Tragedia rohingya
Es necesario poner fin a la limpieza ¨¦tnica que el Ej¨¦rcito de Myanmar est¨¢ realizando
La crisis humanitaria sin precedentes desencadenada en la frontera entre Banglad¨¦s y Myanmar por la persecuci¨®n en este ¨²ltimo pa¨ªs de la minor¨ªa rohingya hace necesaria una acci¨®n internacional de ayuda efectiva tal y como pide insistentemente la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
M¨¢s de 400.000 personas, la mayor¨ªa de ellas ancianos, mujeres y ni?os, han cruzado desde el pasado 25 de agosto la frontera banglades¨ª huyendo de la ofensiva de los militares birmanos que la ONU no ha dudado en calificar como ¡°una limpieza ¨¦tnica de manual¡±. Los militares de Myanmar justifican sus ataques en la actuaci¨®n del grupo insurgente denominado Ej¨¦rcito de Salvaci¨®n Rohingya en Arakan, al que califican de grupo terrorista y aseguran que tienen lazos con el Estado Isl¨¢mico y Al Qaeda, algo que los insurgentes ¡ªquienes adem¨¢s declararon el cese de sus operaciones¡ª han negado siempre. Lo cierto es que las acciones militares son absolutamente desproporcionadas haciendo m¨¢s que razonable la acusaci¨®n de la ONU de que lo que pretenden es la expulsi¨®n de su territorio de una minor¨ªa ¨¦tnica y religiosa en este caso musulmana, algo completamente inaceptable desde el punto de vista del derecho internacional y humanitario.
Llama la atenci¨®n en este drama la actitud que mantiene el premio Nobel de la Paz ¡ªy l¨ªder de facto del Gobierno civil birmano¡ª Aung San Suu Kyi, a quien desde diversas instancias se le ha pedido que ejerza su autoridad moral para hablar en contra de la ofensiva. Sin embargo, Aung San Suu Kyi, s¨ªmbolo de la resistencia civil por la democratizaci¨®n del pa¨ªs que durante los 15 a?os de su arresto domiciliario recibi¨® el apoyo del mundo democr¨¢tico, no ha hablado ante el poder militar en favor de esta minor¨ªa perseguida. Triste colof¨®n para quien deniega ahora ayuda a quien m¨¢s lo necesita.
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