Los Mossos son Estado

A medida que se acerca el 1-O aumentan las inc¨®gnitas sobre la actuaci¨®n de los Mossos ante el refer¨¦ndum ilegal de independencia convocado por la Generalitat. ?Ser¨¢n leales, como es su obligaci¨®n, al ordenamiento constitucional y estatutario? ?O secundar¨¢n, aunque sea pasivamente, el golpe rupturista que propician sus mandos pol¨ªticos? Aunque la historia del cuerpo muestra una trayectoria legalista, algunas de las vacilaciones que vemos estos d¨ªas provocan que esa pregunta est¨¦ justificada.

El cuerpo de los Mossos constituye la polic¨ªa integral de Catalu?a por delegaci¨®n del Estado v¨ªa el art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n; es cuerpo de polic¨ªa judicial, al servicio de jueces y de fiscales en la prevenci¨®n y persecuci¨®n de delitos; y es tambi¨¦n un s¨ªmbolo del autogobierno catal¨¢n y de su incardinaci¨®n en el conjunto de poderes del Estado: los Mossos son, adem¨¢s de la polic¨ªa catalana, parte inseparable de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

En esa condici¨®n deben garantizar en Catalu?a el normal desenvolvimiento del ordenamiento democr¨¢tico espa?ol, constitucional y estatutario, y el cumplimiento de las leyes, normas y resoluciones judiciales de ¨¦l derivadas. La hip¨®tesis de que los Mossos negasen esa funci¨®n, aunque fuera mediante una desobediencia pasiva o de bajo perfil, ser¨ªa incre¨ªble, porque equivaldr¨ªa a negar las razones de su propia existencia. Un cuerpo de polic¨ªa que desobedece la ley o evita que se cumplan las resoluciones judiciales deja de ser tal al instante.

Lo grave de la situaci¨®n actual es que los jefes pol¨ªticos de los Mossos aluden a la posibilidad de que el 1-O se produzcan altercados y alteraciones del orden p¨²blico. Si eso es lo previsible, y lo probable, entonces la conducta responsable de un Gobierno debe ser evitarlos. Nada mejor entonces que suspender el hecho causante de esos previsibles des¨®rdenes, esto es, una convocatoria ilegal, tensionada y con visos de adoptar car¨¢cter tumultuoso.

Lo que es de todo punto inaceptable y muestra de la absurda situaci¨®n a la que hemos llegado, es que el mismo Govern que rompe la ley y se niega a acatar las ¨®rdenes del Tribunal Constitucional, pretenda coordinar el dispositivo policial destinado a, por ¨®rdenes de la Fiscal¨ªa y los jueces que este ignora, prevenir su realizaci¨®n. Es por ello que el razonamiento del mando corporativo de los Mossos, que se escuda en valoraciones supuestamente t¨¦cnicas sobre el orden p¨²blico, resulta insostenible.

Sea el Govern o cualquier otra entidad quien convoque un acto ilegal y lo pretenda llevar a cabo sin permiso de las autoridades, convalidar de antemano la ilegalidad por la posible existencia de des¨®rdenes supondr¨ªa cancelar toda posibilidad de coerci¨®n contra esos actos, vaciar de raz¨®n de ser a las fuerzas policiales, suspender la vigencia del Estado de derecho o graduar su aplicaci¨®n en funci¨®n de la fuerza que cada causa o delito acumule en la calle. Ante un desaf¨ªo de tal calibre al ordenamiento constitucional como el que vivimos en este momento, no son aceptables estratagemas dilatorias o exculpatorias como las que est¨¢ poniendo en marcha el Govern. Los Mossos, como los dem¨¢s cuerpos, son Estado, y est¨¢n y deben estar inequivocamente sometidos al poder judicial.