"El mejor festival del mundo" es gallego y no cuesta un euro
The Jesus and Mary Chain, Swans, Kaiser Chiefs, Surfin' Bichos, Iv¨¢n Ferreiro... Pero lo mejor del Noroeste Estrella Galicia est¨¢ en todo lo dem¨¢s
Aclaremos algo en este primer p¨¢rrafo para que la secci¨®n de comentarios no reviente el servidor de esta santa publicaci¨®n. El hiperb¨®lico arranque del titular es discutible, pero una vez contemplados una serie de criterios con prurito cient¨ªfico, no resultar¨ªa descabellado afirmar que el Festival Noroeste Estrella Galicia es (o podr¨ªa ser), con sus m¨¢s y sus menos, el mejor festival del mundo. Hasta aqu¨ª, la justificaci¨®n del titular. Ahora, pasemos a los criterios que lo han engendrado.
Empez¨® el pasado martes 8 de agosto, y termin¨® el siguiente domingo. Un festival de seis d¨ªas y, por tanto, uno de los de mayor duraci¨®n de nuestra geograf¨ªa. En este apartado, ya se marca un tanto. Tambi¨¦n gana por goleada, a la mayor¨ªa, en n¨²mero de escenarios: 15, por los que se repartieron 100 bandas durante m¨¢s de 200 horas de m¨²sica. El cartel iba desde la grandilocuencia de The Jesus & Mary Chain o Kaiser Chiefs (con cach¨¦s en torno a los 100.000 euros), hasta bandas gallegas (a raz¨®n de 150 euros por m¨²sico), querid¨ªsimas en su tierra, pero ignotas a pocos kil¨®metros de su local de ensayo. En cualquier caso, algunas fueron inesperadas sorpresas para el p¨²blico for¨¢neo y entusiasmaron m¨¢s que los rimbombantes cabezas de cartel. Hablando de p¨²blico: el perfil general era m¨¢s mel¨®mano y menos pint¨®n que en muchos eventos musicales patrios en los que los asistentes priman el escaparatismo.
El recinto es otro de sus puntos fuertes: ni pabellones, ni descampados, ni f¨®rums: el centro de A Coru?a, tal cual. Desde el castillo de San Ant¨®n hasta la Plaza de San Nicol¨¢s, pasando por el parque del Paseo de los Puentes, la calle Torreiro, el bulevar del Papagayo, un par de teatros, una casa museo o, c¨®mo no, la playa de Riazor en toda su extensi¨®n, que acogi¨® a unas 20.000 personas las noches del viernes y el s¨¢bado. Cemento, por tanto, como el del Primavera Sound, hierba como la del BBK Live y arena como la del Arenal Sound. La superficie del Festival Noroeste Estrella Galicia es tan variopinta como los estilos musicales que acoge. Respecto a esto ¨²ltimo, Jos¨¦ Manuel Sande, el concejal de Cultura, nos comenta que este a?o han querido meter "m¨¢s sonidos duros, m¨¢s garaje, m¨¢s punk, m¨¢s rollo hardcoreta que de costumbre".
El cartel no ha dependido solo del Ayuntamiento, en el que gobierna Marea Atl¨¢ntica desde 2015 despu¨¦s de d¨¦cadas de PSOE y un parpadeo anterior del PP. "Hemos implicado a movimientos y asociaciones ciudadanas, para que la calle tome parte en la elecci¨®n de las bandas", aclara Sande. As¨ª, Nave 1839, M¨²sicos Ao Vivo, Desconcierto Cultural y Clubtura, han sido responsables de los carteles de algunas plazas, y han supervisado que las condiciones contractuales de todos los m¨²sicos, y especialmente de los m¨¢s locales, cumplan unos m¨ªnimos. El Ayuntamiento tambi¨¦n ha buscado que en esta edici¨®n (la n¨²mero 31, que lo convierte en, probablemente, el festival m¨¢s veterano del pa¨ªs), se alcance la mayor paridad entre artistas femeninas y masculinos. Los cabeza de cartel que tocaron las noches del viernes y el s¨¢bado en Riazor, eso s¨ª, eran todos varones: Surfin' Bichos, Kaiser Chiefs, Iv¨¢n Ferreiro y The Jesus and Mary Chain. "No es f¨¢cil conseguir grupos grandes", se justifica Sande, "y mucho menos elegir. Muchas veces, debemos conformarnos con lo que es posible, porque muchas bandas firman exclusividad con otros festivales y promotoras". En este sentido, el concejal aclara que no quer¨ªan ir a la subasta festivalera a golpe de talonario. "Nos pusimos un l¨ªmite de cach¨¦, y de gasto", explica, y puntualiza: "En ediciones anteriores se lleg¨® a pagar 150.000 por Madness. Nosotros queremos controlar eso".
El af¨¢n paritario, por tanto, se not¨® m¨¢s en los conciertos peque?os, algunos de ellos matinales, con artistas como Lascivos, Les Sueques, Lula Pena, Mielitza, New Day, Bala, Rosal¨ªa, Terrier...
Y la m¨²sica, ?qu¨¦?
Como reza el titular, el Festival Noroeste Estrella Galicia, con financiaci¨®n p¨²blico privada, es gratis. O casi. Concretamente, 98 conciertos. Hay dos por los que hab¨ªa que pagar: el del portugu¨¦s Rodrigo Le?o, fundador de Madredeus, y el de Swans, la banda neoyorquina de rock a base de desarrollos infinitos (no suelen pasar de las cinco canciones por cada dos horas de concierto) liderada por Michael Gira, que no concibe tocar sin que el fader de volumen de la mesa de sonido est¨¦ deslizado hasta el tope superior, donde pone "max". Por si acaso, se repartieron tapones para los o¨ªdos antes del concierto, aunque para algunos, ni con esas. "Me gustan mucho, pero la intensidad era tal que tuve que irme a la mitad", lamentaba una de las asistentes.
Esto suced¨ªa el mi¨¦rcoles. El jueves, el festival cont¨® con dos aciertos indiscutibles en su copioso cartel: no bien pasado el mediod¨ªa, se sub¨ªa al escenario el d¨²o Bala. Anxela a la guitarra, Violeta a la bater¨ªa, con sus respectivos micr¨®fonos, fueron suficientes para atronar la habitualmente apacible plaza Jos¨¦ Sellier Loup con su hardcore desbocado, como si hubiera el triple de m¨²sicos tocando al un¨ªsono.
La siguiente diana del d¨ªa estaba en la plaza de Las B¨¢rbaras: ya entrada la noche, los quincuagenarios de Aviador Dro volvieron a demostrar que, aunque nacieran a finales de los setenta, siguen siendo una de las bandas nacionales con el sonido m¨¢s moderno. Introdujeron en nuestro pa¨ªs el kraut rock y el synth pop experimental antes de que muchas bandas de La Movida supieran lo que era un sintetizador. La plazoleta coru?esa, desbordada por una feligres¨ªa a?eja y veintea?era a partes iguales, casi se derrumba con temas como Nuclear s¨ª. Canci¨®n que sigue estando, tristemente, de plena actualidad, y no solo por su sonido. Entre medias, prim¨® la m¨²sica negra de los vigueses The Soul Jacket, deudores de Marvin Gaye.
El viernes llenaron las matinales coru?esas el pop triling¨¹e y ruidoso, con dejes a veces grunge, otras punk, puntualmente surferos, de las barcelonesas Les Sueques. Los compostelanos Puma Pumku part¨ªan al mediod¨ªa con buenas canciones y referencias: desde Pink Floyd a King Crimson pasando por Tame Impala. Pero algo fall¨®: posiblemente, el sol que se proyectaba impenitente sobre sus testas (algo poco habitual en Galicia) y un volumen demasiado comedido, fueron los culpables de que su rock psicod¨¦lico resultara un tanto deslavazado.
A pocos metros de all¨ª, en la calle Torreiro, el punk desprendido de los alicantinos Futuro Terror levantaba los ¨¢nimos y las ¨¢nimas, y media hora m¨¢s tarde, a las 15.15, redondeaban la jornada matinal Los Bengala, un d¨²o mexicano de repertorio rock and roll y ejecuci¨®n y pose garajera. Lograron que gastaran zapatilla presentes y ocasionales, especialmente con su versi¨®n final de Do you love me, de The Countours.
Esa noche llegaban los presuntos primeros platos fuertes a la playa de Riazor. Primero Surfin' Bichos, que ofrecieron su repertorio cl¨¢sico y alg¨²n tema in¨¦dito en directo, pero con una pegajosa p¨¢tina de desgana de principio a fin. Tal vez el problema de los albacete?os sea que casi todos los grupos del movimiento 'indie' de finales de los noventa los mencionaran como referencia inapelable. Por eso sus conciertos suelen dejar una expectativa frustrada, como de pop sobrevalorado. Luego llegaron los brit¨¢nicos Kaiser Chiefs con su saltar¨ªn Ricky Wilson al micr¨®fono, que hasta hizo piruetas sobre el bombo de la bater¨ªa al son de su pop digerible a la primera escucha, que tan buen resultado les da desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, cuando se quedaron en la estela de Blur y Oasis. Lograron, eso s¨ª, que la playa Riazor de A Coru?a pareciera, a las 12 de la noche, la de Levante de Benidorm a las 12 del mediod¨ªa. No cab¨ªa ni un alma m¨¢s.
El s¨¢bado era el d¨ªa del redoble final. Por la ma?ana destacaron la psicodelia, extrema hasta lo par¨®dico y adictiva, de los murcianos Alien Tango, a los que lo mismo da un sitar que un sintetizador con, como ellos mismos desvelan, sonidos producidos por su "propia carne". La banda Terrier, con sus dos energ¨¦ticas vocalistas, tra¨ªan mucho garage y mucha noche desde Madrid (si quieren ver caras de resaca, entren en su Instagram), y les dio tiempo para tomarse unas ca?as con su p¨²blico en los bares aleda?os, despu¨¦s de un concierto inapelablemente demoledor.
Esa noche, esperaban en una abigarrada playa de Riazor el pop lluvioso (aunque en el cielo surcaran las perseidas) de Iv¨¢n Ferreiro y los suyos, y el noise impecable de The Jesus and Mary Chain. Y as¨ª fue, precisamente, como son¨® la velada: el vigu¨¦s, morri?oso; los escoceses, ruidistas y perfeccionistas hasta el extremo. "Esto no hay quien lo baile", se quejaba uno de los m¨¢s de 20.000 asistentes al concierto. La m¨²sica de los hermanos Reid nunca lo ha pretendido.
El domingo esperaba una coda magn¨ªfica: entre una decena de artistas, Vurro, "mitad humano, mitad vaca", con un cr¨¢neo del rumiante tap¨¢ndole la cara, revisit¨® (y embruteci¨®) el concepto de hombre orquesta. Un teclado y un lanzador de samples en las manos, un bombo con una caja y una pandereta en el pie derecho, y dos platos en los cuernos. Resultado: tan virtuoso como un Jerry Lee Lewis hasta arriba de speed ?Qui¨¦n est¨¢ debajo de la m¨¢scara vacuna? Ni ¨¦l lo desvela, ni nosotros lo pretendemos.
Hasta aqu¨ª, hemos presentado las razones objetivas por las que el Noroeste Estrella Galicia puede ser el mejor festival del mundo (aparte las noct¨ªvagas sesiones electr¨®nicas posteriores a los conciertos, o los manifestaciones art¨ªsticas colaterales, como el festival de fanzines). Pero preferimos dejar la responsabilidad de tama?a afirmaci¨®n en alguien con m¨¢s experiencia: Jose Sestelo pasa holgadamente de los 60 a?os, y es un exempleado coru?¨¦s de una empresa naviera que lleva, cuenta, tres d¨¦cadas sin perderse esta cita festivalera. A?ade, del brazo de su mujer Elena, despu¨¦s de los trallazos guitarreros de Los Bengala al mediod¨ªa: "Vendas f¨®ra para gozar dun aperitivo e tam¨¦n podes ver alg¨²ns concertos". Y remata: "? o mellor festival do mundo". Pues eso. Quien quiera, que lo rebata.
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