C¨®mo un jarr¨®n con forma de pene se convirti¨® en un icono de la modernidad
Se cumplen diez a?os de la muerte del dise?ador austro italiano Ettore Sottsass, el hombre que solo creaba cosas excitantes
Una pieza de dise?o ic¨®nica, pero asequible. Que confiera cierto status de experto, pero que sea reconocible. Que sea bonita, pero rompedora. Que sea dise?o, pero funcional. Que llame lo suficientemente la atenci¨®n para que las visitas pregunten. Que tenga una historia detr¨¢s.
Parece un capricho ideado por un psic¨®pata o un anuncio de trabajo de esos que piden cinco idiomas, experiencia probada y sueldo vol¨¢til. Pero no, semejante quimera existe.
Se llama Shiva. Es un florero esmaltado de color rosado, aparentemente tiene forma de pene, cuesta 150 euros (m¨¢s IVA) y fue dise?ado en 1973 por Ettore Sottsass (Innsbruck, Austria, 14 de septiembre de 1917- Mil¨¢n, Italia, 31 de diciembre de 2007) para BD Barcelona Design, la editora espa?ola de muebles de autor fundada en 1972.
En aquellos a?os, el italiano visitaba frecuentemente Barcelona por asuntos amorosos. El resultado fue que realiz¨® varios dise?os para la editora catalana: desde la mesa Mettsass al cenicero Manhattan o la l¨¢mpara Knossos, pasando por este Shiva, que cumple a rajatabla la m¨¢xima de Sottsass seg¨²n la cual el dise?o, adem¨¢s de funcional, debe ser sensual y excitante. Arquitecturas peque?as.
¡°Un poco como monumentos, un poco como tumbas, un poco como templos abandonados de los dioses, un poco como ruinas de la antigua y desconocida civilizaci¨®n¡±, dec¨ªa Sottsass de este jarr¨®n que tiene, como su propio nombre indica, reminiscencias de la India, pa¨ªs al que viajaba con frecuencia y que le inspir¨® no poco.
Eso s¨ª, para amantes de lo exclusivo, malas noticias: los 50 ejemplares de la edici¨®n limitada del jarr¨®n Shiva en edici¨®n oro (que, por cierto, habr¨ªa hecho las delicias de Donatella Versace, fan declarada y n¨²mero uno del dise?ador) se agotaron hace tiempo.
Arquitecto de formaci¨®n, Sottsass pas¨® parte de la Segunda Guerra Mundial en un campo de concentraci¨®n yugoslavo. Las estrecheces de la posguerra le decidieron a convertirse en hacedor de objetos cotidianos. Habitual de los c¨ªrculos artys de medio mundo, se code¨® con Picasso, Dylan, Ginsberg, Kerouac, Mapplethorpe o Hemingway.
Fue el dise?ador italiano m¨¢s importante de la segunda mitad del siglo XX y el creador estrella de Olivetti, para quien dise?¨® su primer ordenador y la llamativa m¨¢quina de escribir Valentina en color rojo. Enamorado del arte tribal y habitualmente ligado a j¨®venes dise?adores, invent¨® sillones, estanter¨ªas, mesas, ceniceros, l¨¢mparas, platos de cer¨¢mica, espejos, aparadores, pimenteros¡ Siempre optimistas. Siempre funcionales. Siempre con un toque de humor.
Apodado por algunos como ¡®el padrino del cool¡¯, se convirti¨® en deidad del dise?o con la creaci¨®n a finales de 1980 del Grupo Memphis, colectivo que con solo ocho a?os de vida (se disolvi¨® en 1988) convirti¨® a sus integrantes en iconos de la modernidad. Por su estallido de color, sus combinaciones de formas imposibles y su toque naif distinguir¨¦is sus creaciones.
Se cumplen cien a?os del nacimiento de Sottsass y diez de su muerte, pero su esp¨ªritu, impert¨¦rrito al paso del tiempo, ha reinado este a?o en el Salone del Mobile. Es lo que tiene ser moderno, que no posmoderno (detestaba que le calificaran como tal).
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