Nativos
La leyenda del 33 tiene toda la pinta de ser una estupidez monumental
Diga 33. Es un n¨²mero curioso. Por ejemplo, es la suma de los primeros cuatro factoriales. Recuerden que los factoriales son esas cifras que se escriben con un signo de admiraci¨®n (4!, por ejemplo), y que significan multiplicar el n¨²mero en cuesti¨®n por todos los que tiene debajo, como por ejemplo 4! = 4 X 3 X 2 X 1 = 24. As¨ª pues, 33 = 1! + 2! +3! + 4!, como puede comprobar el lector sin levantarse del chiringuito. Tambi¨¦n es el n¨²mero at¨®mico del ars¨¦nico, y el n¨²mero de v¨¦rtebras de los humanos, y las revoluciones por minuto a las que giraban aquellos discos de vinilo del cret¨¢cico. Y, desde luego, es la edad que ten¨ªa Jesucristo cuando lo crucificaron. Ya lo ven, el 33 es un n¨²mero rodeado de m¨ªstica matem¨¢tica y de la otra.
En nuestros tiempos, el n¨²mero adquiere a¨²n otra propiedad m¨¢gica: si tienes menos de 33 a?os, eres un nativo digital; si tienes m¨¢s, el ordenador solo es para ti una segunda lengua, como ese ingl¨¦s que nunca acabar¨¢s de aprender y que est¨¢s condenado a chapurrear con gran esfuerzo y frecuente rid¨ªculo. Enf¨¢date si quieres, pero esta es una idea muy extendida entre los empleadores, los bancos, las aseguradoras y ¡ªhorror de los horrores¡ª los pedagogos. Si naciste antes de 1984, est¨¢s bien fastidiado, tronco. As¨ª lo dicta el mito contempor¨¢neo del 33.
Pero los mitos tienden a fallar m¨¢s que un meteor¨®logo, y la leyenda del 33 tiene toda la pinta de ser una estupidez monumental. Un trabajo de investigadores holandeses y belgas, dirigidos por Paul A. Kirschner y Pedro De Bruyckere para la revista t¨¦cnica de pedagog¨ªa Teaching and Teacher Education acaba, por expresarlo brutalmente, de cargarse el mito del 33 para los restos. Concluye que los supuestos ¡°nativos digitales¡± no existen, ni antes ni despu¨¦s de los 33 a?os; que los estudiantes, por muy j¨®venes que sean y muy expuestos que hayan estado a las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, no son multitarea; y que las (numerosas) estrategias educativas que se ha dise?ado y se siguen dise?ando para responder a esos mitos, lejos de ayudar al aprendizaje, m¨¢s bien lo dificultan. Esto es tal vez lo m¨¢s cerca que puede llegar la pedagog¨ªa contempor¨¢nea a un giro copernicano, ?no les parece?
Los menores de 33, incluidos los ni?os que volver¨¢n en septiembre a la escuela, no son fundamentalmente diferentes de las generaciones anteriores, y por tanto no necesitan una estrategia pedag¨®gica distinta. En particular, que los estudiantes est¨¦n manejando tel¨¦fonos y pantallas mientras est¨¢n en clase no implica en absoluto que sean multitarea. Lo que implica es que se est¨¢n perdiendo la mitad de la clase. No diga 33.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.