Una Europa m¨¢s fuerte, pero quiz¨¢ m¨¢s peque?a
Una vez que el Reino Unido abandone el club la UE deber¨¢ afrontar seriamente la rebeli¨®n de los pa¨ªses del Este
Los acontecimientos de los ¨²ltimos a?os no permiten albergar el sue?o de una Europa m¨¢s grande, m¨¢s fuerte y m¨¢s unida. Todo lo contrario. Seamos realistas. Una vez que el Reino Unido abandone definitivamente el club, la Uni¨®n Europea deber¨¢ atender con urgencia la rebeli¨®n del Este porque por ah¨ª puede llegar la ineludible reducci¨®n, el quiz¨¢ definitivo recorte de sue?os de grandeza.
Las tensiones de Bruselas con el Gobierno ultraconservador h¨²ngaro de Viktor Orb¨¢n a cuenta del reparto de inmigrantes son solo una piedra m¨¢s en el camino de la solidaridad y la democracia europeas, principios esenciales de la UE. El llamado Grupo de Visegrado (Hungr¨ªa, Polonia, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia) ha formado un frente com¨²n que cualquier d¨ªa puede hacer temblar los cimientos de este club. Sobre el tambi¨¦n gobierno ultraconservador de Polonia pesa ya la amenaza de Bruselas de ser despose¨ªdo de su derecho a voto en el seno de las instituciones europeas por el f¨¦rreo control que el Ejecutivo est¨¢ implantando sobre el poder judicial.
?Son estas graves tensiones meramente circunstanciales, generadas por gobiernos euroesc¨¦pticos y nacionalistas, o Europa tiene un problema profundo de falta de sinton¨ªa con algunos miembros de la antigua esfera sovi¨¦tica? Que estos pa¨ªses sintieran mayor emoci¨®n al entrar en la OTAN que en la UE fue ya todo un s¨ªntoma, el preludio de que quiz¨¢ har¨ªa falta mucho trabajo conjunto para una plena y convencida integraci¨®n. La ruptura real quiz¨¢ no est¨¦ tan lejos.
El presidente franc¨¦s Emmanuel Macron no ha ahorrado duras cr¨ªtica a Varsovia tanto durante su campa?a electoral como una vez en el El¨ªseo. Su gira europea a favor de cambiar la directiva de los trabajadores desplazados por Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Ruman¨ªa y Bulgaria dej¨® fuera al principal afectado, Polonia. Un detalle altamente significativo.
Junto a la Acr¨®polis de Atenas, en la cuna de la democracia, Macron ha hecho esta semana un discurso pre?ado de europe¨ªsmo, pero no de ciego idealismo. Habla de una Europa de vanguardia dispuesta a avanzar m¨¢s que el resto, se re¨²ne solo con Angela Merkel (Alemania), Paolo Gentiloni (Italia) y Mariano Rajoy (Espa?a) para hablar de inmigraci¨®n y logra por vez primera que Berl¨ªn rechace la adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE en vista de su deriva autoritaria, muy parecida a la que se est¨¢ viviendo en Polonia o en Hungr¨ªa. En este ¨²ltimo pa¨ªs una web gubernamental acaba de publicar una lista negra de periodistas a los que se les acusa de intentar desacreditar al Ejecutivo de Orb¨¢n. El caso, en fin, es que con Alemania tambi¨¦n a favor de frenar las expectavias de Ankara de entrar en el club la UE podr¨ªa renunciar pronto a seguir aumentando su tama?o e, incluso, estar dispuesta a reducirlo. Quiz¨¢ hay que prepararse psicol¨®gicamente para volver un tanto a los or¨ªgenes y conformarse con una Europa m¨¢s reducida pero m¨¢s fuerte y cohesionada.
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