Corrupci¨®n extendida

Algunos de los m¨¢s importantes pa¨ªses democr¨¢ticos de Latinoam¨¦rica necesitan urgentemente establecer los mecanismos necesarios de lucha contra la corrupci¨®n que eviten que esta lacra cause un profundo da?o no solo a sus econom¨ªas sino a la credibilidad de sus propios sistemas pol¨ªticos. El esc¨¢ndalo Odebrecht es probablemente el mejor ejemplo a escala global de las grav¨ªsimas consecuencias pol¨ªticas y sociales que una trama internacional muy bien organizada de sobornos a jefes de Estado y gobierno puede causar.

La entrevista exclusiva publicada por EL PA?S a Rodrigo Tacla, exletrado del Departamento de Operaciones Estructuradas de la Odebrecht ¡ªla unidad de negocios de la constructora brasile?a especializada en comprar voluntades de pol¨ªticos de todo el continente americano¡ª muestra un panorama de corrupci¨®n sistematizada y admitida. Algo incompatible con cualquier noci¨®n de respeto a las normas democr¨¢ticas de transparencia del sistema y respeto a los contribuyentes y votantes de cada pa¨ªs afectado.

Las revelaciones de Tacla explican un modus operandi completamente mafioso de la constructora que parasitaba precisamente el sistema democr¨¢tico de los pa¨ªses en los que pon¨ªa el objetivo con una primera aproximaci¨®n mediante la financiaci¨®n de campa?as electorales. Despu¨¦s, con una red de pagos, regalos y chantajes de todo tipo, Odebrecht convert¨ªa literalmente a miles de funcionarios latinoamericanos en sus c¨®mplices. Una trampa cuya ¨²nica salida posible es la c¨¢rcel. As¨ª ha sucedido el caso del presidente de la empresa, Marcelo Odebrecht ¡ªcondenado a 19 a?os de prisi¨®n¡ª y de 77 altos directivos de su compa?¨ªa.

El hecho de que el esc¨¢ndalo afecte a numerosos l¨ªderes latinoamericanos coloca a varios pa¨ªses ante una peligrosa crisis institucional. Desde exmandatarios como el peruano Ollanta Humala o el brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva a ¡ªlo que es peor en t¨¦rminos de estabilidad pol¨ªtica¡ª presidentes en ejercicio como Michel Temer de Brasil, Juan Manuel Santos de Colombia y Danilo Medina de Rep¨²blica Dominicana, la lista amenaza con aumentar con el avance de las investigaciones.

Parece como si con la recuperaci¨®n de la democracia en muchos pa¨ªses latinoamericanos tras a?os de dictaduras se hubiera producido una peligrosa combinaci¨®n de Estados d¨¦biles, administraciones incapaces y necesidad de desarrollo r¨¢pido en infraestructuras. Todo ello a lomos de un importante crecimiento impulsado por a?os de bonanza ha dado como resultado una colosal burbuja de sobornos que deb¨ªa estallar.

Es fundamental que las sociedades afectadas no caigan en un peligroso desencanto del sistema democr¨¢tico ante el grado de la penetraci¨®n de la corrupci¨®n. Para ello es necesario primero una actuaci¨®n contundente de los tribunales, como est¨¢ haciendo la Justicia brasile?a, y despu¨¦s la puesta en marcha de medidas de control y transparencia que eviten el saqueo de las arcas p¨²blicas que han sufrido los pa¨ªses afectados por el caso Odebrecht. Y esto ¨²ltimo no podr¨¢ hacerse sin una transformaci¨®n profunda de la clase pol¨ªtca y de sus principios y prioridades.