Once lugares maravillosos y poco conocidos de Argentina
De las rocas c¨®smicas de Campo de Cielo a la naturaleza salvaje del Iber¨¢
1 Campo de meteoritos
Hace 4.000 a?os, un asteroide explot¨® al entrar en la atm¨®sfera sobre la regi¨®n del Chaco, al norte de Argentina. Como consecuencia, se produjo la gran lluvia de meteoritos que sembr¨® de grandes rocas met¨¢licas, alguna de hasta37 toneladas, una amplia zona de las provincias argentinas del Chaco y Santiago del Estero, lo que hoy se conoce como Campo del Cielo. Los nativos wich¨ªs y tobas, antiguos pobladores del Chaco, consideraban sagrado el lugar, y en especial el Mes¨®n de Fierro, un meteorito de m¨¢s de 15 toneladas que hoy se encuentra en paradero desconocido. El a?o pasado fue hallado en la zona el segundo meteorito m¨¢s grande del mundo, con un peso de 30 toneladas.
2 Esquiar en agosto
Los centros de esqu¨ª de Argentina, como Bariloche, Las Le?as o Penitentes brindan a los amantes de este deporte la oportunidad de disfrutar de la nieve cuando es verano en Europa. Una decena de estaciones se reparten a lo largo de la cordillera de los Andes, entre Mendoza y Ushuaia; la m¨¢s norte?a, y una de las m¨¢s destacadas, es la de Las Le?as, a 450 kil¨®metros de la capital de la provincia de Mendoza y a 1.200 kil¨®metros de Buenos Aires. Su temporada de nieve se extiende desde mediados de junio hasta finales de septiembre, y tras el deshielo, se convierten en base para excursiones a pie o a caballo y deportes de aguas bravas en el r¨ªo Mendoza. En el extremo sur del pa¨ªs, a 26 kil¨®metros de Ushuaia, est¨¢ la estaci¨®n de Cerro Castor. Con un desnivel de 772 metros y 20 kil¨®metros de pistas, su especialidad es el esqu¨ª de fondo, con circuitos que discurren entre bosques de lengas que tambi¨¦n pueden recorrerse con raquetas de nieve.
3 Esteros del Iber¨¢
Esteros del Iber¨¢, al norte de Argentina, ocupa una superficie de 1,3 millones de hect¨¢reas de hipn¨®ticas l¨¢minas de agua, herbazales y canales donde viven yacar¨¦s, carpinchos (roedores del tama?o de un cerdo) y especies en peligro como el lobito de r¨ªo, el aguar¨¢ guaz¨² o lobo de crin, el venado de las pampas o el ciervo de los pantanos. De la superficie total de los esteros, 150.000 hect¨¢reas propiedad de la fundaci¨®n Conservation Land Trust fueron donadas al Gobierno por el empresario estadounidense Douglas Tompkins a fin de crear el mayor espacio natural del pa¨ªs: el parque ecotur¨ªstico de Iber¨¢. El proyecto, que beneficiar¨¢ a una veintena de municipios de la provincia de Corrientes, prev¨¦ crear miles de puestos de trabajo y atraer a 300.000 visitantes anuales.
4 La ruta del mate
Los primeros contactos entre guaran¨ªes y jesuitas, hacia 1549, fueron gastron¨®micos: "Dos guaran¨ªes se encuentran, y uno pregunta: ?Ven¨ª de comer con los padres jesuitas?" "No. Vengo de comer a los padres jesuitas", le responde el otro en un hilarante di¨¢logo del grupo Les Luthiers. Los religiosos se esforzaron en aprender pronto guaran¨ª, y la relaci¨®n entre ellos e indios evolucion¨® hacia una simbiosis beneficiosa para ambos. Los jesuitas hac¨ªan realidad su proyecto religioso y social, y los indios consegu¨ªan protecci¨®n frente a los excesos de los encomenderos (colonos que recib¨ªan del virrey un n¨²mero de indios para trabajar las tierras). Para ello, los jesuitas crearon una organizaci¨®n autosuficiente y solidaria, las reducciones (misiones), con una econom¨ªa basada en el trabajo colectivo y el intercambio de productos como la yerba mate. En total, lleg¨® a haber 30 misiones jesu¨ªticas guaran¨ªes, repartidas por el norte de Argentina, Paraguay y el sur de Brasil. A cargo de cada misi¨®n sol¨ªa haber dos jesuitas (uno para las cosas del alma y el otro a cargo de la log¨ªstica).
5 La misi¨®n de 'La Misi¨®n'
A 60 kil¨®metros de Posadas, la capital provincial de Misiones, se alzan las ruinas de San Ignacio Min¨ª. Concebida por los jesuitas y construida por los indios guaran¨ªes en el siglo XVII, es due?a de una historia que el cine llev¨® a la pantalla en la pel¨ªcula La misi¨®n. Dispone de un interesante centro de interpretaci¨®n que ilustra, por ejemplo, sobre el episodio de Mboror¨¦, la batalla que inspira la pel¨ªcula: en marzo de 1641, los guaran¨ªes de San Ignacio y otras misiones de la zona(armados con arcos y flechas, cerbatanas y algunos arcabuces) se enfrentaron a un ej¨¦rcito de m¨¢s de 3.000 bandeirantes, esclavistas portugueses. Entre los jesuitas hab¨ªa algunos veteranos de las guerras europeas, lo que inclin¨® el resultado del lado de los misioneros. Con la expulsi¨®n de la orden de los dominios de la Corona Espa?ola, en 1767, por Carlos III, y la dispersi¨®n de los indios, San Ignacio se convirti¨® en un despojo devorado por la selva.
6 En casa del Che Guevara
No lejos de la misi¨®n de San Ignacio, en un alto sobre el r¨ªo Paran¨¢ est¨¢n las dos casas (una de ellas reconstruida) donde vivi¨® el escritor uruguayo Horacio Quiroga (Salto, Uruguay, 1879-Buenos Aires, 1937): "No escribas bajo el imperio de la emoci¨®n. D¨¦jala morir y ev¨®cala luego. Si eres capaz de revivirla tal cual fue, habr¨¢s llegado a la mitad del camino". La visita abre el universo atormentado e ¨ªntimo del autor de Cuentos de la selva y De amor locura y muerte (as¨ª, sin comas). Otra posible parada en la ruta hasta Puerto Iguaz¨² es el lugar, con vistas al Paran¨¢, donde pas¨® su primera infancia, en Caraguatay (Misiones), el Che Guevara. De la casa donde vivi¨® s¨®lo quedan los cimientos, junto a los que se ha construido un peque?o y devoto museo que elude abordar el lado oscuro del guerrillero.
7 Una carretera m¨ªtica
Los estadounidenses tienen la Ruta 66, y los argentinos, la Ruta 40 (RN 40), una largu¨ªsima carretera que serpentea, de norte a sur y en paralelo a la cordillera de los Andes, a lo largo de 5.000 kil¨®metros entre Cabo V¨ªrgenes (Santa Cruz) y La Quiaca (Jujuy). Creada en 1935, la m¨ªtica carretera une 11 provincias de tres regiones del pa¨ªs (Santa Cruz, Chubut, R¨ªo Negro, Neuqu¨¦n, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucum¨¢n, Salta y Jujuy); sube desde el nivel del mar hasta casi 5.000 metros; atraviesa 236 puentes y 27 puertos de monta?a; cruza 18 r¨ªos, bordea 13 grandes lagos y salares, y permite llegar en coche o autob¨²s a 20 reservas y parques nacionales.
8 Hielos de un azul el¨¦ctrico
El calafate es un arbusto espinoso de las estepas patag¨®nicas, de flores amarillas en primavera y frutos morados en invierno. Es tambi¨¦n el nombre de una peque?a poblaci¨®n de la provincia argentina de Santa Cruz, de 7.000 habitantes y talante fronterizo. Pero lo que ha hecho mundialmente conocido a El Calafate ?sobre todo, desde la apertura, en 2001, de un aeropuerto internacional a tres horas en avi¨®n desde Buenos Aires? es el parque nacional de los Glaciares, a unos 50 kil¨®metros de all¨ª. De entre sus 350 ventisqueros, la estrella es el majestuoso Perito Moreno, un r¨ªo de hielo que cada d¨ªa avanza casi un metro sobre las aguas del lago Argentino. Su frente es de unos cuatro kil¨®metros, y su altura var¨ªa entre los 30 y 60 metros sobre el nivel del lago, aunque el cambio clim¨¢tico amenaza con menguar sus orgullosas dimensiones. Se puede llegar a ¨¦l por carretera, se deja ver de cerca (en barco o desde pasarelas) y se puede recorrer a pie con la ayuda de unos crampones (piezas de metal con p¨²as que se sujetan a las suelas de las botas). Tambi¨¦n existe la posibilidad de realizar una excursi¨®n en barco desde Puerto Bandera, navegando entre icebergs por el lago Argentino, hasta otros ventisqueros, como el Upsala (el mayor, con una superficie de 600 kil¨®metros cuadrados), el Spegazzini, el Onelli, el Agassiz o el Bolado. La web de turismo de El Calafate incluye opciones de alojamiento y un listado de las empresas que organizan excursiones desde El Calafate; las salidas van desde trekkings sobre el hielo del Perito Moreno hasta la navegaci¨®n de un d¨ªa entero para ver todos los glaciares. Declarado en 1981 patrimonio mundial por la Unesco, el parque nacional de los Glaciares alberga tambi¨¦n algunas de las monta?as m¨¢s bellas del planeta, como el cerro Fitz Roy o, del lado chileno, las Torres del Paine. En la peque?a localidad de El Chalt¨¦n, a los pies del monte Fitz Roy y a unos 220 kil¨®metros de El Calafate, los aficionados al trekking y la escalada pueden contratar excursiones de un d¨ªa o de varios y alquilar todo el material necesario para la acampada.
9 El techo de Am¨¦rica
La ciudad de Mendoza sirve de lugar de encuentro de monta?eros en ruta hacia el pico Aconcagua (6.962 metros). Quienes no se sientan con fuerzas para coronar la monta?a m¨¢s alta de Am¨¦rica pueden optar por subir hasta el refugio de Plaza de Mulas, con imponentes vistas de los cerros andinos. El albergue cuenta con 80 plazas, en habitaciones colectivas o dobles, comedor, duchas de agua caliente, tel¨¦fono e Internet. Cuenta con un servicio de gu¨ªas de monta?a y de mulas para el transporte de las mochilas con los que organiza trekkings por el Aconcagua y otros picos de la cordillera.
10 Los saltos del Mocon¨¢
Menos conocidos que las cataratas de Iguaz¨², los saltos del Mocon¨¢, en la provincia de Misiones, son ca¨ªdas de agua de hasta 20 metros de altura a las que se llega en barco o a pie. El parque provincial de Mocon¨¢ forma parte del proyecto Corredor Verde Misionero, un ¨¢rea protegida de m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas que agrupa varias reservas naturales provinciales o privadas cubiertas por la selva, como Salto Encantado, Yacau¨ª, Esperanza o Tey¨² Cuar¨¦.
11 La tumba del Gauchito Gil
La provincia argentina de Corrientes es una tierra rudimentaria y hermosa de horizontes de hierba, inmensos humedales, carreteras sin asfaltar y gauchos a caballo. Los gauchos son como el cowboy de los anuncios de Marlboro, pero de verdad, criollos de alma ruda y libre, como el Mart¨ªn Fierro del poema de Jos¨¦ Hern¨¢ndez: "Soy gaucho, y entiendal¨® / Como mi lengua lo esplica: / Para m¨ª la tierra es chica / Y pudiera ser mayor; / Ni la v¨ªbora me pica / Ni quema mi frente el sol". Despu¨¦s de Mart¨ªn Fierro, el gaucho m¨¢s famoso de Argentina es Antonio Mamerto Gil N¨²?ez, m¨¢s conocido como Gauchito Gil, una mezcla de santo y Rob¨ªn Hood de las pampas norte?as. Naci¨® en Mercedes alrededor de 1840 y muri¨® el 8 de enero de 1878, durante las guerras montoneras que enfrentaron a colorados (federalistas) y celestes (unionistas). Gil simpatizaba con el bando de los colorados, pero fue reclutado por los celestes, se neg¨® a luchar y fue ejecutado. La tradici¨®n popular le atribuye varios milagros (el primero, curar al hijo de su verdugo), y el santuario construido en el emplazamiento de su tumba (a unos ocho kil¨®metros de Mercedes, en el lugar donde lo mataron) recibe a miles de peregrinos de toda Argentina, en especial cada 8 de enero.
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