El fin de las mil y una noches del Aga Khan IV
El multimillonario y l¨ªder espiritual de los musulmanes ismaelitas prepara su retiro y traslada su imperio a Portugal
Shah Karim al-Hussayni, fil¨¢ntropo, multimillonario (Forbes le estima una fortuna de 1.000 millones de d¨®lares) y bon vivant, poseedor del t¨ªtulo din¨¢stico y religioso de Aga Khan IV, acaba de celebrar el 60? aniversario de su entronizaci¨®n como l¨ªder de los musulmanes ismaelitas. Una rama minoritaria del chiismo que cuenta con unos 15 millones de fieles diseminados por Asia, ?frica y Europa, sumamente generosos en las donaciones a la comunidad y a su im¨¢n, a quien consideran descendiente directo del profeta Mahoma. La vida del Aga Khan, nacido en Ginebra en 1936 aunque tiene pasaporte brit¨¢nico, siempre estuvo rodeada por una bruma a lo mil y una noches por el brillo del lujo en el que transcurre su biograf¨ªa. Hoy, cumplidos ya los 80 a?os, quiere jubilarse.
En sus a?os dorados sol¨ªa protagonizar unas cr¨®nicas del coraz¨®n atra¨ªdas por el irresistible encanto de las fiestas en su inmensa finca de Cerde?a, la dolce vita en la que permaneci¨® instalado, sus valiosos caballos, las mujeres que le rodeaban (aunque ¨¦l se cas¨® dos veces) y las joyas con las que las colmaba (su segunda exmujer, la princesa alemana Gabriela, subast¨® en abril de 2016 piezas valoradas en 20 millones de euros). Pero esta ¡°suerte de Gianni Agnelli, m¨¢s arist¨®crata y con un toque oriental¡±, como lo ha definido el peri¨®dico Corriere della Sera, est¨¢ ahora preparando su sucesi¨®n. Y ha decidido trasladarlo todo a Portugal.
Tras a?os de preparaci¨®n y runr¨²n de fondo, deja su castillo de Chantilly, en Francia, y se muda a Lisboa, ciudad portuguesa en la que se encuentra el centro neur¨¢lgico de la comunidad religiosa y de su fundaci¨®n (Aga Khan Development Network, AKDN), puntera en diversos proyectos de cooperaci¨®n internacional. Obviamente, no va a cualquier sitio. En la capital lusa le espera un delicioso palacete de la primera d¨¦cada del siglo XX, que perteneci¨® al empresario del caf¨¦ Henrique Mendon?a y que ha adquirido por unos 12 millones de euros.
La mudanza del pr¨ªncipe y de su corte refrenda el acuerdo firmado en junio de 2015 con Portugal. Adem¨¢s de las inversiones inmobiliarias, el l¨ªder ismaelita se comprometi¨® a mejorar la calidad de vida de los fieles de esa nacionalidad y a financiar proyectos de investigaci¨®n cient¨ªfica y econ¨®mica. Como contrapartida, obtuvo la exenci¨®n total de los impuestos sobre el rendimiento y sobre su patrimonio.
Su pr¨®ximo y buen retiro lusitano cerrar¨¢ una l¨ªnea din¨¢stica de famosos galanes. El abuelo de Karim, el Sult¨¢n Mahommed Shah, Aga Khan III, tuvo decenas de romances: entre ellos, uno con la bailarina italiana Cleope Teresa Magliano, que termin¨® rindi¨¦ndose a su cortejo con la ayuda de un diamante de 61 quilates. Ese gusto por las mujeres se lo traslad¨® a su hijo, el Pr¨ªncipe Al¨ª Khan, que de 1949 a 1953 estuvo casado con una de las mujeres m¨¢s sensuales y deseadas de la historia, la actriz Rita Hayworth.
En su testamento, el Aga Khan III design¨® a su nieto, salt¨¢ndose una generaci¨®n, como sucesor, por ser un hombre joven ¡°criado en medio de una nueva era¡±. El 11 de julio de 1957, con tan solo 20 a?os, Karim, que entonces estudiaba Historia isl¨¢mica en la prestigiosa Universidad de Harvard, se convirti¨® en el 49? im¨¢n de los ismaelitas. Iba a modernizar la saga. Nada m¨¢s recibir el t¨ªtulo, rompi¨® una antigua tradici¨®n: en el momento de la entronizaci¨®n, sus predecesores sol¨ªan sentarse en el plato de una balanza mientras los feligreses llenaban el otro de oro y diamantes hasta alcanzar su peso. Karim, cuyo sucesor se espera que sea su segundo hijo (el pr¨ªncipe Rahim Aga Khan), se qued¨® de pie. Fue el principio de una serie de actos poco convencionales.
En 1962, por ejemplo, con su Volkswagen Escarabajo lleg¨® a una playa desierta en el norte de Cerde?a, que hab¨ªa avistado d¨ªas antes desde su yate. Arena blanca y fina, agua cristalina, un entorno salvaje e incontaminado. Los pastores lo llamaban Porto Cervo, porque all¨ª solo viv¨ªan ciervos. La leyenda dice que par¨® al primero con el que se top¨® y le ofreci¨® 5.000 millones de liras para quedarse con el lugar. La negociaci¨®n, sellada entre cabras, convirti¨® al Aga Khan en uno de los personajes m¨¢s codiciados por las legiones de paparazis de la ¨¦poca.
Un sue?o ya sin brillo
El pr¨ªncipe compr¨® 3.000 hect¨¢reas de rocas, matorrales y playas. Acto seguido, reuni¨® a un grupito de amigos millonarios con los que proyect¨® y financi¨® la construcci¨®n de un sistema urban¨ªstico extremadamente detallado, pero respetuoso con el entorno: nacieron hoteles lujosos, discotecas, clubes de golf, se abrieron senderos privados de acceso al mar, explanadas de aterrizaje para jets y helic¨®pteros All¨ª fue a atracar el yate Fortuna su ¨ªntimo amigo don Juan Carlos en el verano de 1981. En la d¨¦cada de los sesenta, la Costa Esmeralda ¡ªcon Porto Cervo como joya de la corona¡ª se convirti¨® en un rinc¨®n exclusivo y cosmopolita, donde los ricos y famosos del mundo entero pr¨¢cticamente se sent¨ªan obligados a veranear. La princesa Margarita de Inglaterra, la actriz Catherine Deneuve, Grace Kelly con Rainiero de M¨®naco, el actor y director Ugo Tognazzi o el beatle Ringo Starr pasaron veranos en aquellos parajes.
Pero hoy el sue?o ha perdido aquel brillo. Incluso su fundador lo abandon¨®. En 2014, Shah Karim al-Hussayni vendi¨® su mansi¨®n de tres plantas escondida entre pinos y rocas: mil metros cuadrados para 13 habitaciones, el doble de jard¨ªn y bosque, muelle privado para barcos de hasta 18 metros de largo, garaje y varias piscinas. La ¨¦poca de las mil y una noches se termin¨®.
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