Un pr¨ªncipe sin reino pero con 15 millones de fieles
Cuando se cumplen 58 a?os de su ascenso como jefe espiritual de los ismael¨ªes, el ag¨¢ Jan asegura su sucesi¨®n
Le gusta el poder, no la fama. Como casi todos los ricos de cuna huye de los medios de comunicaci¨®n. Se mantiene muy activo a sus 78 a?os, pero solo se deja ver cuando lo requieren sus obligaciones como l¨ªder espiritual de la comunidad ismael¨ª compuesta por m¨¢s de 15 millones de musulmanes repartidos en 25 pa¨ªses. El ag¨¢ Jan acaba de hacer una excepci¨®n y ha difundido una foto en la que posa con su hijo Karim y la esposa de este, la princesa Salwa, para presentar al primer hijo de la pareja. Es la imagen que refleja que la l¨ªnea de sucesi¨®n est¨¢ garantizada, todo ello coincidiendo con el 58? aniversario que hoy se cumple de su llegada a un reino sin pa¨ªs.
Salvo en estas contadas estampas familiares el ag¨¢ Jan solo posa sin esconderse en los hip¨®dromos donde sus caballos compiten. Su cuadra es una de las mejores del mundo y atesora todos los grandes premios del calendario. Lo que comenz¨® siendo una afici¨®n es ahora, adem¨¢s, otro lucrativo negocio para ¨¦l. Es su hija mayor, Zahra, quien se ocupa de criar caballos en Chantilly (Francia). Pero no solo en ello trabaja su primog¨¦nita. Tambi¨¦n es responsable del departamento de Bienestar Social de la Aga Jan Development Network, un conglomerado de fundaciones creado por su padre que cuenta con m¨¢s de 80.000 empleados en 30 pa¨ªses y m¨²ltiples iniciativas sociales y culturales en Europa, ?frica y Asia. En una de ellas, que opera en Ginebra, trabaja desde agosto de 2013 Cristina de Borb¨®n. La amistad que une a don Juan Carlos con el ag¨¢ Jan facilit¨® la nueva vida laboral de la Infanta una vez que sali¨® de Espa?a tras el estallido del caso N¨®os.
El rey Juan Carlos fue compa?ero del l¨ªder de los ismael¨ªes en el exclusivo colegio internacional de Le Rosey, en Suiza, por el que pasaron, entre otros, el pr¨ªncipe Raniero de M¨®naco, Alberto de B¨¦lgica o Mohamed Reza Pahlevi, el ¨²ltimo sah de Ir¨¢n.
Naci¨® en Ginebra pero tiene pasaporte brit¨¢nico. La revista Forbes estim¨® en 2008 su fortuna personal en 1.000 millones de d¨®lares, unos 775 millones de euros, pero las estimaciones var¨ªan seg¨²n la fuente. La justicia francesa la fij¨® recientemente en 10.000 millones, de acuerdo con el diario Le Figaro. Como hombre de negocios, el ag¨¢ Jan es el socio mayoritario de la financiera italiana Fimpar, que se hizo con el control del grupo hotelero Ciga y cre¨® e impuls¨® la Costa Esmeralda, en Cerde?a, lugar de reuni¨®n de la alta sociedad mundial. Adem¨¢s, es presidente de un impresionante entramado empresarial y financiero que le reporta unos enormes beneficios anuales, con los que no solo ha mantenido la fortuna heredada de su abuelo, sino que la ha aumentado.
Se mueve en los c¨ªrculos m¨¢s exclusivos y su vida personal no la expone. Solo hubo una excepci¨®n. El divorcio de su segunda esposa, la princesa Gabriele Thyssen, que le coloc¨® en el ojo del hurac¨¢n. Ocurri¨® en 2002, cuando la entonces begum Inaara, el t¨ªtulo que recibi¨® al contraer matrimonio, descubri¨® que su marido le era infiel. Gracias a un detective privado, supo que el pr¨ªncipe se hab¨ªa ido de vacaciones a Tanzania con otra mujer a bordo de su avi¨®n privado. Gabriele Thyssen solicit¨® entonces el divorcio que valor¨® en 200 millones. El ag¨¢ Jan ofreci¨® siete. Desde ese momento, comenz¨® la batalla judicial, financiera y p¨²blica. Una vez acallada la tormenta hoy ¨¦l hace todo lo posible por mantenerse al margen los c¨ªrculos de la jet set m¨¢s popular. Su vida es la de un rico y poderoso de verdad. Esos que no salen en las revistas.
Una comunidad ¨¦tnica, culturalmente diversa y pol¨ªticamente neutral
Los ismael¨ªes son una comunidad ¨¦tnica y culturalmente diversa que sigue una rama minoritaria dentro del minoritario islam chi¨ª cuyo l¨ªder espiritual es el ag¨¢ Jan. Tambi¨¦n se les conoce como septimanos porque en el siglo VIII se escindieron del grueso de los chi¨ªes al optar como s¨¦ptimo imam por Ismael Ibn Jafar, en lugar de su hermano m¨¢s joven Musa al Kadhim.
Apenas suman 15 millones de fieles (frente a los 1.500 millones de musulmanes, de los que un 12% son chi¨ªes y el resto sun¨ªes), pero est¨¢n repartidos por los cinco continentes. Las principales congregaciones se hallan en India, Pakist¨¢n, Afganist¨¢n e Ir¨¢n, debido a que emigraron hacia el Este ante la oposici¨®n que encontraron en Arabia a que su l¨ªder dirigiera a todos los musulmanes. Tambi¨¦n hay peque?as comunidades ismael¨ªes en Siria, L¨ªbano, Jordania, Arabia Saud¨ª, Yemen e incluso en ?frica Oriental, a donde llegaron desde India en el siglo XIX como mano de obra del Imperio Brit¨¢nico para construir el ferrocarril. M¨¢s recientemente han emigrado a Europa, EE?UU, Canad¨¢, Nueva Zelanda o Australia.
Inicialmente fueron la principal rama del chi¨ªsmo, pero su poder pol¨ªtico toc¨® techo entre los siglos X y XII durante el califato fatim¨ª. Se asocia su poder de entonces a los hashashin, o asesinos, una orden de guerreros que seg¨²n la leyenda asesinaba a sus enemigos bajo el efecto de hach¨ªs y gracias a los cuales mantuvieron a raya a los sel¨¦ucidas (sun¨ªes) desde su base en el castillo de Alamut (en el actual Ir¨¢n). Hulagu Jan, un nieto de Genghis Jan, arras¨® su fuerte en 1256.
El abuelo y predecesor del actual ag¨¢ Jan, sir Sultan Mahomed Shah, procedi¨® a articular su responsabilidad como l¨ªder espiritual en el contexto contempor¨¢neo estableciendo una posici¨®n de estricta neutralidad pol¨ªtica. Esa decisi¨®n y el hecho de que los ismael¨ªes no practican el proselitismo, ni admiten conversos, les ha granjeado una mayor tolerancia en los pa¨ªses en los que viven, aunque no ha acabado con las agresiones de los extremistas sun¨ªes en Pakist¨¢n o la discriminaci¨®n en Arabia Saud¨ª.
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