Las l¨ªneas de Mondrian como fuente de inspiraci¨®n
Un centenar de vestidos de Saint Laurent, Prada, Miyake o Agatha Ruiz de la Prada muestran la influencia del pintor en la industria de la moda en una exposici¨®n en La Haya
La subasta de la colecci¨®n privada del fallecido modisto galo Yves Saint Laurent report¨® el a?o 2009 la cifra r¨¦cord de 373 millones de euros. Entre las 730 obras vendidas en la sala Christie?s, de Par¨ªs, hab¨ªa cuadros de Matisse, C¨¦zanne y Piet Mondrian, el pintor holand¨¦s, cuya geometr¨ªa es una de las m¨¢s reconocibles del arte. Mondrian (1872-1944) buscaba la pureza de las l¨ªneas, y Saint Laurent le dedic¨® en 1965 una colecci¨®n de vestidos. De lana y seda, no solo fueron copiados de inmediato. Su influencia ha llegado hasta la actualidad con dise?adores como Moschino, Miyake o la espa?ola Agatha Ruiz de la Prada. Una estela que puede seguirse en la muestra Moda con estilo, incluida por el Museo Municipal (Gemeentemuseum) de La Haya en el centenario del movimiento De Stijl, el mismo que permiti¨® a Mondrian dar rienda suelta a su experimentaci¨®n.
Mondrian buscaba el contraste entre las curvas naturales del cuerpo y las l¨ªneas rectas que ¨¦l propon¨ªa, y a su muerte, en 1944, su taller de Nueva York fue el escenario de varios reportajes de moda para la revista Town and Country. Luego har¨ªan lo mismo Vogue y Harper?s Bazaar. Para su colecci¨®n de los a?os sesenta, Saint Laurent tambi¨¦n se inspir¨® en los artistas rusos Malevich y Serge Poliakoff, pero el gancho de sus vestidos mondrian sigue intacto.
De colores primarios, lograba una apariencia simple a base de integrar las l¨ªneas negras en las costuras. El expuesto en la sala holandesa mantiene la ca¨ªda perfecta de la tela y no desentonar¨ªa hoy en la calle. Es un caso de dise?o de alta costura listo para llevar, por contradictorio que pueda sonar. Puesto en unos maniqu¨ªes blancos, le rodean otras 45 piezas firmadas por modistos internacionales, desde la italiana Prada a los holandeses Frans Molenaar y Marlies Dekkers, dedicada a la lencer¨ªa. Entre los casi 200 vestidos hay uno largo de la espa?ola Agatha Ruiz de la Prada, en rojos y naranjas. En otra sala, solo aparecen modelos en blanco y negro. Son cortos y largos, con transparencias y vaporosos, o bien tupidos y con unas rayas que parecen escapar de la tela. Su disposici¨®n en varias filas recuerda el momento ¡ªtambi¨¦n con telas en blanco y negro, aunque de corte exuberante, firmado por el brit¨¢nico Cecil Beaton¡ª de las carreras de Ascot recreadas en la pel¨ªcula My Fair Lady (1964).
Pero no solo fueron los a?os sesenta. En los ochenta, los golpes de color de Mondrian llegaron a los su¨¦teres, y es una sorpresa contemplar la vistosa colecci¨®n reunida por el museo tras pedirlos en Facebook. Destaca en la muestra, que cierra sus puertas el 13 de agosto, la colecci¨®n de fin de curso del centro Mondrian, de formaci¨®n profesional, de La Haya. Al salir, queda la duda de si la musa del artista visit¨® a Felipe Varela cuando dibuj¨® el vestido tricolor, con ribetes de cristal de Swarovski, estrenado por la reina Letizia en 2015 en la inauguraci¨®n de Arco.
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