Turqu¨ªa, deriva autocr¨¢tica

Las decenas de reos que desfilaron el martes escoltados por gendarmes y soldados ante un tribunal constituido en la prisi¨®n de Sincan, en la periferia de Ankara, encabezaban el mayor proceso abierto hasta la fecha contra acusados de haber participado en el fallido golpe de Estado que hace poco m¨¢s de un a?o dio un vuelco a la historia de Turqu¨ªa. En medio de la escena, familiares de algunos de los 249 civiles muertos en la intentona lanzaban gritos reclamando la condena de muerte para los procesados. El presidente Recep Tayyip Erdogan se comprometi¨® a reinstaurar la pena capital tras consolidar su poder en el refer¨¦ndum del pasado abril.

Entre los 486 encausados ¡ªen su mayor¨ªa militares¡ª se encuentra el exjefe de la Fuerza ?rea, el general Akin Ozturk, a quien se responsabiliza de haber ordenado desde la cercana base ¨¢rea de Akinci, el bombardeo del Parlamento en la noche del 15 de julio de 2016. Muchos de ellos se enfrentan a una condena a cadena perpetua. Tambi¨¦n ser¨¢ juzgado en rebeld¨ªa el im¨¢n Fetul¨¢ G¨¹len, a quien se acusa de urdir una trama para violar la Constituci¨®n y asesinar al jefe del Estado.

Este es el tercer macroproceso abierto en Turqu¨ªa tras la intentona golpista. Desde entonces han sido arrestados m¨¢s de 50.000 sospechosos y las purgas masivas han expulsado de su puesto a cerca de 150.000 miembros de los servicios de seguridad y la Administraci¨®n del Estado. La involuci¨®n que padece Turqu¨ªa parece no tener fin en la deriva de Erdogan hacia un r¨¦gimen autocr¨¢tico, en el que la oposici¨®n ha quedado arrinconada o ha sido disuelta. Los medios de comunicaci¨®n sufren adem¨¢s el acoso de un Gobierno cada vez m¨¢s refractario a las cr¨ªticas. En este escenario de pesadilla, el nuevo proceso masivo que se acaba de abrir en Ankara contra reos maniatados como prisioneros de guerra y conducidos entre insultos hasta el banquillo solo parece alejar a¨²n m¨¢s a Turqu¨ªa de su anhelo de ingresar en la Uni¨®n Europea.