M¨¢s caliente que el asfalto de Georgia
Intimidad, familia y sexo efervescente. Combinaciones explosivas para el inicio de curso
De c¨®mo un espect¨¢culo visual puede convertirse en un excelente afrodis¨ªaco, incluso con tu familia de por medio.
Reci¨¦n llegada de mis vacaciones y sin santo var¨®n que llevarme a la boca, fui a celebrar los 25 a?os de Toom Pak. No s¨¦ si los conocen, pero si no, deber¨ªan. Son los que hacen m¨²sica hasta con los calzoncillos. Hora y media de m¨²sica a base de golpes de testosterona pura que rebotar¨¢ en las paredes del Nuevo Apolo durante todo este mes de septiembre. Una perita en dulce para reincorporarse de nuevo a lo que sea menester. Disfrutar¨¢n; son una delicia. Los ni?os bailan en las butacas y aplauden, responden a todas sus preguntas y participan disfrutando como locos de semejante espect¨¢culo de percusi¨®n con instrumentos creados a partir de basura. Nunca unos artesanos de la m¨²sica reciclaron tanto. Y, mientras la familia disfruta del ritmo metido en vena, m¨¢s de una mujer no homosexual y m¨¢s de un hombre no heterosexual pueden imaginar(se) a los que est¨¢n encima del escenario. (?Slurp!)
Quiz¨¢s sea yo que estoy cegada de amor por el sexo. No lo descarten. Me sent¨ª como la Lula de Coraz¨®n Salvaje (1990) de David Lynch: m¨¢s caliente que el asfalto de Georgia.?Despu¨¦s de hora y media de verlos sudar, movi¨¦ndose por el escenario cargando con los bidones que despu¨¦s golpean, seduciendo a golpe de mazazos y raciones ingentes de testosterona, se sale con ganas de mambo. Mambo del bueno. Quer¨ªa que me golpearan, llevaran y fornicaran con el mismo estilazo que los cinco integrantes de Toom Pak hab¨ªan exhibido sobre el escenario. ?Por qu¨¦? Por el mismo motivo por el que Coca-Cola triunf¨® el d¨ªa que convirti¨® algo tan absolutamente anodino como la hora del bocadillo en el mejor momento del d¨ªa al exhibir un hombre apetecible. Disculpen, pero hasta entonces, solo las mujeres aparec¨ªamos como trofeo.?
Calentarme forma parte de mi forma de ser. Y de esto, si no me tiro a la yugular de nadie, no tengo que rendir cuentas. Forma parte de mi intimidad.
La intimidad es uno de esos aspectos del ser humano que m¨¢s se pisotea y lapida. Se le tiene poqu¨ªsimo respeto a la vida privada ajena. Algunos no se lo tienen ni a la propia. Los programas de televisi¨®n y revistas cuentan los secretos de cualquiera y hasta en las disciplinas a las que no se les presupone esa necedad, como la literatura, se revienta ese derecho enarbolando la bandera del derecho a la informaci¨®n. La misma raz¨®n por la que cualquier progenitor cotillea el diario de su hija y es capaz de montarle un pollo cuando lee que ha tenido relaciones sexuales.
No disimulen; muchos lo han padecido. No disimulen; muchos lo han hecho.
La propia RAE incluye a la familia en la definici¨®n de intimidad, lo cual debe de ser la excusa perfecta para que m¨¢s de uno se cuele en el diario de su hija. Cualquier persona que no respete la intimidad de los miembros de su familia no merece que se le guarde el m¨¢s m¨ªnimo respeto. Y es m¨¢s que probable que esos mismos individuos que pierden la potestad sobre su propia intimidad elijan distanciarse, en cuanto les sea posible, de los que les faltaron el respeto. Se llama protegerse. Y a veces es muy necesario hacerlo hasta de las personas que crees querer.
Laura Rojas Marcos tiene desde hace a?os un libro que no envejece. Un manual que podr¨ªamos (deber¨ªamos, de hecho) leer en cualquier momento: Familia, de relaciones t¨®xicas a relaciones sanas. Las vacaciones habr¨¢n sido para algunos con progenitores y carnes de sus carnes. Poco m¨¢s. Los habr¨¢ que veranear¨¢n con la familia al completo. Incluyendo un par de mascotas, incluso. Despu¨¦s de la que hayan tenido, recomiendo encarecidamente sumergirse en este libro para supeditar cu¨¢nto se ha deteriorado su propia intimidad. Lo mismo est¨¢ hecha a?icos.
Salvaguardar nuestra intimidades tambi¨¦n fundamental para nuestra vida sexual. Sentirnos libres de elegir a qui¨¦n amar y no sentirnos juzgados por nadie. El discurso de Laura Rojas Marcos se basa en esta premisa en la que no se puede dejar espacio a litigios ajenos. Semejante despliegue de honestidad es dif¨ªcil de conseguir. Hay quien se protege al margen de ojos y lenguas viperinas ajenas.? Y luego estamos los que diseccionamos un buen manual de honestidad de la vida en pareja con el que no nos quede otra que reconocernos a nosotros mismos.
El caso es elegir c¨®mo hacer el examen. Y no mentirse.
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