Los diez mandamientos de Maria Callas
Cuarenta a?os despu¨¦s de su muerte, la diva sigue siendo una figura vigente, contempor¨¢nea, arrebatadora
Maria Callas (1923-1977) era un animal esc¨¦nico. Quiere decirse que limitarse a escucharla restringe el fen¨®meno arrebatador que represent¨® ella misma sobre la tarima, aunque semejante evidencia no contradice que sus grabaciones, en vivo y en estudio, constituyan una experiencia dionisiaca y un hito cultural que sobrevuelan el 40 aniversario de su muerte. Estos son sus diez mandamientos. O, al menos, diez de ellos, pues la versatilidad de Maria Callas explica el apodo de la ¡°absoluta¡± y justifica una trayectoria descomunal.
1."Tosca", de Puccini (Warner Classics)
No es solo un hito art¨ªstico de Maria Callas, sino una de las grabaciones fundamentales de la historia de la fonograf¨ªa. M¨¦rito de la soprano y de su identificaci¨®n casi existencial con la protagonista, pero tambi¨¦n de la atm¨®sfera sonora que crea el maestro Victor de Sabata; del mefistof¨¦lico Scarpia de Tito Gobbi; y de la plenitud de Giuseppe di Stefano en el papel de Cavaradossi.
2. "Norma", de Bellini (Warner Classics)
La recuperaci¨®n y la reputaci¨®n de esta ¨®pera hubiera sido inconcebible sin la mediaci¨®n de Maria Callas, menos apol¨ªnea y acad¨¦mica que las sopranos puramente belcantistas, pero mucho m¨¢s desgarradora y emotiva. Su ¡°Casta diva¡± sublima una grabaci¨®n en la que Mario Filippeschi expone su valent¨ªa, su clase y su personalidad, meci¨¦ndose en la batuta de Tullio Serafin en el foso magm¨¢tico de la Scala.
3. "La Traviata", de Verdi (Warner Classics)
La grabaci¨®n de Giulini en la Scala no es en estudio, pero se contagia, se ¡°intoxica¡±, en el mejor sentido, de las funciones esc¨¦nicas que Maria Callas concibi¨® bajo la direcci¨®n de Luchino Visconti, llevando a extremos sobrecogedores la pasi¨®n y muerte de Violetta Val¨¦ry. Se puso celoso Di Stefano, pero es que Maria Callas parec¨ªa morir de verdad sobre la tarima. Y lo sigue pareciendo en el disco.
4." La Traviata" (II), de Verdi (Warner Classics)
La raz¨®n de recomendar por segunda vez la ¨®pera de Verdi consiste en rescatar la versi¨®n en vivo que la diva interpret¨® en Lisboa en 1958. No ya porque traslada 60 a?os despu¨¦s la tensi¨®n, la pasi¨®n acumuladas durante la funci¨®n, y la consecuente ceremonia de comuni¨®n con el p¨²blico, sino adem¨¢s porque el papel de Alfredo correspond¨ªa a un hom¨®nimo y joven tenor canario de apellido germano y de prometedoras expectativas. Se llamaba... Alfredo Kraus.
5. "La Vestale", de Spontini (Warner Classics)
Maria Callas fue una cantante omn¨ªvora, omn¨ªmoda, omnipotente. Y se convirti¨® en una Indiana Jones de la ¨®pera gracias a los descubrimientos, resurrecciones y e hitos musicol¨®gicos que sirvieron de argumento para exhumar un repertorio no muerto pero s¨ª catel¨¦ptico. Una buena demostraci¨®n de semejante compromiso consiste en su apabullante ¡°trabajo¡± como vestal de la ¡°La Vestale¡±. Franco Corelli resiste, otra vez, las embestidas de la ¡°monstrua¡±.
6. "Lucia de Lammermoor", de Donizzeti (EMI Classics)
No es cierto que Callas fuera camale¨®nica. M¨¢s bien suced¨ªa que cada personaje encontraba un punto de encuentro con su personalidad, su alma. Y ese extra?o v¨ªnculo, parecido al de Marlon Brando en el cine o al de Gould en el piano, contribu¨ªa a la sensaci¨®n de que la Callas estaba experimentando realmente lo que cantaba. No es una excepci¨®n el aria de la locura con que finaliza esta grabaci¨®n de ¡°Lucia di Lammermoor¡±. Y s¨ª es una locura, una cosa de locos, el disco mismo, entro otros motivos por el m¨¦nage ¨¤ trois que se concede con el fabuloso Di Stefano y el prodigioso Gobbi.
7. "Medea", de Cherubini (Warner Classics)
Se dir¨ªa que la Medea de Callas rebasa todos los l¨ªmites del fen¨®meno canoro. Cantar, canta. Y lo hace con todo su poder seductor, magn¨¦tico y tel¨²rico, pero la soprano griega es aqu¨ª particularmente griega, como si estuviera no cantando la opera de Cherubino, sino recitando la obra teatral de Eur¨ªpides. Pesan las palabras. Y se percibe una impresionante hondura dramat¨²rgica, m¨¢s o menos como si la Callas fuera a hac¨¦rsenos corp¨®rea. Qu¨¦ barbaridad.
8. "Carmen", de Bizet (Warner Classics)
Erotismo, sensualidad, fatalidad. Maria Callas destripa a la protagonista de la ¨®pera de Bizet y se descara en el repertorio franc¨¦s, aunque no lo cultiv¨® demasiado (Massenet, Gounod y Berlioz). Fue la divina diva una cantante bastante promiscua con los tenores en sentido art¨ªstico, pese a la debilidad hacia Di Stefano. Aqu¨ª lo demuestra rivalizando con el sueco Nicolai Gedda y ateni¨¦ndose a la tensi¨®n teatral y al esmero crom¨¢tico que proporciona la memorable versi¨®n de Georges Pr¨ºtre.
9. "Macbeth", de Verdi (EMI Classics)
?Puede que Giuseppe Verdi proporcionara a Maria Callas la columna vertebral de su carrera. Y que la personalidad de la ¡°metasoprano¡± alcanzara a romper las distinciones al uso entre los papeles l¨ªricos y los dram¨¢ticos. De estos ¨²ltimos proviene Lady Macbeth, cima de la ejecutoria de Maria Callas en cuanto el papel predispone otra vez un viaje al abismo. Conmueve la cantante. Duele. Y lo hace inmejorablemente arropada por Victor de Sabata.
10. ¡°El Barbero de Sevilla¡±, de Rossini (Warner Classics)
Cerebral e instintiva a la vez, Maria Callas persever¨® en los papeles dram¨¢ticos y hasta tremendistas, pero tambi¨¦n supo re¨ªr, especialmente con el repertorio de Rossini. Un buen ejemplo es el ¡°Barbero¡± que grab¨® a las ¨®rdenes del maestro Galliera en 1957. ?gil, virtuosa, sensual, entra?able, la Rosina de Maria Callas es su mejor imagen feliz y la que rebasa los t¨®picos fatalistas.
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