Tokio libresco y literario

SOBRE QU? escriben los narradores cosmopolitas cuando viajan por Europa o Nueva York? Sobre los bares de los novelistas, las librer¨ªas famosas, los caf¨¦s literarios, las tumbas de los escritores y otros lugares comunes a caballo entre las gu¨ªas de viaje al estilo de Karl Baedeker y la autobiograf¨ªa. Sin embargo, cuando esos mismos letraheridos viajan a Tokio, los corazones frikis dejan de bombear sangre a los cerebros diletantes y as¨ª leemos novelas y cr¨®nicas pobladas de punkis, androides, hoteles c¨¢psula y anime girls del barrio electr¨®nico de Akihabara. He le¨ªdo varias novelas espa?olas y latinoamericanas ambientadas en la capital de Jap¨®n, pero los protagonistas jam¨¢s pisan un caf¨¦ o una librer¨ªa porque siempre est¨¢n de compras en Shinjuku, de juerga en Roppongi o haciendo el indio en el parque Ueno.
Hace unos a?os el novelista japon¨¦s Osaka Go me llev¨® a conocer Jimbocho, el barrio m¨¢s literario de la capital nipona. ?Se imaginan 180 peque?as librer¨ªas independientes en un ¨¢rea m¨¢s peque?a que Triana, en Sevilla, o El Raval, en Barcelona? Seg¨²n Osaka Go, el secreto de su resistencia ante el avance de los grandes libr¨®dromos est¨¢ en la especializaci¨®n. En efecto, en Jimbocho encontr¨¦ tiendas dedicadas a la mitolog¨ªa mesopot¨¢mica, los viajes por ?frica, la ciencia-ficci¨®n, los cl¨¢sicos grecolatinos, la filolog¨ªa escandinava y cuantos temas uno pudiera imaginar, con la sonrojante excepci¨®n de librer¨ªas en espa?ol. ?Acaso hay m¨¢s lectores japoneses en ruso, alem¨¢n o franc¨¦s? Sin duda, porque una cosa es saber idiomas y otra muy distinta tener la costumbre de leer obras en versi¨®n original. De hecho, s¨®lo en Tokio residen m¨¢s de 50.000 hispanohablantes, pero apenas leen. En realidad, la receta japonesa de la librer¨ªa especializada tampoco servir¨ªa de nada en Espa?a, porque de lo contrario no habr¨ªa cerrado La Celestina, la mejor librer¨ªa teatral que sobreviv¨ªa en Madrid. No es el caso de Isseido, la m¨¢s antigua de Tokio, abierta en Jimbocho desde 1903, a pesar de los incendios, los terremotos y los bombardeos de la II Guerra Mundial.
?Ad¨®nde deber¨ªan ir los amantes de los bares y los caf¨¦s literarios en las altas noches de Tokio? Al mismo sitio que eligieron los propios pintores, fot¨®grafos, artistas, cineastas y escritores japoneses: al Lupin Bar. Ah¨ª el turista friki no encontrar¨¢ ni geishas, ni karaokes, ni anime-girls, aunque el hip¨®crita lector tiene que saber que aquel s¨®tano de Ginza atesora una hermosa ¨¦pica literaria, pues el Lupin abri¨® en 1928 y sobrevivi¨® a los bombardeos de la aviaci¨®n norteamericana del 10 de marzo de 1945. S¨®lo en Ginza murieron casi 600 personas, pero este bohemio local sigui¨® descendiendo a sus infiernos calcinantes y all¨ª se refugiaron escritores como Kan Kikuchi, Kafu Nagai, Fumiko Hayashi, Ango Sakaguchi, Yasunari Kawabata y Osamu Dazai, el m¨¢s querido en Jap¨®n y el m¨¢s desconocido en Occidente.
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