Los famosos se revuelven contra el acoso en las Redes
Miguel Bos¨¦ publica una foto de sus hijos para evitar un chantaje y los expertos abogan por actualizar las leyes de protecci¨®n del honor
El trabajo, el f¨ªsico, la opini¨®n, los proyectos, la vida sentimental o personal de las celebridades de cualquier ¨¢mbito son objeto d¨ªa s¨ª, d¨ªa no, de halago, en muchas ocasiones, pero tambi¨¦n de persecuci¨®n implacable en muchas otras. Bregar con estas opiniones, muchas escondidas tras el anonimato que permite Internet, es tarea personal y cada uno lo afronta a su manera. Con humor algunos, mirando para otro lado muchos, abandonando las redes sociales temporal o definitivamente o, cada vez m¨¢s, lanz¨¢ndose al ruedo de la denuncia p¨²blica cuando la libertad de expresi¨®n se transforma en acoso, injuria o calumnia, cuando no en extorsi¨®n directa.
El ¨²ltimo caso conocido ha sido el del cantante Miguel Bos¨¦ quien a principios del mes de agosto denunci¨® que unos desconocidos le ped¨ªan 60.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 50.000 euros) a cambio de no publicar unas fotograf¨ªas en las que aparece junto a sus cuatro hijos de quienes siempre ha evitado exponer su imagen. Entonces denunci¨® el chantaje en una comisar¨ªa madrile?a y hace solo tres d¨ªas decidi¨® compartir en Instagram una instant¨¢nea junto a sus peque?os Telmo, Tadeo, Ivo y Diego, obligado por la necesidad de ¡°interrumpirle el negocio a mi agresor¡±, como dice en el texto que acompa?a a la imagen, y en el que tambi¨¦n pide respeto para los menores.
El cantante Ed Sheeran abandon¨® Twitter porque solo le¨ªa ¡°pura negatividad¡± despu¨¦s de un cameo que realiz¨® en la serie Juego de Tronos. Normandi Kordei de Fifth Harmony hizo lo mismo porque no pudo aguantar la presi¨®n y los insultos racistas de los propios seguidores del grupo que malinterpretaron el tono de una respuesta sobre su compa?era Camila Cabello. Un mes despu¨¦s anunci¨® en la misma red social su nombramiento como embajadora de la organizaci¨®n internacional de ayuda a v¨ªctimas del ciberbulling, The Cybersmile Foundation. Justin Bieber cancel¨® su perfil de Instagram en agosto de 2016 por los comentarios ofensivos que recibi¨® sobre Sof¨ªa Richie, su acompa?ante en aquella ¨¦poca. David Bustamante o Tania Llasera han toreado las cr¨ªticas sobre su aumento de peso con humor o incluso reivindicaci¨®n, pero tambi¨¦n hay lugar para los que se ceban con las personas que consideran demasiado delgadas, como ha sido el caso de la modelo y ¨¢ngel de Victoria¡¯s Secret, Blanca Padilla. O para quienes se atreven a salir a cenar una semana despu¨¦s de dar a luz y contarlo en Instagram, como ha sido el caso de la cantante Soraya Arnelas, puesta en tela de juicio por decenas de mujeres que la acusaron de ¡°mala madre¡±.
La lista de damnificados famosos es tan interminable como los motivos que esgrimen los haters: los presentadores Jaime Cantizano (bombardeado a mensajes por una admiradora que lleg¨® a presentarse en su domicilio y despu¨¦s amenaz¨® a su madre cuando no consigui¨® conocerle en persona) y Kiko Hern¨¢ndez (amenazado por un seguidor), la actriz Blanca Su¨¢rez (criticada por abusar del retoque), la directora y guionista Lena Dunham (perseguida por mostrar su f¨ªsico sin complejos), el actor John Boyega (criticado por que un negro hubiese sido elegido soldado del imperio gal¨¢ctico en Star Wars), Shonda Rhimes ¨Cguionista y directora de Anatom¨ªa de Grey y acreedora de la etiqueta #WeHateYou por matar en la ficci¨®n a uno de los personajes m¨¢s queridos de la serie¨C, Cate Blanchet (que se manifest¨® que considera "pat¨¦tico preocuparse por lo que otras personas puedan pensar de tu trabajo"), Selena G¨®mez (de quien aseguraron que estaba en rehabilitaci¨®n por drogas cuando estaba recibiendo tratamiento m¨¦dico por un lupus), Anne Hathaway (cuyos detractores se enorgullecen de tener hasta nombre propio Hathahaters)¡
En el caso de Miguel Bos¨¦ si la polic¨ªa consigue rastrear el origen del chantaje, la ley caer¨¢ sobre los culpables. ?Pero qu¨¦ pasa con tantos otros insultados o criticados hasta lo insoportable? ?Qu¨¦ se puede hacer y hasta d¨®nde puede llegar la Justicia en estos casos?
Los expertos abogan por revisar las leyes destinadas a proteger el honor y tambi¨¦n actualizar la legislaci¨®n referente a la rectificaci¨®n, que en el caso de Espa?a se remonta a 1982, cuando las redes sociales ni siquiera estaban en el horizonte. Tambi¨¦n por educar para que en ellas imperen los mismos criterios de cortes¨ªa y respeto que parecen m¨¢s obvios cuando la controversia se produce cara a cara. Mientras, a los perjudicados, famosos o no, s¨®lo le quedan las armas del humor o de la denuncia. La primera desarma a muchos y la segunda se hace imprescindible cuando la cr¨ªtica sobrepasa la libertad de expresi¨®n y se transforma en calumnia, injuria, amenazas o extorsi¨®n. En esos casos acumular pruebas, capturas de pantallas, fotograf¨ªas de las amenazas que incluyan el perfil del atacante, acudir a la polic¨ªa y a los juzgados, se convierte en el recurso recomendado y necesario para evitar que estas acciones queden sin castigo.
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