La gran vulnerabilidad

Es verdad cuando dice el PP que se han sentado las bases de un nuevo modelo de crecimiento; pero dicho modelo tiene como motor de crecimiento la desigualdad y el deterioro de la cohesi¨®n social. La desigualdad es la que explica, en gran parte, el aumento de los beneficios de las empresas y el motor que ha impulsado el aumento de las exportaciones. Pero la desigualdad es y ser¨¢ una de las vulnerabilidades m¨¢s importantes del actual modelo econ¨®mico, porque no se tiene la intenci¨®n pol¨ªtica de corregirla.

Para ocultar y encubrir la realidad, para que los ciudadanos no les descubran, narran y relatan el viejo dogma de que el crecimiento econ¨®mico y del empleo terminar¨¢ por mejorar los ingresos de las familias y las oportunidades de los j¨®venes. Pero la crisis, su pol¨ªtica econ¨®mica y los nuevos cambios tecnol¨®gicos muestran que el viejo dogma ya no tiene sost¨¦n. Los datos ponen de manifiesto que este modelo de crecimiento no conlleva progreso social y no llega a la mayor¨ªa.

Perm¨ªtanme que decodifique ese nuevo modelo. Los dos instrumentos que han utilizado para hacer de la desigualdad su elemento de competitividad y que forman parte del coraz¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica son, por una parte, la reforma laboral que act¨²a como elemento de presi¨®n a la baja de los salarios y de las condiciones de trabajo y, por otra parte, la pol¨ªtica fiscal y presupuestaria que les permite realizar una redistribuci¨®n inversa. Con una mano, modifican la estructura impositiva ¡ªsubiendo los impuestos indirectos; bajando, poco antes de las elecciones, los impuestos directos¡ª y con la otra mano, recortan el Estado del bienestar ¡ªel gasto social sigue perdiendo peso en el PIB. Es decir, transfieren bienestar de las rentas m¨¢s bajas a las rentas m¨¢s altas.

Los resultados del aumento de la desigualdad, tambi¨¦n en la fase de recuperaci¨®n, son contundentes. Esa es la novedad. Espa?a era uno de los pa¨ªses que en las recuperaciones m¨¢s reduc¨ªa la desigualdad. Las primeras evidencias no confirman esa relaci¨®n, sino m¨¢s bien la contraria.

Lo m¨¢s criticable y con menos visi¨®n de futuro es que no tiene el Gobierno ninguna intenci¨®n de cambiar la pol¨ªtica econ¨®mica, laboral y fiscal, para compensar a los perdedores y a los que han hecho posible la mejora de los datos macroecon¨®micos. En lo que llevamos de a?o todo el ajuste se ha realizado por el lado del gasto p¨²blico. Las rentas de los trabajadores representan ahora tres puntos porcentuales menos del PIB que en 2008; mientras la de los empresarios ha aumentado en un punto porcentual. A la recuperaci¨®n del Excedente Bruto Empresarial ha ayudado la reducci¨®n del impuesto de sociedades.

Con una mano, modifican la estructura impositiva ¡ªsubiendo los impuestos indirectos, bajando los impuestos directos¡ª y con la otra mano recortan el Estado de bienestar

La desigualdad salarial, de renta, de riqueza, ha aumentado durante la crisis y lo contin¨²a haciendo en la recuperaci¨®n, a pesar de la ca¨ªda de la tasa de paro. Eso es lo que expresa el ¨ªndice de Gini salarial, de la renta per capita de los hogares, y de riqueza. En los a?os de la crisis, los salarios del 10% m¨¢s pobre cayeron un 25%, ca¨ªdas que afectaron a todos los trabajadores de las cuatro peores decilas; en la recuperaci¨®n, entre 2013 y 2015, los salarios del 10% m¨¢s rico crecen el doble que los salarios del 10% m¨¢s pobre.

Y detr¨¢s de esta disminuci¨®n de los salarios de los m¨¢s pobres se encuentra el importante aumento de los contratos a tiempo parcial, concentrado en las decilas m¨¢s bajas. En muchos casos, gracias a las reformas introducidas por el Gobierno en esta figura de contrataci¨®n, se utiliza para ocultar y en algunos casos no retribuir, horas de trabajo. Pero estos trabajadores no quieren este tipo de empleo. El porcentaje de trabajadores a tiempo parcial que desear¨ªan hacerlo a tiempo completo ha pasado del 30% al 60%, el mayor aumento en la UE.

S¨ª, se puede hablar de trabajadores pobres: el 60% de las rentas de los m¨¢s pobres de nuestro pa¨ªs, los situados en la ¨²ltima decila, procedente de los trabajadores y los desempleados, antes de las crisis era el 40%. Como consecuencia de las pol¨ªticas del Gobierno, la desigualdad en la riqueza ha aumentado de forma significativa en los ¨²ltimos a?os, acentu¨¢ndose en la fase de recuperaci¨®n, El 1% de los m¨¢s ricos han pasado de poseer el 14% de la riqueza total de Espa?a en 2008 a tener el 20% de la misma en 2014.

En Espa?a, el modelo de distribuci¨®n de la renta y la riqueza se ha roto desde que gobierna la derecha. Porque se ha truncado, con la regulaci¨®n laboral, el equilibrio entre trabajadores y empresarios, en favor de estos ¨²ltimos; y porque la redistribuci¨®n de la pol¨ªtica fiscal y presupuestaria ha pasado a ser inversa.

Pedro Saura es portavoz de Econom¨ªa del Grupo Parlamentario Socialista.