Nuestros campos de exterminio

El otro d¨ªa me dec¨ªa un amigo con mucho criterio que yo no pod¨ªa usar la primera persona del plural para hablar de las cosas que hace el gobierno espa?ol o europeo con las que no estoy de acuerdo. Y tiene raz¨®n. Yo no soy Rajoy ni soy el gobierno europeo. Pero no puedo evitar pensar que soy parcialmente responsable de lo que ellos hacen, ya sea porque se supone que este sistema pol¨ªtico en el que nos vemos es una democracia, o porque se supone que tenemos libertad de expresi¨®n. Me parece que no estar manifest¨¢ndome delante de alg¨²n sitio, escribiendo en los medios y las redes o haciendo ruido de alg¨²n otro modo me hace tambi¨¦n responsable de lo que est¨¢ pasando. Y es que siempre hay una excusa para no gritar demasiado alto, empezando por la t¨ªpica de ¡°no me da la vida para todo¡± para aterrizar en la otra t¨ªpica de ¡°total, no sirve para nada¡±.

En diciembre de 2016, hace ya 8 buenos meses, Angela Merkel presentaba de forma oficial unos informes en los que el gobierno alem¨¢n afirma que en los campos de refugiados situados en Libia, pagados con dinero de la Uni¨®n Europea, se est¨¢ vejando, torturando e incluso matando de forma indiscriminada a los extranjeros retenidos. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, presionado por Italia, el Consejo de la Uni¨®n Europea decid¨ªa incrementar el presupuesto para Libia y daba m¨¢s dinero a ese estado fallido para que, adem¨¢s de evitar los movimientos de extranjeros por tierra, evitara las salidas de embarcaciones por mar.

Empiezan a ser m¨¢s las voces que est¨¢n denunciando lo que est¨¢ sucediendo en Libia. No creo que la opini¨®n p¨²blica sea muy consciente de hasta qu¨¦ punto su dinero, el de los impuestos que paga, es responsable de lo que sucede. Por lo menos ya empieza a relacionar Libia con mal.

En este marco de cierta indignaci¨®n social, est¨¢n por fin surgiendo las reacciones pol¨ªticas. Y as¨ª Macron anunciaba el pasado viernes que Francia abrir¨¢ este verano hotspots en Libia para separar inmigrantes normales de refugiados y evitar as¨ª las muertes en el mar y, si a acaso, alguna en tierra. Los hotspots son unas oficinas en las que el extranjero que quiere cruzar para llegar a Europa puede informarse de sus derechos e incluso hacerse los papeles si tiene derecho de asilo. Macron insisti¨® mucho, Francia abrir¨¢ los centros con o sin el apoyo de la Uni¨®n Europea. La situaci¨®n es insostenible, se estima que hay entre 800.000 y un mill¨®n de extranjeros bloqueados en Libia viviendo en condiciones infrahumanas.

Cuando los aliados entraron en los campos de concentraci¨®n nazis y se encontraron con el horror del holocausto nadie daba cr¨¦dito. La gente que viv¨ªa en los pueblos donde los campos se encontraban tampoco daba cr¨¦dito. Afirmaron todos no saber qu¨¦ era lo que estaba pasando, si no no lo habr¨ªan permitido. Ahora la historia se repite. En Libia se est¨¢ encarcelando, esclavizando y matando a gente indefensa solo por ser de un pa¨ªs o de una raza. Y se est¨¢ haciendo con nuestro dinero. Pero nadie sabe nada, nadie protesta porque no lo ve, como la gente de los pueblos de los campos de concentraci¨®n. Y los que lo ven, nuestros dirigentes, lo que proponen no es acabar con esos campos de exterminio. La opci¨®n es separar el trigo de la paja y que algunos privilegiados puedan salir de ah¨ª con sus papeles en regla. Aparte de ser una opci¨®n horripilante ¨¦ticamente hablando, es una opci¨®n inmanejable a nivel de log¨ªstica. ?Se imaginan el tr¨¢fico de papeles que se va a generar en un sitio donde la desesperaci¨®n de la gente roza niveles apocal¨ªpticos? Les recomiendo que se lean el maravilloso libro del grand¨ªsimo Patrick Kingsley que explica perfectamente este tema.

De modo que s¨ª, desoyendo a mi querido amigo Rom¨¢n, hoy me siento absolutamente responsable de esos campos de exterminio pagados con mis impuestos. El d¨ªa que esto termine, si sigo por este mundo, yo no podr¨¦ decir que no lo sab¨ªa, as¨ª que aunque no me da la vida algo tengo que hacer. Por lo pronto, me voy a pasar todo el mes de agosto escribiendo sobre este tema, a ver si sirve para algo. Ustedes siempre pueden leerme y difundirme. Let?s make some noise.