Contra la iron¨ªa
No hablar en serio es muchas veces la estrategia del cobarde para no afrontar la realidad
En la democracia sentimental, Manuel Arias Maldonado crea la figura del ¡°ironista melanc¨®lico¡±: un individuo esc¨¦ptico que usa la iron¨ªa para tomar distancia de las pasiones pol¨ªticas, consciente de ¡°la inevitable incompatibilidad de los distintos valores en juego¡±. La iron¨ªa suele ser inteligente; en muchas ocasiones, la s¨¢tira es m¨¢s efectiva y cr¨ªtica que el an¨¢lisis solemne. Pero su abuso puede desembocar en cinismo. El debate p¨²blico contempor¨¢neo, especialmente en redes sociales, se ha convertido en un perfecto campo de juego para las guerras ir¨®nicas. La iron¨ªa no funciona aqu¨ª como el ideal liberal e ilustrado de Arias Maldonado, sino como un mecanismo de reafirmaci¨®n tribal y un arma ideol¨®gica. Este ironista no es cauteloso, est¨¢ de vuelta de todo y observa la realidad y la pol¨ªtica desde la superficie fr¨ªvola, nunca profundiza. Un ejemplo lo vemos en los tuits del diputado Gabriel Rufi¨¢n, o en los de Izquierda Unida cuando env¨ªa a alguien al gulag; pero tambi¨¦n en todas aquellas bromas que hay sobre cualquier debate pol¨ªtico que trasciende cierto consenso virtual, o de la peque?a tribu. En los mayores momentos de violencia en Venezuela, los tuiteros ir¨®nicos se mofaron del excesivo inter¨¦s de los medios espa?oles, y denunciaron una supuesta cortina de humo. M¨¢s all¨¢ de la posible instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica del conflicto, lo interesante es ver c¨®mo usan la iron¨ªa para mostrar la supuesta verdad. Rufi¨¢n insiste, mediante chistes, en que los medios magnifican un tema banal en detrimento de otro importante, siempre de manera interesada, pero nunca explica por qu¨¦ uno es m¨¢s importante que el otro. No sabe ir m¨¢s all¨¢ de su broma. La iron¨ªa es una manera c¨ªnica de camuflar el dogmatismo.
Otros art¨ªculos del autor
En su ensayo E Unibus Pluram sobre la ficci¨®n televisiva estadounidense en los a?os noventa, David Foster Wallace escribe que ¡°toda la iron¨ªa estadounidense se basa en un impl¨ªcito ¡®realmente no va en serio lo que digo¡±. Wallace afirma que la iron¨ªa puede convertirse en una especie de tiran¨ªa, y que ¡°cualquiera que se moleste en preguntarle al ironista qu¨¦ es lo que est¨¢ defendiendo realmente acaba pareciendo un hist¨¦rico o un pedante¡±. ?Qui¨¦n responde a un meme ir¨®nico? ?Si es todo broma! Como son ¡°bromas¡± los chistes de la alt-right, el movimiento supremacista blanco surgido en Internet en los ¨²ltimos a?os: comenz¨® como un fen¨®meno de j¨®venes que se quejaban de la cultura contempor¨¢nea y buscaban la provocaci¨®n con iron¨ªa, y ha acabado convertido en un movimiento neonazi que desfila con antorchas y banderas con la esv¨¢stica. Alice Marwick, autora de un estudio del Data & Society Institute sobre la alt-right en las redes, afirma que la ultraderecha estadounidense ¡°extiende el pensamiento supremacista blanco, la islamofobia y la misoginia a trav¨¦s de la iron¨ªa y del conocimiento de la cultura de Internet¡±. El usuario de la alt-right internetera, que usa los memes de la rana Pepe y t¨¦rminos como cuckservative (un conservador vendido) o normie (alguien pol¨ªticamente correcto y que no piensa por s¨ª mismo), esconde su racismo y machismo detr¨¢s de la iron¨ªa para evitar el rechazo social. Si alguien se ofende, siempre puede usar ir¨®nicamente uno de esos t¨¦rminos, y decir que solo est¨¢ de broma. Es, seg¨²n Mark Thompson, autor de Sin palabras: ?qu¨¦ ha pasado con el lenguaje de la pol¨ªtica?, un ¡°imb¨¦cil de Schr?dinger¡±, ¡°alguien que hace comentarios sexistas, racistas o intolerantes en general y solo decide si habla en serio o ¡®est¨¢ de broma¡¯ cuando ve la reacci¨®n de los dem¨¢s¡±.
El movimiento supremacista alt-right buscaba la provocaci¨®n y termin¨® convertido en una corriente neonazi
?Significa esto que los tuits ir¨®nicos de Rufi¨¢n son lo mismo que los de un neonazi en un foro oscuro de Internet? En absoluto. Lo que significa es que en muchas ocasiones la iron¨ªa es solo superficie, un discurso vac¨ªo, y puede ser la estrategia que tiene el cobarde para no afrontar la realidad. A veces, no hablar en serio es no ser sincero con uno mismo. El escritor Lewis Hyde dice que ¡°la iron¨ªa solo tiene un uso de emergencia. Si se usa a lo largo del tiempo, se convierte en la voz del atrapado que empieza a disfrutar de su jaula¡±. Este ironista acaba atrapado en su propia iron¨ªa como el pol¨ªticamente incorrecto acaba atrapado en su condici¨®n de transgresor y rebelde rompedor de tab¨²es. En el caso de los ironistas neonazis de Internet, que usan un c¨®digo especial con neologismos para ocultar su racismo, se da un caso especial. Son, ir¨®nicamente, unos cobardes pol¨ªticamente correctos, incapaces de decir claramente lo que piensan.
Ricardo Dudda es periodista y miembro de la redacci¨®n de Letras Libres.
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