Las carreteras cuartean el territorio de los pandas
El h¨¢bitat este animal gigante se ha reducido y fragmentado en los ¨²ltimos 40 a?os
Los pandas que hay en libertad viven ahora en un territorio m¨¢s peque?o y m¨¢s cuarteado que cuando la especie fue declarada en peligro de extinci¨®n. Icono de los esfuerzos por conservar la naturaleza que queda, estos osos han tenido que sobreponerse primero a la tala de sus bosques y ahora al triple de carreteras que en el pasado y los peligros que transportan, como el turismo. Solo el ¨¦xodo rural a las ciudades ofrece un respiro al panda gigante.
La Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) alegr¨® al mundo el a?o pasado al rebajar el nivel de amenaza sobre el panda (Ailuropoda melanoleuca). De una situaci¨®n en peligro de extinci¨®n, los pandas pasaron a solo vulnerables. La rebaja en la alerta se bas¨® en el aumento de la poblaci¨®n de pandas en estado salvaje. El ¨²ltimo censo oficial elev¨® la cifra de ejemplares hasta algo m¨¢s de 2.000 individuos, muchos de ellos procedentes del programa de cr¨ªa en cautividad y posteriormente introducidos en el h¨¢bitat natural.
Sin embargo, un nuevo estudio apoyado en un sistema de informaci¨®n geogr¨¢fica (GIS) alimentado con un banco de im¨¢genes por sat¨¦lite tomadas desde hace 40 a?os atr¨¢s muestra que la extensi¨®n total del h¨¢bitat de los pandas se redujo casi en un 5% desde 1976 hasta el comienzo de este siglo. Desde entonces, la tendencia se ha invertido, aunque apenas se ha recuperado un 0,4% del territorio perdido en los ¨²ltimos 15 a?os.
La poblaci¨®n de osos panda en libertad se acerca a los 2.100 aunque muchos nacieron en cautividad
"Pero el n¨²mero de zonas aisladas entre s¨ª ha crecido de forma sustancial", dice el ec¨®logo de la Universidad de Duke y coautor del estudio, Stuart Pimm. En concreto, la fragmentaci¨®n del territorio que les queda ha aumentado casi en un 25%. Hoy, la poblaci¨®n de osos panda est¨¢ repartida entre 30 grupos aislados distribuidos por seis regiones monta?osas del interior de china. De ellos, 18 grupos tienen menos de 10 ejemplares. "Si bien el aumento de la poblaci¨®n es muy alentador, el n¨²mero de peque?as poblaciones aisladas no es una buena noticia. Pueden ser demasiado peque?as para ser viables, endog¨¢micas y, por lo tanto, entrar en declive", a?ade.
El primer estudio a fondo de la situaci¨®n del oso panda se realiz¨® en los a?os 80. Ya en 1988, la UICN catalog¨® la especie como en peligro de extinci¨®n. Una d¨¦cada despu¨¦s las autoridades chinas dieron el paso m¨¢s importante hasta entonces para proteger al panda: prohibieron la tala de ¨¢rboles en las zonas protegidas en las que viv¨ªa el animal. Hasta entonces, una treintena de madereras hab¨ªan talado unas 400.000 hect¨¢reas de bosques. Ahora el peligro es otro. Aunque todav¨ªa 2/3 del h¨¢bitat actual del panda est¨¢ desprotegido, fue un triunfo para los conservacionistas
"Es cierto, la tala no es una amenaza desde que se puso en marcha el programa de protecci¨®n de los bosques naturales en 1999. Pero, la construcci¨®n de carreteras puede aumentar el riesgo de fragmentaci¨®n del h¨¢bitat", escribe en un correo el ec¨®logo de la Academia China de Ciencias especializado en el h¨¢bitat del panda y principal autor del estudio, Zhiyun Ouyang. Seg¨²n su investigaci¨®n, publicada en Nature Ecology and Evolution, desde 1976 el mapa de carreteras en las regiones del panda ha crecido hasta casi triplicarse (ver gr¨¢fico). Con las carreteras llega el turismo y nuevos peligros para el panda, se fragmenta a¨²n m¨¢s su territorio, aislando todav¨ªa m¨¢s a las distintas poblaciones.
Sin embargo, las carreteras est¨¢n teniendo un efecto secundario casi inesperado: est¨¢n facilitando la migraci¨®n del campo a la ciudad. "Millones y millones de personas de los pueblos han migrado a las ciudades en el proceso de urbanizaci¨®n vivido en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, siendo uno de los principales vectores para la recuperaci¨®n de los bosques", recuerda Ouyang. "La urbanizaci¨®n le vendr¨¢ bien a los pandas, cuanta menos poblaci¨®n rural en sus ¨¢reas de distribuci¨®n, menor interferencia en su h¨¢bitat", a?ade. Desde que comenz¨® el siglo, las zonas rurales cercanas al h¨¢bitat de los pandas han perdido m¨¢s de la mitad de su poblaci¨®n.
Para el responsable del Programa de Especies de WWF Espa?a, Luis Su¨¢rez, esta investigaci¨®n confirma con datos lo que las organizaciones conservacionistas ven¨ªan sosteniendo desde la rebaja de la amenaza por parte de la UICN. "La situaci¨®n de la especie ha mejorado pero tenemos grandes retos por delante, como resolver el problema de la planificaci¨®n territorial para garantizar la conexi¨®n entre las ¨¢reas aisladas", comenta Su¨¢rez. Y a?ade: "La mejora en cifras de la poblaci¨®n de pandas es a¨²n peque?a y hay que destacar el gran n¨²mero de poblaciones peque?as, que est¨¢n en m¨¢ximo riesgo. Cualquier problema, por peque?o que sea, puede provocar una extinci¨®n local".
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