Torturas en Venezuela

La ONU ha tomado por fin la palabra en el caos venezolano. Y lo ha hecho con un informe contundente en el que emerge el rostro m¨¢s siniestro del Gobierno de Maduro. La brutal represi¨®n desencadenada contra las movilizaciones ciudadanas que inundaron las calles del pa¨ªs una vez que el r¨¦gimen convoc¨® elecciones para fabricar una Asamblea Constituyente ha llenado Venezuela de cad¨¢veres, y sus c¨¢rceles de prisioneros. Lo que ha hecho la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos (ACNUDH) es poner un poco de claridad en el brumoso desorden de las protestas. Y, como era previsible, el discurso de la propaganda oficial que acusaba a la oposici¨®n de instigar la violencia ha ca¨ªdo por los suelos. De las 124 muertes investigadas hasta el 31 de julio, el informe acusa a las fuerzas de seguridad de ser responsables de 46 de estas, y atribuye la responsabilidad de otras 27 a los grupos paramilitares pr¨®ximos al chavismo. Pero lo que resulta m¨¢s inquietante es la denuncia de una sistem¨¢tica violaci¨®n de derechos humanos por parte de las fuerzas represoras del r¨¦gimen, que pasan por allanamientos violentos de viviendas y malos tratos, y que vienen a confirmar la inequ¨ªvoca voluntad del Gobierno de doblegar a la oposici¨®n por los m¨¦todos m¨¢s expeditivos: 5.000 detenciones arbitrarias, crueldad con los prisioneros, torturas.

El informe es una gota m¨¢s que cae en el torrente de desprop¨®sitos en el que se ha embarcado Maduro desde que, por el propio curso de los hechos ¡ªuna situaci¨®n econ¨®mica de emergencia y una deriva pol¨ªtica cada vez m¨¢s autoritaria¡ª, son cada vez m¨¢s los venezolanos que reniegan ¡ªy se oponen frontalmente, incluso arriesgando sus vidas¡ª de aquel socialismo del siglo XXI que tantas expectativas despert¨® y que, finalmente, tan parcos resultados ha dado.

La situaci¨®n de caos institucional en el que se ha instalado el pa¨ªs desde que se celebraron las elecciones del 30 de julio, sin ninguna garant¨ªa democr¨¢tica y con denuncia de pucherazo por la propia empresa que ha hecho el recuento de los votos en Venezuela desde 2004, ser¨ªa surrealista si no fuera dram¨¢tico. Junto al leg¨ªtimo Parlamento que surgi¨® de los comicios de 2015 se ha puesto a funcionar la Asamblea Constituyente, que ajusta escrupulosamente sus dictados a los designios del Gobierno. Su primera medida fue destituir a la fiscal general, Luisa Ortega, una fiel int¨¦rprete de la Constituci¨®n bolivariana que Hugo Ch¨¢vez dej¨® como legado al pueblo venezolano, y que se le ha quedado corta a Maduro en su af¨¢n de enrocarse en el poder.

Un extra?o golpe militar comandado por un capit¨¢n en el Estado de Valencia el domingo de madrugada, que qued¨® en nada, revela cu¨¢n inestable sigue siendo la situaci¨®n, pero ha servido para confirmar que la c¨²pula del Ej¨¦rcito sigue apoyando al Gobierno de Maduro. Con el control de las fuerzas militares y policiales en sus manos, y ante una sociedad que confirma desmoralizada que su sacrificio y entrega en tantas movilizaciones de poco han servido, el chavismo podr¨ªa prolongar esta agon¨ªa al frente de un r¨¦gimen que tiene cada vez menos de democr¨¢tico. La ONU ha sabido tomar nota, y los cancilleres latinoamericanos reunidos ayer en Lima tambi¨¦n: la comunidad internacional no puede abandonar a los venezolanos.