolutiva se encienda.
Para seguir profundizando en ello, estos cient¨ªficos plantean la necesidad de seguir estudiando el cerebro de las aves. "Los cuervos son tan inteligentes, probablemente, por una combinaci¨®n de muchos factores, como su gran cerebro con muchas neuronas, un entorno social complejo y unas condiciones ambientales que pueden haber requerido habilidades cognitivas complejas, es decir, la necesidad de resolver problemas como encontrar fuentes de alimento separadas", explica el investigador de la Universidad de Lund.
Para explicar esta situaci¨®n tan fascinante, la evoluci¨®n independiente de habilidades cognitivas complejas en animales muy diferentes, es importante destacar que esta similitud hasta ahora reside en el nivel funcional. Es decir, sabemos que chimpanc¨¦s, ni?os y cuervos pueden hacerlo, pero a¨²n no sabemos lo suficiente sobre los mecanismos cerebrales de las aves a la hora de completar estos logros. El a?o pasado, se descubri¨® que los cerebros de las aves pueden concentrar un n¨²mero desproporcionadamente grande de neuronas en comparaci¨®n con los cerebros de mam¨ªferos. Como explica Ackerman en su libro, "las aves concentran n¨²meros sorprendentemente altos de neuronas, realmente altas, con densidades al menos parecidas a las que encontramos en primates. Y en c¨®rvidos y loros, estos n¨²meros son a¨²n m¨¢s altos". "Por lo tanto", indica?Kabadayi, "la cuesti¨®n central es averiguar lo que es nuevo y lo que se conserva durante la evoluci¨®n del cerebro y cu¨¢ntas maneras diferentes hay de construir la cognici¨®n compleja".
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