La pol¨ªtica no volver¨¢ a ser igual
Los ciudadanos reclaman a la pol¨ªtica sensatez, eficacia y unidad
Tras la masacre de La Rambla nada volver¨¢ a ser exactamente igual. Algunos paradigmas inamovibles se ver¨¢n fuertemente alterados. Los gobernantes dieron ayer un buen signo de compartir causa com¨²n en el minuto de silencio de la Plaza de Catalunya. Pero los ciudadanos quieren m¨¢s. Reclaman a la pol¨ªtica sensatez, eficacia, y unidad.
Sensatez, como la que ellos mismos han practicado. Conductas normales. Los seguratas del aeropuerto de El Prat suspendiendo su huelga. Los tenderos y restauradores que convirtieron sus establecimientos en refugio a los fugitivos del atropello. Los taxistas y vecinos que asistieron con agua y v¨ªveres a los automovilistas inmovilizados por la operaci¨®n policial Jaula que bloque¨® las salidas de la capital catalana.
Hubo tambi¨¦n sensatez en la pol¨ªtica. Ni salidas de tono, ni notas discordantes. Siempre es exigible el tono institucional, pero resulta m¨¢s destacable cuando se produce en una coyuntura de tensi¨®n y enfrentamiento (sobre la cuesti¨®n catalana): cuando algunos ven¨ªan planteando escapar del institucionalismo, de las reglas de juego, del ordenamiento jur¨ªdico.
La unidad cantada al lema No tinc por existi¨® tambi¨¦n en la actuaci¨®n policial lanzada desde el primer instante del atentado. Vimos a Mossos, Guardia Civil y polic¨ªas locales actuar conjuntamente sobre el terreno. En las carreteras, en las detenciones (Ripoll), en distintos despliegues.
Seguro que deber¨¢ mejorar la cooperaci¨®n en la prevenci¨®n y el manejo de informaci¨®n sensible, no en vano la Junta de Seguridad bipartita ha estado inactiva durante cinco a?os, sin convocarse hasta hace pocas semanas. Y tambi¨¦n una exhibici¨®n contundente de la responsabilidad pol¨ªtica compartida al m¨¢ximo nivel: habr¨¢ que aprender de algunas inc¨®gnitas y disfunciones del jueves (enmarcables en el alcance complejo del atentado), para no tener que esperar al d¨ªa D+1 a visualizar un encuentro del gabinete de crisis com¨²n y la comparecencia conjunta del presidente del Gobierno y el de la Generalitat.
Sobre todo, porque la unidad¡ªmuy tangible en la base¡ª es condici¨®n de confianza, y esta, de eficacia.
Los ciudadanos reclaman unidad en defensa del orden democr¨¢tico compartido. No tolerar¨¢n ning¨²n debilitamiento de sus defensas, ni bromas ni especulaciones con la idea de apartar a ning¨²n cuerpo policial de la legalidad constitucional y estatutaria.
Tambi¨¦n el bloque secesionista deber¨¢ escuchar este movimiento de fondo, reforzado por el monstruoso azar del atentado. Si alguien fragua desde ah¨ª una visi¨®n de estadista, lo atender¨¢, imprimir¨¢ un giro copernicano a su calendario, expectativas, planteamientos. En muy pocos d¨ªas.
Si la realidad cambia, yo tambi¨¦n, ?y usted?, argumentaba lord Keynes.
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