Un embarazo expuesto a la contaminaci¨®n repercute en la capacidad de atenci¨®n de los ni?os
Un estudio constata que los efectos negativos de la poluci¨®n alcanzan la etapa prenatal
Los efectos nocivos de la contaminaci¨®n alcanzan incluso a la etapa prenatal. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha constatado que la exposici¨®n a agentes contaminantes, como el di¨®xido de nitr¨®geno, durante el embarazo reduce la capacidad de atenci¨®n de los ni?os en el futuro. La investigaci¨®n, publicada en la revista especializada Environment International, ha probado que la exposici¨®n al di¨®xido de nitr¨®geno retrasa hasta dos meses el desarrollo cognitivo de los ni?os.
Este estudio, enmarcado dentro del proyecto INMA, sigue la l¨ªnea de las conclusiones arrojadas por las investigaciones del proyecto Breathe, que ya demostr¨® que la contaminaci¨®n da?a la capacidad cognitiva de los ni?os y adem¨¢s, los d¨ªas en que los menores est¨¢n expuestos a mayores ¨ªndices de poluci¨®n, tienen un retraso de un mes en la mejora natural de su velocidad de respuesta. Este nuevo estudio va un paso m¨¢s all¨¢ y ampl¨ªa los efectos negativos de la contaminaci¨®n a la etapa prenatal. ¡°Quer¨ªamos ver si los ni?os expuestos a m¨¢s contaminaci¨®n ten¨ªan peor capacidad de atenci¨®n y est¨¢bamos en lo cierto¡±, explica M¨°nica Guxens, coordinadora del estudio.
Los investigadores del proyecto INMA comenzaron estudiando una cohorte de mujeres embarazadas de siete zonas de Espa?a durante el primer trimestre de la gestaci¨®n y prolongaron los ex¨¢menes en la etapa postnatal. ¡°Se les midi¨® la contaminaci¨®n del aire en su casa y en la calle durante el embarazo y en la etapa postnatal¡±, agrega la investigadora de ISGlobal. Algunos j¨®venes ya tienen 18 a?os.
En este caso, para estas conclusiones, los cient¨ªficos analizaron los datos de 1.298 ni?os de cuatro de los territorios estudiados cuando ten¨ªan entre cuatro y cinco a?os. Entonces, los investigadores sometieron a los menores a un test de ocho minutos que consist¨ªa en apretar una tecla lo m¨¢s r¨¢pido posible cada vez que saliese un dibujo en la pantalla, excepto si aparec¨ªa una pelota, que no deb¨ªan pulsar nada. ¡°Ocho minutos es mucho tiempo para mantener la atenci¨®n al juego, incluso para un adulto. Sab¨ªamos que hab¨ªa ni?os que iban a fallar o que cometer¨ªan m¨¢s errores. Miramos los errores y el tiempo que tardan en pulsar¡±, explica Guxens.
Los investigadores encontraron una brecha de unos dos meses entre los menores? que hab¨ªan estado m¨¢s y menos expuestos a la contaminaci¨®n
Los resultados del estudio probaron una relaci¨®n entre la exposici¨®n a la contaminaci¨®n, especialmente los agentes provocados por el tr¨¢fico rodado, y un menor desarrollo de la capacidad de atenci¨®n. Los investigadores encontraron una brecha de unos dos meses entre los menores que hab¨ªan estado m¨¢s y menos expuestos a la contaminaci¨®n. Aunque no hab¨ªa grandes diferencias entre las zonas estudiadas (Sabadell, Valencia, Asturias y Guip¨²zcoa), los cient¨ªficos s¨ª observaron una mayor afectaci¨®n en las ni?as.
Aunque los niveles de contaminaci¨®n detectados eran similares en la etapa prenatal y postnatal, los investigadores sospechan que el impacto m¨¢s grave puede ser durante el embarazado. ¡°El cerebro se est¨¢ desarrollando, tiene gran plasticidad en la etapa prenatal, y si hay alg¨²n da?o no se puede reparar¡±, apunta Guxens. Con todo, los expertos todav¨ªa no se atreven a concretar el impacto futuro de esa p¨¦rdida de capacidad de atenci¨®n. ¡°Se piensa que tendr¨¢n m¨¢s problemas de concentraci¨®n¡±, a?ade la investigadora.
El proyecto INMA pretende continuar el seguimiento de estos ni?os y adolescentes hasta la edad adulta e incluso estudiar a los hijos de esta cohorte para ver el impacto a largo plazo.
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