Por qu¨¦ 'The Handmaid¡¯s Tale' no es feminista (y otras series que s¨ª lo son)
Los papeles de verdaderas villanas recaen sobre mujeres en posiciones de poder y enemigas de las criadas
A estas alturas de sufrimiento en vida que es pasear nuestros ojitos por la representaci¨®n femenina en el arte, he llegado a exigir un poco m¨¢s a aquello que se encumbra como feminista en las secciones culturales de los media. Tenemos derecho a la representaci¨®n de un feminismo del brilli brilli, un feminismo realista, fresco y descarado, de baja calidad, ir¨®nico si nos da la gana, hortera e incluso precario en sus im¨¢genes y sus relatos. Pero se empe?an en vendernos geometr¨ªa y puntos de fuga clasicistas como prenda unisex de buen gusto.
Los planos de Andrea Arnold que graban a las mujeres de American Honey mear en la carretera o el v¨®mito y la sangre filmado en Raw por Julia Ducournau son las miradas por las que estoy dispuesta a escribir de cine e incluso a llamarlo feminista. Por el contrario, ninguna serie posproducida con etalonajes verdosos, planos generales a modo de ejercicio publicitario esteticista como anuncios de Audi o Mercedes, hombres trajeados e incluso violaciones a c¨¢mara lenta tiene mi benepl¨¢cito para encumbrarse como SERIE FEMINISTA DEL A?O.
No dejo de encontrarme art¨ªculos, tribunas y opiniones cada semana de hombres blancos pseudoculturetas alabando The Handmaid¡¯s Tale. Y, queridas, no puedo soportarlo m¨¢s. P¨¢rrafos superficiales que apuntan vagamente al ultraimportante debate de la gestaci¨®n subrogada. Textos, en general, que reducen el producto audiovisual a conceptos del relato, a la novela que Atwood escribi¨® en 1985. Qu¨¦ habremos hecho mal todos estos a?os de narrativa f¨ªlmica para que todav¨ªa al cine y a las series se las etiquete llanamente por el gui¨®n.
The Handmaid Tale puede que sea una novela maravillosa pero es un tost¨®n de serie, horrorosamente filmada. Con recursos facilones como neblinas y luces constantes a trav¨¦s de ventanas, flashbacks y escenas de montaje tremendamente cursis o una banda sonora manoseada. Curiosamente, la ¨²nica escena de sexo consentido en toda la serie es filmada con menos pulso, originalidad y tensi¨®n narrativa que las torturas. Los hombres, a pesar de ser culpables del sometimiento al que las mujeres han sido relegadas en esta sociedad futurista, se presentan como personajes pat¨¦ticos, caricaturizados e incluso abstractos, tanto que los papeles de verdaderas villanas recaen sobre aquellas mujeres en posiciones de poder y enemigas de las criadas. Es decir, una serie feminista donde las m¨¢s cabronas son mujeres :_____
Se crea as¨ª una adaptaci¨®n cuya literalidad deforma la asfixia de un discurso biopol¨ªtico viejuno, un discurso masticado para una clase media hipertrofiada por recomendaciones de nuevos viejos cl¨¢sicos. En este caso demasiada vigilancia y castigo para cuerpos que poco importan. Diosas del cielo qu¨¦ pesado es Foucault, con lo divertido que hubiese sido hacer una serie basada en el Manifiesto Contrasexual.
Mi ¨²nico consejo para aquellas personas que se han visto abocadas a verla por el hype o atrapadas a mitad de la serie pensando que en alg¨²n momento arrancar¨¢, es imaginar que las criadas llevan debajo de las capas un mono de l¨¢tex rojo a lo Britney Spears en Ups I did it Again y que en alg¨²n momento comenzar¨¢n a fre¨ªr carne de machito con sus ojos l¨¢ser. La ¨¦pica dist¨®pica, la estetizaci¨®n pol¨ªtica en forma de uniforme fascista y la mirada masculina hilando cada plano, incluso aquellos en los que predomina la voz en off de la protagonista June, hacen imposible entrar en una ficci¨®n supuestamente de mujeres.
ESTAS SERIES S? SON FEMINISTAS
Cualquiera de las series que citar¨¦ a continuaci¨®n, todas de este a?o, se adaptan mejor a lo que llamar¨ªa nuevas narrativas feministas en el mainstream seri¨¦filo que El Cuento de la Criada. Me atrever¨ªa a apuntar que incluso la segunda temporada de Top Of The Lake, a punto de estrenarse, donde Elisabeth Moss tambi¨¦n es protagonista y encarna a una detective envuelta en tramas de explotaci¨®n y prostituci¨®n en Sydney ser¨¢ m¨¢s estimulante que El Cuento de la Criada .
En Harlots, pod¨¦is encontrar una maravillosa serie sobre burdeles ambientada en el Londres Victoriano, las protagonistas se enfrentan a conjugar los roles de madame, madre y hermana a la vez. Un relato donde las prostitutas son narran y crean la historia sin narradores delegados ni voces en off. Sudor, sangre y semen, travellings y c¨¢maras aut¨®nomas todo el rato. Ritualidad y empoderamiento a trav¨¦s del canto. Una narrativa que trata m¨¢s sobre encom¨ªa y como resistir al hombre que de placer donde la prostituci¨®n no es mero atrezzo de la burgues¨ªa, no son mujeres destrozadas con infancias rotas y donde la carne no se erotiza.
Black Sails cuyo ¨²ltimo capitulo finaliz¨® este abril lleva la delantera en exponer un feminismo imbricado en la trama sin forzar la necesidad de statemens. Una especie de juego de tronos acu¨¢tico con giros de gui¨®n brutales en absolutamente cada cap¨ªtulo. El uso de la c¨¢mara continuamente sobre cubierta hace cre¨ªble y divulgativa una historia de navegaci¨®n e imperialismo. Personajes protagonistas bisexuales y homosexuales, escenas de sexo lesbio cre¨ªble, mujeres capitaneando barcos, l¨ªderes de movimientos de resistencia entre la esclavitud colonial, mujeres ahorcando piratas, regentando tabernas, burdeles e incluso ejemplificando cualquier futuro posible y ley para la poblaci¨®n.
La segunda temporada de Insecure me salv¨® la vida tras la despedida de Girls. Generalmente las series femeninas no giran en torno a la voz y personalidad de una mujer, en esta, Issa Rae, escritora y protagonista de la serie le echa el pulso a Lena Dunham y gana por la parte c¨®mica. Insecure explora el significado de ser mujer joven y mujer negra en la sociedad actual. Menci¨®n de honor a la banda sonora entre al que podemos encontrar a Travis Scott, Frank Ocean, Kali Uchis, Missy Elliot, SZA, D¡¯Angelo o Kari Faux.
Mi mayor y m¨¢s grata sorpresa, recomendaci¨®n para el verano ha sido la primera temporada de I love Dick que pese a resultar excesivamente ambiciosa en su planteamiento te¨®rico incluye algunas novedades narrativas y manierismo est¨¦ticos a los que estamos poco acostumbrados en series de cont duraci¨®n. Injertos de otras pel¨ªculas, performance, jump cuts, juegos constantes con la c¨¢mara lenta y el congelado de planos, reencuadres violentos, fugas on¨ªricas continuadas¡ Se trata de la adaptaci¨®n del manifiesto feminista en forma epistolar de Kris Kraus , un libro que explora la cosificaci¨®n masculina y cuestiona la existencia de un arte femenino o las posiciones de la mujer como artista. Dirigida por Jill Soloway (Transparent) y la cineasta Andrea Arnold la profusi¨®n de detalles estil¨ªsticos satura el relato, pero los 30 minutos de cap¨ªtulo, el tema y los personajes tienen el equilibro perfecto entre profundidad e iron¨ªa.
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