Historias a las que siempre conviene volver

Las buenas obras, las buenas de verdad, merecen siempre una segunda oportunidad. Se publican ahora en Espa?a dos reediciones (un c¨®mic, una cr¨®nica), cuyo valor les ha permitido sobrevivir al paso del tiempo, que en el mundo editorial se traduce como escapar de la rueda que condena a los libros al olvido tras abandonar la mesa de novedades.

En primer lugar empezamos por Seth (en realidad, Gregory Gallant), autor de c¨®mic canadiense que apost¨® en los noventa por la autoficci¨®n y su propia biograf¨ªa como formas de llevar el c¨®mic a un terreno m¨¢s maduro y adulto y poder expresar otro tipo de emociones a las que el medio nos ten¨ªa acostumbrados: el amor por los tiempos pasados, sus dudas sobre el papel del dibujante en el mundo actual o la capacidad del c¨®mic como medio narrativo para expresar la vida.

La vida es buena si no te rindes, su obra maestra, narra la b¨²squeda de Kalo, un dibujante de The New Yorker ficticio, (aunque algunos creyeran real), con el que el pripio Seth se obsesiona. Una b¨²squeda que en realidad no es m¨¢s que un McGuffin hitchcockiano que funciona para que el autor plasme en la p¨¢gina sus pensamientos y entra?as.

El libro apareci¨® por primera vez, de modo serializado, entre 1993 y 1996 y cuya versi¨®n completa dio a Seth un puesto preminente en el mundo del c¨®mic. Ahora Salamandra Graphic la trae de vuelta al mercado en una edici¨®n cuidada y accesible. Una maravilla muy recomendable.

¡°He le¨ªdo con el m¨¢ximo inter¨¦s el libro de John Reed, y lo recomiendo a los trabajadores del mundo. Es un libro que me gustar¨ªa ver publicado por millones de ejemplares, traducido a todas las lenguas¡±. No es un cr¨ªtico el que dice estas palabras, sino un tal Vlad¨ªmir Ilich Uli¨¢nov, m¨¢s conocido como Lenin.

Diez d¨ªas que sacudieron al mundo (eso traduce ??igo J¨¢uregui, aunque en algunas traducciones el t¨ªtulo es Diez d¨ªas que estremecieron al mundo, o Diez d¨ªas que conmovieron al mundo, en cualquier caso, Ten Days that Shook the World), fue el libro que en 1919 el periodista estadounidense John Reed (el mejor cronista de la revoluci¨®n rusa, en palabras de V¨¢zquez Montalb¨¢n), public¨® narrando los acontecimientos de la sovi¨¦tica Revoluci¨®n de Octubre. Un trabajo polif¨®nico que abarca testimonios de protagonistas de todos los estratos, de la calle a los despachos pasando por el ej¨¦rcito, y que recoge el pulso y el devenir de esos d¨ªas que tan gran impacto causaron en el devenir no ya de Rusia, sino de todo el mundo en el siglo XX.

Reed, que ya acompa?¨® a Pancho Villa en su propia revoluci¨®n, narra aqu¨ª, desde Petrogrado, el ascenso al poder de Lenin y los suyos en poco m¨¢s de una semana. Un libro que estrena una nueva forma de narrar y que va formando (junto a otros libros como el Hiroshima de John Hersey) la sopa primigenia de la que despu¨¦s saldr¨ªa el llamado Nuevo Periodismo.

N¨®rdica, en colaboraci¨®n con Capit¨¢n Swing, reedita ahora el texto en el centenario de la Revoluci¨®n Rusa, en una estupenda edici¨®n generosamente ilustrada por el gran Fernado Vicente.

Dos revisiones, o revisitaciones, de textos imprescindibles, a los que conviene echar un ojo. Para conocer nuestra historia, y para conocernos a nosotros mismos, que viene siendo lo mismo.