Romper la conversaci¨®n
Los bandos en liza habitan en realidades paralelas sin intenci¨®n de abrir procesos de reflexi¨®n y convicci¨®n mutuas
El refer¨¦ndum fantasma se acerca y las posiciones siguen congeladas: aquellos que apelan al bloque constitucional frente a quienes recurren al pueblo para generar una ruptura institucional. El absurdo aqu¨ª es que voluntad popular y derecho son pilares indisociables a la democracia: ni esta representa ¨²nicamente la expresi¨®n electoral de una mayor¨ªa aritm¨¦tica, ni se limita a un orden establecido de una vez y para siempre, eludiendo su revisi¨®n deliberativa.
Lo que se ha roto es la conversaci¨®n p¨²blica. Los bandos en liza habitan en realidades paralelas sin intenci¨®n de abrir procesos de reflexi¨®n y convicci¨®n mutuas. Encerrados en una verdad tir¨¢nica, han terminado por cercenar el terreno de lo posible: la negociaci¨®n, el mutuo acuerdo, la apertura, la propuesta, la imaginaci¨®n. La desaparici¨®n de la dimensi¨®n comunicativa de la pol¨ªtica provoca un da?o crucial en la democracia porque quiebra la relaci¨®n p¨²blica y acaba disolviendo el lazo social.
Mejor no ser ingenuos; esto ya no va de pol¨ªtica, sino de amortiguar da?os. La desbocada teatralizaci¨®n del independentismo supera cualquier l¨®gica de la confrontaci¨®n y ha devenido en pura dictadura de la mayor¨ªa, poniendo en serio riesgo las libertades y derechos individuales. Al saltar fuera de cualquier comunidad de comprensi¨®n, han vaciado de contenido ese sentido com¨²n, de todos, que necesitar¨ªamos para deliberar juntos. Sin esa apertura pol¨ªtica no es necesario someterse a la fuerza del mejor argumento o al escrutinio de un pluralismo razonable. Porque irrazonable no es el que tiene ideas locas, sino quien no est¨¢ dispuesto a hablar en la misma medida que escucha.
Sin embargo, no hay comunicaci¨®n posible si alguien no efect¨²a el primer movimiento, un gesto de responsabilidad sin promesa de reciprocidad que correspond¨ªa al Gobierno y que jam¨¢s se produjo. El desconcertante Maquiavelo que habita en Rajoy le conduce a procrastinar, a ocultar las cartas para no revelar su juego, a dilatar decisiones para obtener r¨¦dito de la incertidumbre creada. Aunque se?alar al Gobierno ahora se llame ¡°equidistancia¡±, en alg¨²n momento deber¨¢ rendir cuentas por la magnitud del destrozo. @MariamMartinezB
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