Colapso en Ceuta
La presi¨®n migratoria sobre Espa?a exige medidas eficaces de la UE
La presi¨®n migratoria sobre Espa?a est¨¢ experimentando en las ¨²ltimas semanas un incremento de tales dimensiones que desborda todas las medidas de vigilancia y control. Las masivas entradas de subsaharianos a trav¨¦s de la frontera de Ceuta, ya sea saltando la valla o atravesando a la carrera el paso de El Tarajal, ponen de manifiesto las enormes dificultades para frenar la entrada a quienes huyen de la guerra, el hambre o la penuria econ¨®mica.
Editoriales anteriores
Los inmigrantes recurren a acciones concertadas para ampliar sus posibilidades de ¨¦xito. Una estrategia bien calculada y ejecutada de manera precisa logr¨® el lunes burlar la vigilancia de los agentes. Tras una maniobra de distracci¨®n, 187 sin papeles de origen africano lograron acceder a territorio espa?ol arrollando a los agentes que inspeccionaban el paso. Que los inmigrantes hayan atravesado la l¨ªnea fronteriza de manera tan rocambolesca y que los agentes intentaran frenar la avalancha a base de porrazos y zancadillas evidencia fallos de seguridad que han de ser aclarados por el Gobierno.
Para evitar que se repitan sucesos de este tipo Espa?a y Marruecos decidieron ayer cerrar al menos una semana la circulaci¨®n de mercanc¨ªas y cortar el trasiego de porteadores que llevan enormes bultos a sus espaldas desde Ceuta al pa¨ªs vecino. Alrededor de 12.000 veh¨ªculos y unos 3.000 peque?os comerciantes a pie transportan mercanc¨ªas colapsando a diario la frontera. Restringido el acceso, los agentes que se dedican a vigilar esta actividad podr¨¢n incorporarse a tareas control el per¨ªmetro de la verja, pero nada garantiza que se atajen las avalanchas de migrantes apostados en los montes marroqu¨ªes y dispuestos a saltar a Europa.
Porque el problema no es espa?ol sino de toda la UE. Ceuta y Melilla forman parte de la frontera exterior comunitaria. Evitar que sea coladero de inmigraci¨®n irregular exige pol¨ªticas globales y una acci¨®n firme, decidida y coordinada directamente desde Bruselas. Es obvio que la presi¨®n migratoria se ha trasladado al Mediterr¨¢neo occidental y no hay indicios que hagan vislumbrar que esta situaci¨®n cambie en un futuro pr¨®ximo.
La ruta espa?ola figura de manera destacada en el mapa de los inmigrantes como demuestran las cifras: por tierra o por mar, en lo que va de a?o han entrado en Espa?a alrededor de 11.000 indocumentados (el doble que en 2016). Sorteando una valla coronada por cuchillas o afrontando una penosa y arriesgada traves¨ªa en pateras a trav¨¦s del Mediterr¨¢neo, buscan una vida mejor en Europa. La mayor¨ªa acceden por v¨ªa mar¨ªtima, fen¨®meno del que se aprovechan las mafias dedicadas al tr¨¢fico de inmigrante en pateras, lanchas r¨¢pidas o motos acu¨¢ticas. Atajar este lucrativo negocio para que no se sucedan tragedias en el mar es cada vez m¨¢s necesario.
De poco sirve subir la altura y aumentar la peligrosidad de las verjas o usar globos aerost¨¢ticos para detectar a los subsaharianos si paralelamente no se act¨²a en los pa¨ªses emisores y de tr¨¢nsito. La gesti¨®n de los flujos migratorios exige una pol¨ªtica europea en¨¦rgica, eficaz y solidaria, adem¨¢s de recursos econ¨®micos suficientes. Espa?a no puede ser, en solitario, el guardi¨¢n del sur de Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.