280
Visto el da?o que infligen algunos con 140 caracteres, da pereza imaginar el que pueden llegar a infligir con 280
Cuando alg¨²n editor se disculpa por haberme recortado el espacio, mi respuesta siempre es la misma: ¡°No te preocupes, la brevedad es un g¨¦nero¡±. Lo pienso realmente, y no me faltan apoyos. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ la gente escribe tanto¡±, dijo Borges, que rara vez redact¨® un relato de m¨¢s de veinte folios. Juan Rulfo dedic¨® unas pocas p¨¢ginas a Pedro P¨¢ramo y barri¨® la historia de la literatura hisp¨¢nica del siglo XX. La tesis doctoral de Einstein fue la m¨¢s breve de la historia de la Universidad de Z¨²rich, lo que me llena de satisfacci¨®n y orgullo, puesto que la m¨ªa es la m¨¢s breve que ha conocido la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Vale que ah¨ª se acaba mi relaci¨®n con Einstein, pero si no lo digo me da un choque anafil¨¢ctico. Watson y Crick presentaron la doble h¨¦lice del ADN ¡ªel mayor descubrimiento de toda la biolog¨ªa¡ª en una p¨¢gina y media de la revista Nature.Monterroso y su dinosaurio que a¨²n estaba all¨ª inventaron el g¨¦nero del microrrelato que ahora invade como fuego fatuo las calles de la ciudad.
Y es ahora, justo ahora, cuando Twitter decide doblar de 140 a 280 los m¨ªticos caracteres que han constre?ido durante un lustro la tendencia imperiosa de la gente, de ti y de m¨ª, desocupado lector, a tirar l¨ªneas como si no hubiera un ma?ana. Las frases de los tuiteros se har¨¢n el doble de largas y de tristes, la mitad de destiladas y de reflexivas. Y otra cosa: visto el da?o que infligen algunos con 140 caracteres, da pereza imaginar el que pueden llegar a infligir con 280. Eso es el doble de espacio para difamar y mentir, enredar y envenenar, disimular y posponer. Es un dolor en el cuello que de pronto se multiplica por dos.
Con todo y ello, el ¨¢ngulo de la noticia que m¨¢s me llama la atenci¨®n es la enorme diferencia entre culturas para expresar una idea compleja con 140 caracteres, o incluso con 280. Los herederos del alfabeto griego (que en realidad se invent¨® mucho antes en Oriente Pr¨®ximo) nos jactamos de que nuestro sistema de escritura es m¨¢s simple que los dem¨¢s. Solo tenemos que aprender 20 o 30 letras y con ellas construimos todas nuestras palabras. Las escrituras ideogr¨¢ficas, como el antiguo jerogl¨ªfico egipcio y los modernos chino y japon¨¦s, requieren aprender miles de signos, lo que puede condenar al analfabetismo a amplias capas de la poblaci¨®n.
Cuando se trata de ser breve, sin embargo, el japon¨¦s o el chino son el veh¨ªculo ideal. All¨ª cada letra es una idea, redondeando un poco, as¨ª que la nueva pol¨ªtica de Twitter puede duplicar sus ideas, ?no?
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