La equidad educativa
No se trata solo de aumentar el dinero, que se dedica, sino tambi¨¦n de c¨®mo mejorar la inversi¨®n
Los recortes en la inversi¨®n educativa a los que ha llevado la crisis han hecho retroceder el porcentaje del PIB dedicado a educaci¨®n del 5,0% al 4,3%, de los m¨¢s bajos de la Uni¨®n Europea. La ratio de alumnado por profesorado ha aumentado, se suprimieron los planes de apoyo, el importe medio de las becas universitarias descendi¨®... Sin embargo, el abandono educativo baja r¨¢pidamente, las competencias medidas en PISA se mantienen estables, y a pesar de que somos uno de los pa¨ªses de Europa con m¨¢s desigualdad econ¨®mica y en los que m¨¢s ha crecido esta, mantenemos niveles de equidad educativa cercanos a los de los pa¨ªses n¨®rdicos. Adem¨¢s, las diferencias entre centros p¨²blicos y concertados o privados se explican por la composici¨®n socioecon¨®mica de su alumnado (de los mayores niveles de segregaci¨®n social entre los pa¨ªses de la OCDE), mientras que las diferencias de calidad acad¨¦mica entre tipos de centros son de las m¨¢s bajas de los pa¨ªses de nuestro entorno.
En resumen, empeoran los insumos del sistema educativo, mientras sus resultados mejoran o se mantienen constantes, sin que haya empeoramientos sustanciales de la equidad (excepto para el 5% m¨¢s pobre). Parece que nuestra peor crisis econ¨®mica desde la Guerra Civil ha mejorado la eficiencia del sistema educativo, sin apenas tocar su equidad. Lo contrario a lo que cabr¨ªa esperar. Es m¨¢s, tan contrario que har¨ªamos bien en no dejarnos llevar por presuposiciones e intentar analizar con frialdad lo que podemos aprender de esta especie de ¡°experimento¡± que ha sido la crisis. Para empezar, podr¨ªamos haber planteado la cuesti¨®n al rev¨¦s: cuando mejoraron los recursos y planes educativos, no hubo mejoras sustanciales de resultados. Si eso fue as¨ª, ?por qu¨¦ habr¨ªan de empeorar con los recortes? Entonces ?no influyen los recursos en los resultados?
S¨ª influyen, pero no es tan sencillo como en una cadena de montaje, en la que se ponen unos insumos al comienzo y se sabe qu¨¦ se obtiene al final. Debemos tener una mirada m¨¢s compleja. Los recortes educativos se deben sobre todo a la bajada salarial del profesorado y a la no reposici¨®n de jubilaciones. El profesorado ha demostrado durante la crisis que su malestar laboral no se transforma en docencia de peor calidad, probando as¨ª su profesionalidad con su mayor esfuerzo. El aumento de las ratios puede llevar a un aumento considerable de las dificultades en un segundo de ESO conflictivo, pero poco en un segundo de Bachillerato, debido a que el alumnado est¨¢ ya muy seleccionado acad¨¦micamente. Los programas de apoyo son necesarios, pero posiblemente fueron insuficientes, y no dio tiempo a mejorar su implantaci¨®n.
Tambi¨¦n debemos considerar el papel del mercado de trabajo: a m¨¢s paro, m¨¢s j¨®venes estudiando (baja el coste de oportunidad). Entonces cabr¨ªa esperar que con la bajada del paro aumentase otra vez el fracaso escolar. Pero hay que considerar las oportunidades laborales asociadas a los diferentes niveles educativos, ya que la crisis no solo ha destruido m¨¢s el empleo de baja cualificaci¨®n, sino que la recuperaci¨®n no le llega en la misma medida. Adem¨¢s, est¨¢n las familias, que han sido conscientes de que en un contexto de crisis, lo mejor es invertir en educaci¨®n, aumentando el presupuesto que dedican a esta partida. Este mayor esfuerzo econ¨®mico de las familias ha compensado en parte los recortes p¨²blicos. Por ejemplo, la matr¨ªcula universitaria ha aumentado en torno a un 50% (var¨ªa por comunidades aut¨®nomas), lo que supone unos treinta o cuarenta euros mensuales. Un dinero que las familias se han esforzado en lograr, como prueba que tal encarecimiento ha ido parejo al aumento del porcentaje de j¨®venes que estudian en la universidad (aunque haya descendido el n¨²mero, debido a la demograf¨ªa). Si bien es cierto que muchas familias no pueden realizar este esfuerzo, la mayor¨ªa de ellas quedan exentas del pago de matr¨ªcula, debido a la pol¨ªtica de becas.
La complejidad de la relaci¨®n entre recortes educativos, eficiencia, equidad y el comportamiento de los agentes educativos (profesorado, estudiantes, familias, empresas¡) hace necesario que ahora que vuelve a aumentar la inversi¨®n en educaci¨®n, estudiemos c¨®mo mejorar no solo la cantidad de dinero, sino tambi¨¦n c¨®mo mejorar la inversi¨®n. Esto supone abandonar pol¨ªticas incrementalistas (gastar m¨¢s en lo que ya estamos gastando) y debatir m¨¢s a fondo la organizaci¨®n del sistema educativo.
Jos¨¦ Saturnino Mart¨ªnez Garc¨ªa, autor de La equidad y la educaci¨®n (La Catarata, 2017) y profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad de La Laguna.
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