La soluci¨®n sencilla

S¨¢bado por la tarde y estoy en Madrid. Enganchada al Twitter siguiendo muerta de envidia el desarrollo de la espectacular manifestaci¨®n en Barcelona. Las fotos y los comentarios me emocionan. Despu¨¦s de 10 minutos buceando por mi timeline, se me caen las l¨¢grimas y no puedo parar. El detonante, hoy, esta preciosa foto de Santi Palacios ganadora de uno de los World Press de este a?o.

En ella se ven dos ni?os nigerianos llorando tras ser rescatados por la gente de Proactiva Open Arms. En la cuenta de su fundador, Oscar Campos, tambi¨¦n este tuit que nos recuerda que hace 15 d¨ªas la UE aprob¨® una inversi¨®n de 200 millones para pagar este y otros muchos l¨¢tigos, a las autoridades libias que ejecutan a refugiados en los campos que pagamos con nuestros impuestos.

Siguen desfilando por mi timeline tuits de @HelenaMaleno, @fronterasFiltro, @fotomovimento, @porCausaorg, entre muchos otros. Todos hablan de fronteras con muros, mares y gentes que matan. Todos cuentan historias de ni?os y ni?as que sobreviven a sus padres, que se quedan en el camino, de padres y madres que sobreviven a sus hijos que no llegar¨¢n, de p¨¦rdidas extremas o de ¨¦xitos p¨ªrricos cuando por fin alcanzan la tierra prometida y resulta ser un infierno m¨¢s.

Y veo las im¨¢genes y leo las historias y lloro. Lloro de emoci¨®n y lloro de rabia.

El mi¨¦rcoles pasado tuve la suerte de poder asistir al estreno de La ni?a bonita, un exquisito documental de Mirta Drago y Julieta Cherep, donde se cuenta la historia de dos ni?as refugiadas con 15 a?os, una siria y la otra chilena. Presente y pasado, 40 a?os entre una y otra, pero exactamente igual. Y esa sensaci¨®n de que se pueden cambiar las cosas, de que todo puede salir bien. De que ya sali¨® bien antes y de que si nos lo proponemos puede salir bien otra vez ahora. De que no pasa nada si la gente se mueve con libertad. De que hay sitio para todos. De que la diversidad nos enriquece y nos hace m¨¢s fuertes. LOVECanad¨¢.

M¨¢s del 49 por ciento de los espa?oles piensa que un mayor control de las fronteras sirve poco o nada. Y tienen raz¨®n. La mayor¨ªa de las medidas que est¨¢ poniendo la UE en marcha para controlar las fronteras solo sirven para incrementar el n¨²mero de inmigrantes muertos cada a?o intentando entrar en Europa, a la par que se incrementan tambi¨¦n los beneficios de los traficantes de personas y drogas y de los proxenetas. (No se pierdan la fant¨¢stica campa?a de CEAR a este respecto).

Esta semana en la Fundaci¨®n porCausa estuvimos trabajando unas horas con una pareja de voluntarios independientes que est¨¢n en Atenas. La situaci¨®n en la ciudad es indescriptible. Nos cuentan historias de sitios en los que ya no se cabe, de gente abandonada a su suerte, de autoridades y organizaciones que mienten, de drogas y prostituci¨®n, de vulnerabilidad extrema. "Si tuviera dinero me volver¨ªa a Siria, porque esto es peor que la muerte". Parakal¨®.

No se sabe cu¨¢ntos voluntarios independientes hay en Grecia porque al ser un pa¨ªs europeo no queda constancia del movimiento intracomunitario real. Todo el mundo cuenta que la mayor¨ªa son espa?oles. Tambi¨¦n se habla de un enorme almac¨¦n que abastece a todo el pa¨ªs donde la mayor¨ªa del contenido es el resultado de la solidaridad espa?ola. Los espa?oles somos muy solidarios. Y con este tema m¨¢s. Quiz¨¢ porque nosotros mismos nos sabemos fruto de muchas migraciones. M¨¢s del 61 por ciento pensamos que se deber¨ªan permeabilizar las fronteras. #volemacollir.

Por eso me resulta incomprensible que no surja desde Espa?a un movimiento unificado y contundente que ataque de ra¨ªz el problema de las fronteras mortales de Europa, empezando por las de nuestro pa¨ªs. ?D¨®nde est¨¢n las organizaciones de cooperaci¨®n y de derechos humanos? ?Por qu¨¦ no se est¨¢n reuniendo ya para tomar una posici¨®n ¨²nica? ?Qu¨¦ hace falta para que trabajemos todos unidos? ?Qu¨¦ m¨¢s tiene que pasar, cu¨¢nta gente m¨¢s tiene que morir? Insha¡¯Allah.

Llevo a?os trabajando en el sector de la cooperaci¨®n y nunca antes recuerdo encontrarme con una situaci¨®n de tanto abuso, de tanta degradaci¨®n de la humanidad que al mismo tiempo tenga una soluci¨®n tan sencilla. Abrir las fronteras. Sencilla todav¨ªa. Espero. Porque si dejamos que contin¨²e degrad¨¢ndose, los intereses econ¨®micos ilegales que se est¨¢n creando van a convertirlo todo en algo irreversible. No ser¨ªa la primera vez. Entiendo que pasar una noche llorando no es un planazo. Pero vivir de espaldas a lo que est¨¢ sucediendo no es una opci¨®n. No lo es. ?m¨©n.

Si no has podido estar Barcelona y te mueres de ganas por hacer algo, siempre puedes acudir a la manifestaci¨®n del 26 de febrero en Madrid o firmar esta petici¨®n que pide al Gobierno espa?ol que quite las vallas.