Los manuales de crianza que deprimen a las madres primerizas
Las expectativas que ofrecen estas gu¨ªas no concuerdan con la biolog¨ªa de los beb¨¦s
No cabe duda de que, cuando nos convertimos en padres por primera vez, el agotamiento y la ansiedad suben de nivel. El n¨²mero de progenitores que se encuentran a las tres de la madrugada pregunt¨¢ndose si su beb¨¦ no comer¨¢ demasiado, si a estas alturas no tendr¨ªan que estar ya durmiendo toda la noche de un tir¨®n, y si hay alguna cosa que deber¨ªan hacer de otra manera es incontable. En los art¨ªculos que publica en las redes sociales, la gente suele presumir de beb¨¦s dormilones y satisfechos, mientras que, en la pr¨¢ctica, muchos padres tienen la sensaci¨®n de que son incapaces de hacer que su peque?o se duerma. Algunos quieren una soluci¨®n milagrosa, y adem¨¢s, r¨¢pida.
Desde la publicaci¨®n de Tu hijo, el manual de pediatr¨ªa del doctor Benjamin Spock que vendi¨® millones y millones de copias, innumerables expertos autoproclamados han ofrecido supuestas soluciones incre¨ªbles para el sue?o, la alimentaci¨®n y el cuidado infantil. A lo largo de los a?os, generaciones de padres han acudido a libros como el de Spock en busca de consejo, pero la realidad es que, m¨¢s all¨¢ de los hechos anecd¨®ticos, no sabemos si estos manuales funcionan.
El problema de muchos de ellos ? y en el que nadie parece reparar? es que, a pesar de su popularidad, lo cierto es que no est¨¢n basados en pruebas. Algunos incluso contradicen lo que sabemos sobre c¨®mo fomentar el apego sano y positivo, el bienestar y la salud de los ni?os. De hecho, el estudio que hemos realizado recientemente indica que el efecto de algunos de estos libros sobre el bienestar materno no es saludable, y que existe una relaci¨®n entre su consulta y el aumento de la probabilidad de que aparezcan s¨ªntomas de depresi¨®n y ansiedad.
El inconveniente es que cabe la posibilidad de que las expectativas que ofrece el libro y la realidad de ser padres no concuerden. En nuestro estudio hemos descubierto que la experiencia de las madres cuando siguen los consejos del libro desempe?a un importante papel en su bienestar. Si el manual les es ¨²til, el bienestar no resulta afectado. En el caso contrario, sin embargo, el riesgo de depresi¨®n y ansiedad es mayor. Por desgracia, los manuales solamente fueron de utilidad para una quinta parte de las madres del estudio ?un 22% declar¨® que le parec¨ªa que ten¨ªa m¨¢s control?, mientras que m¨¢s del 50% opinaba que eran perjudiciales por alg¨²n motivo, y el 53% dijo que se sent¨ªan m¨¢s inquietas.
Un estudio constat¨® que los manuales solamente fueron de utilidad para una quinta parte de las madres consultadas , m¨¢s del 50% opinaba que eran perjudiciales? y el 53%, que se sent¨ªan m¨¢s inquietas
Tan solo a una de cada 10 participantes le pareci¨® que los consejos de los libros le serv¨ªan para estar menos cansada, mientras que una de cada seis lleg¨® a afirmar que hac¨ªan que tuviese la sensaci¨®n de que era un desastre. Las prometidas noches de sue?o no aparecieron. Dado que, a veces, las madres que ya se sienten inquietas y abatidas recurren a estos manuales como soluci¨®n, la posibilidad de que su estado de ¨¢nimo empeore es preocupante.
Consejos poco ¨²tiles
?Y por qu¨¦ estos libros no les sirven de nada a la mayor¨ªa de los padres? Lo m¨¢s probable es que se deba a que la idea de que se puede animar a un beb¨¦ a que se adapte a un ritmo marcado por sus progenitores contradice gran parte de lo que sabemos sobre las necesidades de los reci¨¦n nacidos. A los beb¨¦s hay que alimentarlos a menudo debido al tama?o de su tripita. En particular, la leche materna se digiere con mucha facilidad, as¨ª que necesitan mamar con frecuencia, lo cual, adem¨¢s, ayuda a producir suficiente provisiones de leche.
Despertarse por la noche tambi¨¦n es normal. Al fin y al cabo, muchos adultos se despiertan igualmente. Lo que pasa es que ellos pueden atender a sus propias necesidades, como retirar una manta o beber algo. Los beb¨¦s necesitan ayuda para hacerlo. Por ¨²ltimo, los beb¨¦s humanos son muy vulnerables en comparaci¨®n con los de otros mam¨ªferos. Al poco de nacer ni siquiera son capaces de mantener la cabeza erguida, y no digamos ya de caminar y alimentarse por s¨ª mismos. Esto significa que est¨¢n programados para querer tener cerca a la persona que los cuida.
Intentar convencerlos de que quieren mamar con menos frecuencia, dormir toda la noche y quedarse solos tan contentos va totalmente en contra de las necesidades normales de desarrollo de un ni?o
Intentar convencerlos de que quieren mamar con menos frecuencia, dormir toda la noche y quedarse solos tan contentos va totalmente en contra de las necesidades normales de desarrollo de un ni?o. Aunque algunos padres pueden tener la suerte de que a ellos les funcione, a muchos otros quiz¨¢ les origine nuevos problemas. Por ejemplo, intentar limitar el n¨²mero de veces que mama el beb¨¦ puede reducir la producci¨®n de leche, lo cual les puede causar desasosiego, adem¨¢s de aumentar la probabilidad de que surjan problemas con la lactancia. Asimismo, no responder al llanto nocturno de un beb¨¦ provoca estr¨¦s a su cerebro en desarrollo. En cambio, dormir cerca de su madre por la noche favorece que la temperatura corporal, el ritmo card¨ªaco y la respiraci¨®n sean m¨¢s estables.
Un remedio milagroso
Dicho lo cual, es perfectamente comprensible que los padres se sientan atra¨ªdos por los libros que prometen que determinados ritmos van a funcionar. La maternidad es agotadora, y en la actualidad muchas madres primerizas est¨¢n aisladas de la familia, lo cual puede incrementar el riesgo de depresi¨®n. Adem¨¢s, es frecuente que tengan que reincorporarse al trabajo cuando a¨²n siguen lidiando con las noches en vela.
Es normal que a los padres les preocupe si est¨¢n haciendo las cosas "bien", pero deber¨ªan recordar que es natural que un beb¨¦ tenga necesidades frecuentes y quiera que lo tengas cerca de ti. De hecho, responder a sus necesidades contribuye a que el reci¨¦n nacido aprenda que el mundo es un lugar acogedor.
Puede parecer que los consejos de los libros y los "expertos" son una buena idea, pero lo cierto es que los peque?os responden a la biolog¨ªa y que no han le¨ªdo las mismas recomendaciones que su mam¨¢ y su pap¨¢.
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