Vacaciones
A lo largo de la historia, irse de vacaciones era considerado como un capricho de la clase privilegiada. Sin embargo, en 1931 se aprob¨® la Ley de Contratos de Trabajo, que promet¨ªa a los obreros jornadas de 40 horas semanales y un permiso anual retribuido de siete d¨ªas. Desgraciadamente, las guerras pararon este progreso y el verdadero boom tur¨ªstico de la clase media no lleg¨® hasta los a?os sesenta. Ahora, el paro, la p¨¦rdida del poder adquisitivo y la aparici¨®n de los minijobs han logrado que poco a poco las vacaciones vuelvan a verse como algo que solo es para privilegiados. Hoy en d¨ªa, muchas personas en nuestro pa¨ªs est¨¢n dispuestas a trabajar horas extra no pagadas en condiciones precarias para conservar un trabajo en el que no llegan a mileuristas. Nuestros abuelos lucharon por unos derechos que nos han vuelto a robar.¡ª Cristina Castro. Torrej¨®n de Ardoz (Madrid).
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