Vuelven las pateras
El aumento de llegadas desde Marruecos obliga a revisar las pol¨ªticas aplicadas hasta ahora
Los servicios de vigilancia costera han rescatado hasta septiembre m¨¢s inmigrantes en el estrecho de Gibraltar y el mar de Albor¨¢n que en todo 2016. Concretamente, 11.043 frente a los 10.398 del a?o anterior. Estas cifras est¨¢n a¨²n lejos de los m¨¢s de 100.000 migrantes que llegaron a Italia en 2016, pero el incremento puede marcar una nueva tendencia que no deber¨ªa tomarnos por sorpresa.
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Los emigrantes que suben de ?frica tienen por destino la Uni¨®n Europea, y si encuentran dificultades por una ruta, cambian a otra. Como ha recordado el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n, el acuerdo con Turqu¨ªa ha permitido reducir el 97% de las llegadas por la ruta oriental y las recientes inversiones en Libia han rebajado hasta un 81% las de la ruta central. Pero las pateras vuelven a la costa andaluza y hay que anticiparse a un posible incremento.
El hecho de que volvamos a ver precarias embarcaciones de madera nos retrotrae a la crisis migratoria de hace 10 a?os. Como entonces, solo se podr¨¢ atajar mediante acuerdos con los pa¨ªses emisores y de tr¨¢nsito. Particularmente importante es Marruecos, cuya colaboraci¨®n debemos asegurar. Ahora, sin embargo, la situaci¨®n es diferente.
La tierra de promisi¨®n es el conjunto de la UE y las olas migratorias son vasos comunicantes cuya gesti¨®n requiere una acci¨®n concertada. Puede que el Gobierno comience por fin a entender que no debe mantenerse la resistencia a colaborar en la acogida de refugiados. La que llega ahora es una migraci¨®n econ¨®mica que tiene en la prosperidad relativa de Europa su principal combustible. Europa est¨¢ envejecida y necesita inmigrantes, pero de forma regulada y ordenada. El problema es de Europa y la soluci¨®n debe venir, tambi¨¦n en este caso, del conjunto de la Uni¨®n.
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