RTVE: nuevo riesgo de desaparici¨®n del servicio p¨²blico

Diversos editoriales y art¨ªculos en varios diarios anal¨®gicos y digitales han advertido seriamente en los ¨²ltimos d¨ªas del grave peligro de fracaso prematuro de la reforma democr¨¢tica de RTVE, despu¨¦s de cinco a?os de clamor ciudadano. Las enmiendas aprobadas en el Senado de la proposici¨®n de ley ampliamente consensuada en el Congreso de los Diputados, no solo muestran que el Partido Popular ¨Caprovechando su mayor¨ªa en la C¨¢mara alta- sigue empecinado en su contrarreforma de 2012, sino que el PSOE, con su abstenci¨®n y sus declaraciones comprensivas ante estas enmiendas, podr¨ªa estar cayendo en la ¡°tentaci¨®n bipartidista¡±: la alternancia en el control y la manipulaci¨®n del servicio p¨²blico ejercida durante un cuarto de siglo que llev¨® a RTVE a su ruina financiera y a su desprestigio ciudadano.

La proposici¨®n de ley de junio pasado, pactada entre las tres principales fuerzas pol¨ªticas de oposici¨®n y, resignadamente aceptada por el Gobierno tras intensos esfuerzos para paralizarla, fue saludada un¨¢nimemente como la gran oportunidad para la regeneraci¨®n democr¨¢tica del servicio p¨²blico audiovisual, clave para la calidad de la democracia espa?ola. En su pre¨¢mbulo, aceptado incluso por el PP en ¨²ltima instancia, se evoca el Consejo de sabios de 2004 y su informe, en el que algunos de los firmantes participamos directamente, para reivindicar con justicia el basamento de la ley de reforma de RTVE 17/2006. Pero, sobre todo, se diagnostica la situaci¨®n actual de la corporaci¨®n como ¡°cr¨ªtica¡±, por el desplome de su credibilidad y de su audiencia y por su asfixia econ¨®mica, que llega a ser calificada de ¡°situaci¨®n l¨ªmite¡±.

PSOE, Ciudadanos y Podemos impusieron esta propuesta ¡°para recuperar la independencia y el pluralismo¡±, con medidas vitales como la vuelta al consenso parlamentario para la elecci¨®n del Consejo de Administraci¨®n de RTVE por dos tercios del Parlamento, su profesionalizaci¨®n e independencia por concurso p¨²blico, el curriculum profesionalmente demostrado de sus miembros, la integraci¨®n de nuevo de dos representantes sindicales como en 2006¡­ Actuaciones parciales pero necesarias para cortar la sangr¨ªa de espectadores y el desprestigio causado por la manipulaci¨®n sistem¨¢tica de sus contenidos, aunque solo constituyeran una base para otras medidas inmediatas de futuro, como la aprobaci¨®n de un nuevo mandato marco y de contratos programa concretos, del reforzamiento de la independencia informativa y de la carrera profesional o la construcci¨®n de un modelo financiero estable y suficiente, y de la carrera profesional, la participaci¨®n social o la conversi¨®n en un servicio p¨²blico multimedia. Y que despertaron por ello nuevas esperanzas de un servicio p¨²blico democr¨¢tico, pese a las contradicciones mostradas entre algunos art¨ªculos del texto aprobado (de 12 y nueve consejeros al tiempo, de presencia o no de consejeros de los trabajadores).

La proposici¨®n de ley de junio, pactada entre las tres principales fuerzas pol¨ªticas de oposici¨®n, fue saludada como la oportunidad para la regeneraci¨®n democr¨¢tica de RTVE

En septiembre, sin embargo, aprovechando lo que los propios informes de letrados del Senado han calificado de ¡°redacciones incompatibles¡± e incoherentes, el grupo del Partido Popular ha utilizado el paso del proyecto por el Senado para imponer todas sus enmiendas, dando la vuelta a la proposici¨®n de ley como si fuera un calcet¨ªn: descuento del Consejo a 10 miembros para mejor eliminar a los representantes sindicales; rebaja de los dos tercios de los votos parlamentarios exigibles a tres quintos si no se consigue el consenso inicial, e incluso confusa apelaci¨®n a la regulaci¨®n existente que har¨ªa posible el nombramiento gubernamental por mayor¨ªa simple; ambig¨¹edad respecto al concurso p¨²blico; nueva disposici¨®n transitoria que le permitir¨ªa mantener a consejeros actuales¡­ Y todo ello despu¨¦s de un verano en el que la direcci¨®n de RTVE ha extremado sus pr¨¢cticas de manipulaci¨®n informativa al dictado de las consignas partidistas del PP.

Ahora, en v¨ªsperas de la vuelta de la proposici¨®n al Congreso, que podr¨ªa desechar por la mayor¨ªa de la oposici¨®n estas tergiversaciones del consenso, Ciudadanos y Podemos han lanzado la voz de alarma sobre la sospecha, reforzada por la abstenci¨®n socialista en el Senado y sus declaraciones ambiguas (¡°un gran paso¡±) de una anuencia del PSOE e incluso de un pacto secreto entre ambos partidos mayoritarios que, contando con los tres quintos de los votos y suprimiendo la exigencia legal del apoyo de la mitad de los grupos parlamentarios, podr¨ªan dejar fuera del consenso a todos los restantes partidos, y volver a repartirse el poder total en RTVE, como ha ocurrido durante m¨¢s de 25 a?os desde la Transici¨®n. El ¡°esp¨ªritu¡± del Consejo de sabios¡± de 2004-2005, apoyado por el Gobierno socialista de Rodr¨ªguez Zapatero, habr¨ªa sido evocado en vano y traicionado una vez m¨¢s, quiz¨¢s, definitivamente.

Pero si ese pacto, aun negado siempre por sus actores, se verificara y consumara, la regeneraci¨®n democr¨¢tica de la Corporaci¨®n quedar¨ªa falseada y frustrada una vez m¨¢s, consagrando la decadencia profunda del servicio p¨²blico estatal que amenaza abocar a su desaparici¨®n a corto plazo. Por eso es imprescindible rechazar las enmiendas impuestas por el PP en el Senado e incluso, si fuera necesario, establecer un procedimiento reglamentario para salvar posibles incoherencias, con base en lo establecido en el art. 119 del Reglamento del Congreso; e instar a todos los partidos a que, sean cuales sean las mayor¨ªas requeridas para designar a los consejeros, renuncien a un sistema de cuotas militantes.

Adem¨¢s, junto al deterioro de esta pieza clave de la democracia espa?ola, la ruptura del consenso podr¨ªa extenderse a otros muchos campos en los que la deriva autoritaria del Gobierno de Rajoy exige imperiosamente leyes retroactivas urgentes que solo pueden darse por la unidad reformista y la presi¨®n firme de la oposici¨®n. El PSOE de Pedro S¨¢nchez perder¨ªa as¨ª toda legitimidad para liderar ese proceso de regeneraci¨®n democr¨¢tica.

Enrique Bustamante Ram¨ªrez es catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Rafael D¨ªaz Arias es profesor de Periodismo de la UCM.