La secesi¨®n de Catalu?a, vista desde EL PA?S
Reunimos los editoriales y art¨ªculos de opini¨®n publicados en EL PA?S sobre los movimientos del independentismo catal¨¢n
Editorial | 155 : cuenta atr¨¢s (16 octubre)
De seguir adelante, Puigdemont habr¨¢ cometido un error hist¨®rico del que Catalu?a y el resto de Espa?a saldr¨¢n mal parados. Su desaf¨ªo, sobre una base social que no alcanza el 50% seg¨²n las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, conduce esta crisis a un callej¨®n sin salida en el que el art¨ªculo 155 asoma como la ¨²nica manera de defender al Estado de derecho sin necesidad de recurrir a herramientas mucho m¨¢s traum¨¢ticas, como el estado de alarma, excepci¨®n o sitio (art¨ªculo 116).
Editorial | Manos a la obra (15 octubre)
Es probable que antes de culminar la reforma deba encauzarse la cuesti¨®n catalana con un pacto, v¨ªa estatutaria, v¨ªa relectura parcial de la Ley Fundamental, o con una disposici¨®n adicional espec¨ªfica. Toda opci¨®n puede ser v¨¢lida, y convendr¨¢ engarzarla arm¨®nicamente en la entera reforma de la Constituci¨®n. Manos a la obra.
Editorial | Amenaza para el euro (14 octubre)
La posici¨®n de Bruselas es, por el momento, de advertencia. Pero el da?o a la econom¨ªa ir¨¢ creciendo con el paso de las semanas y los meses y esa posici¨®n puede endurecerse. Jean-Claude Juncker ha sido rotundo: ¡°No quiero una Catalu?a independiente; otros har¨ªan lo mismo¡±. Y eso define perfectamente la estrategia europea.
Editorial | Crisis y oportunidad (12 octubre)
Resulta dif¨ªcil de entender tanta comprensi¨®n hacia un Govern que no ha hecho m¨¢s que violentar las leyes y abrazar una estrategia m¨¢s propia de trileros que de un Ejecutivo democr¨¢tico. Ante un momento tan decisivo y con una oferta de di¨¢logo real, legal y leg¨ªtimo para renovar el pacto constitucional y reforzar la democracia y el progreso, son muchos los que ahora se van a ver enfrentados a sus contradicciones.
Editorial | Una nueva trampa (10 octubre)
Todos deben tener claro que la confusi¨®n que sembr¨® Puigdemont es parte integral de su estrategia independentista y en ning¨²n caso una oferta sincera de volver al marco constitucional para, desde ah¨ª, plantear un di¨¢logo sin condiciones sino, una vez m¨¢s, otro ultim¨¢tum que el Estado de ninguna manera puede aceptar.
Editorial | Ante el precipicio (9 octubre)
Es importante que se diga bien claro al secesionismo cu¨¢les ser¨ªan las consecuencias de una Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI); y no solo para que as¨ª no puedan alegar ignorancia cuando ¨¦stas se materialicen, sino para que quede en evidencia ante los ciudadanos ¡ªy tambi¨¦n ante el mundo¡ª la absoluta irresponsabilidad de haberse lanzado al abismo de forma plenamente consciente.
Editorial | Fin de la hegemon¨ªa (9 octubre)
Durante d¨¦cadas, el nacionalismo catal¨¢n ha construido un monopolio ideol¨®gico y asfixiado la pluralidad de la sociedad. El domingo, esa hegemon¨ªa, asentada en el control de la calle como de las instituciones pol¨ªticas y de la sociedad civil, se ha derrumbado estrepitosamente. El independentismo, ya fuera de la legalidad, ha perdido ahora tambi¨¦n la legitimidad.
Editorial | Por la unidad (8 octubre)
Una parte de los catalanes est¨¢ saliendo a la calle para acabar con otra falacia del independentismo: la de que all¨ª existe un ¨²nico pueblo que quiere irse de Espa?a, y una minor¨ªa que lo acepta en silencio y acr¨ªticamente. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Ojal¨¢ que estos gestos ciudadanos ayuden a reforzar tambi¨¦n la unidad de los partidos.
Editorial | Proc¨¦s antieuropeo (7 octubre)
A las pr¨¢cticamente nulas simpat¨ªas que el secesionismo ya ten¨ªa en Bruselas, Puigdemont ha a?adido ahora la certeza de que su proyecto implica reconocer el derecho de autodeterminaci¨®n de todos los pueblos de Europa. Parad¨®jicamente, en su ansia de internacionalizar el proc¨¦s, Puigdemont ha convertido a una hipot¨¦tica Catalu?a independiente en una amenaza de primer orden para la estabilidad de la UE.
Editorial | Una Catalu?a inviable (7 octubre)
Pocas frases son tan desafortunadas y err¨®neas como la que pronunci¨® el jueves el vicepresidente del Gobierno catal¨¢n, Oriol Junqueras: ¡°No habr¨¢ una huida de empresas¡±. Y pocas frases reflejan mejor que esa el autoenga?o del Govern y el enga?o que ha transmitido a los que han cre¨ªdo en sus promesas sobre la viabilidad econ¨®mica de la independencia.
Editorial | Di¨¢logo y negociaci¨®n (6 octubre)
Instar al Govern a volver a la Constituci¨®n y a la legalidad para plantear dentro de ella sus demandas de mejor o mayor autogobierno es el mejor favor que todos los dem¨®cratas, dentro y fuera de Espa?a, pueden hacer a nuestra democracia y a nuestra convivencia. Con ese objetivo, dialogar s¨ª, negociar tambi¨¦n, mediar tambi¨¦n. Dentro de la Constituci¨®n, incluso para cambiarla.
Editorial | Huir del caos independentista (6 octubre)
El Sabadell ha tomado una medida defensiva razonable. Si la convulsi¨®n pol¨ªtica contin¨²a, los negocios de cierta relevancia situados en Catalu?a tendr¨¢n que enfrentarse a la misma decisi¨®n, aunque la irresponsabilidad del Govern cierre los ojos a esta evidencia y a la ruina que se avecina.
Editorial | La hora del Gobierno (5 octubre)
Detr¨¢s del se?uelo del di¨¢logo que ofreci¨®, Puigdemont confirm¨® que no se mover¨¢ un mil¨ªmetro de su hoja de ruta independentista. Su guion est¨¢ escrito. El del Rey tambi¨¦n. Es hora de que el Gobierno, apoyado por el PSOE y Ciudadanos, dise?en, exhiban y pongan en pr¨¢ctica su plan.
Editorial | Firmeza democr¨¢tica (4 octubre)
Felipe VI cumple con su mandato constitucional, de defender la unidad de Espa?a, sin sobrepasar los l¨ªmites que ¨¦l respeta cuidadosamente. Desde que el Parlamento de Catalu?a rompiera la legalidad los d¨ªas 6 y 7 de septiembre, se hab¨ªan levantado voces pidiendo su intervenci¨®n, que finalmente ha decidido hacer tras la celebraci¨®n del refer¨¦ndum ilegal y la insurgencia fomentada por las autoridades catalanas.
Editorial | Un Govern anticatal¨¢n (4 octubre)
Resulta m¨¢s urgente que nunca la necesidad de que el Gobierno y las fuerzas democr¨¢ticas, incluido el nacionalismo moderado vasco, forjen una respuesta, una propuesta, una oferta para los catalanes, un proyecto susceptible de interesarles e ilusionarles.
Editorial | Usar Europa en vano (3 octubre)
El car¨¢cter fraudulento de la pretensi¨®n secesionista se evidencia en que pide a Europa apoyo mediador para una causa cuya finalidad ¨²ltima es la fragmentaci¨®n del Estado. Es decir, exactamente lo contrario de la filosof¨ªa fundacional de la UE, que postula la superaci¨®n de los demonios que los nacionalismos excluyentes siempre han tra¨ªdo a Europa.
Editorial | Frente a la insurrecci¨®n la ley, pero no solo la ley (2 octubre)
Toca saber c¨®mo va a seguir enfrentando este descomunal desaf¨ªo el Gobierno leg¨ªtimamente elegido por los espa?oles. Estos tienen derecho a que Rajoy se lo explique sin necesidad de repetir lo que ya sabemos, que es preciso garantizar el imperio de la ley, porque eso es tan obvio como que amanece cada d¨ªa. Para nada vale que el Gobierno se lamente de que le obligan a hacer lo que no quer¨ªa. Lo que tiene que aclarar su presidente, si es capaz de ello, es lo que verdaderamente quiere y est¨¢ dispuesto a hacer para que este pa¨ªs y sus 17 autonom¨ªas tengan un proyecto de futuro, en democracia y pac¨ªfica convivencia.
Editorial | EL PA?S con el Estatut (1 octubre)
Hay que defender a toda costa el Estatut, puesto hoy en peligro por quienes han pretendido usarlo en contra de los catalanes y luego derogarlo. Un grupo de dirigentes pol¨ªticos encabezados por el presidente de la Generalitat concretaron, despu¨¦s de numerosas amenazas, su golpe al Parlament los d¨ªas 6 y 7 de septiembre con la aprobaci¨®n de las leyes de ruptura constitucional con car¨¢cter de primac¨ªa sobre el Estatut y la Constituci¨®n, y que vienen, pues, a derogar ambas normas fundamentales.
Editorial | Por qu¨¦ no votar el 1-O (30 septiembre)
El Govern sabe que sin un buen pu?ado de votos negativos, su falsa consulta se elevar¨ªa adem¨¢s a la categor¨ªa de refer¨¦ndum franquista. Precisamente por ello, nadie debe respaldar con su participaci¨®n tama?o fraude. Ninguna legitimaci¨®n para lo ileg¨ªtimo ni para la ruptura unilateral de la convivencia.
Editorial |Intoxicaciones rusas (29 septiembre)
La crisis generada por el proc¨¦s se ajusta de maravilla a los m¨¦todos de la maquinaria rusa tan bien engrasada. Hasta ahora en Espa?a solo se hab¨ªa interesado para apoyar al movimiento hom¨®fobo Hazte O¨ªr. Su actual injerencia es intolerable y peligrosa. El independentismo ha encontrado un inc¨®modo e inesperado aliado. Un motivo m¨¢s para la reflexi¨®n sobre las consecuencias de su desaf¨ªo.
Editorial |Proteger la convivencia (29 septiembre)
En la recta final de esta carrera iniciada por el Govern, cuando las energ¨ªas deben concentrarse en la b¨²squeda de soluciones y en favorecer las actuaciones m¨¢s razonables el 2 de octubre, conviene y urge asumir responsabilidades para evitar que las pasiones se desborden hasta provocar el accidente. Que nunca nadie tenga que lamentar no haber hecho lo suficiente.
Editorial |Los mossos son Estado (28 septiembre)
Ante un desaf¨ªo de tal calibre al ordenamiento constitucional como el que vivimos en este momento, no son aceptables estratagemas dilatorias o exculpatorias como las que est¨¢ poniendo en marcha el Govern. Los Mossos, como los dem¨¢s cuerpos, son Estado, y est¨¢n y deben estar inequivocamente sometidos al poder judicial.
Editorial |Ausencia de gobierno (26 septiembre)
Puede ser estrategia o incompetencia, pero en cualquiera de los casos o interpretaciones, la actuaci¨®n del Gobierno de Espa?a en este momento ¡ªante la mayor crisis de Estado que vive el pa¨ªs posiblemente desde el 23-F¡ª es desconcertante, insuficiente, roza lo irresponsable y desde luego es merecedora de una firme reprobaci¨®n.
Editorial |El di¨¢logo que necesitamos (22 septiembre)
Este di¨¢logo no puede emprenderse a¨²n, y nunca podr¨¢ emprenderse antes de la restauraci¨®n inequ¨ªvoca del Estado de derecho en Catalu?a, pero lo que s¨ª puede comenzar pronto es la iniciativa pol¨ªtica para sentar sus bases. Es importante decirlo. Y m¨¢s a¨²n hacerlo. El pa¨ªs lo necesita.
Editorial | Las mentiras de Puigdemont (21 septiembre)
Tras conocerse los registros y detenciones efectuados ayer por la Guardia Civil en diversas dependencias de la Generalitat, su presidente, Carles Puigdemont, formul¨® una serie de afirmaciones falsas. Creemos fundamental que en una democracia las autoridades p¨²blicas no puedan mentir impunemente a la ciudadan¨ªa.
Editorial | Restablecer el orden constitucional (20 septiembre)
El Gobierno debe poner fin al constante abuso y desviaci¨®n de poder en el que se han instalado las instituciones que el secesionismo ha puesto bajo su control. Se trata de restaurar los derechos establecidos en la Constituci¨®n y el Estatut que han sido arbitrariamente derogados o suspendidos por los secesionistas.
Editorial | Obed¨¦zcanse a s¨ª mismos (19 septiembre)
Al cumplir la orden de dar publicidad a las resoluciones del alto tribunal, el Govern viene a ejercer un reconocimiento de las mismas, someti¨¦ndose a la autoridad de quien las emiti¨®. Y en virtud del principio jur¨ªdico seg¨²n el cual nadie (y menos a¨²n una Administraci¨®n) puede actuar contra sus propios actos, el Govern viene obligado ¡ªautoobligado, si se quiere¡ª a cumplirlas.
Editorial Doble autoridad (17 septiembre)
El Govern ha construido un andamiaje pseudoinstitucional complejo y fraudulento: desmontarlo no es f¨¢cil ¡ªmucho menos de lo que se aseguraba desde el Gobierno¡ª, pero no hay m¨¢s remedio que hacerlo, si se quiere evitar el fin de la autonom¨ªa y la derogaci¨®n de la Constituci¨®n por la v¨ªa de los hechos consumados.
Editorial | Enga?o de Colau (16 septiembre)
Colau se apunta al refer¨¦ndum que su gente a¨²n rechazaba ayer. Lo hace por la puerta trasera. Rompe el compromiso de su partido. Viola el deseo de la mayor¨ªa cualificada de sus electores. Traba un pacto fraudulento con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, para cederle a ¨¦l la gesti¨®n de los locales municipales sorteando su responsabilidad penal personal, que al parecer asumir¨¢ en solitario el Govern. Antepone su seguridad personal. ?Es esta la valerosa Colau que remaba a contracorriente?
Editorial | Alcaldes (14 septiembre)
El intento de Puigdemont y los suyos de protegerse tras los alcaldes secesionistas como escudo humano quiebra la paz institucional catalana; atenta contra la armon¨ªa social; y entorpece el m¨ªnimo grado de cohabitaci¨®n exigible a la dirigencia catalana de todos los niveles.
Editorial | Fraude a los catalanes (12 septiembre)
Los ciudadanos que ayer ejercieron el derecho a manifestarse merecen por tanto todo el respeto. Otra cosa es el uso torticero que de ellos puedan hacer, y hacen, los convocantes. Y sobre todo la instituci¨®n que se debe a toda la sociedad catalana ¡ªno solo a un fragmento de la misma, por importante que sea¡ª, como el Gobierno de la Generalitat.
Editorial | Per Catalunya (11 septiembre)
Catalu?a celebra este lunes su Diada. Como es habitual, combinar¨¢ el car¨¢cter festivo, el aliento reivindicativo y el intento de capitalizaci¨®n pol¨ªtica del amplio sentimiento popular catalanista. Que todos los catalanes y espa?oles podamos sentirnos orgullosos de clamar: ?Por Catalu?a! En libertad. Con paz. En concordia.
Editorial | La dignidad de Catalu?a (8 septiembre)
Fueron socialistas, ciutadans, populares y comuneros quienes mejor reivindicaron la dignidad de Catalu?a y de sus leyes e instituciones, que las normativas del refer¨¦ndum y la de transitoriedad vienen a abolir, al propiciar la cancelaci¨®n de la vigencia del Estatut.
Editorial | Naufragio del 'proc¨¦s' (7 septiembre)
El debate del Parlament que lanz¨® la ley del refer¨¦ndum secesionista supone el c¨¦nit de radicalidad y tensi¨®n en el desaf¨ªo contra la democracia espa?ola y contra la legalidad y las instituciones catalanas de autogobierno que el proc¨¦s soberanista abri¨® hace un lustro.
Editorial | Hacia la autocracia (28 agosto)
La proposici¨®n de ley de transitoriedad jur¨ªdica y fundacional de la rep¨²blica catalana presentada ayer al Parlament por el bloque secesionista es una norma de abrupta ruptura con apariencia de ley fundamental provisional, radicalmente anticonstitucional y antiestatutaria.
Editorial | Irresponsabilidad (8 agosto)
La cuesti¨®n de fondo que debe plantearse Podemos es si tiene o no un discurso y un plan para Catalu?a. No es lo mismo defender un refer¨¦ndum acordado que llamar a participar en una votaci¨®n convocada unilateralmente y sin ning¨²n tipo de garant¨ªas como la que propone hoy el presidente catal¨¢n.
Editorial | Contra el Parlament (2 agosto)
Es significativo que todos los parlamentarios secesionistas firmen las leyes de desconexi¨®n. Aparenta fuerza; pero esconde desconfianza e inseguridad. Sirve para que todos se vigilen entre s¨ª, no sea que alguno desfallezca, como sucedi¨® con varios consejeros, y haya que purgarlo, algo m¨¢s arduo con un diputad
Editorial | Democracia y di¨¢logo (23 julio)
Es evidente que solo el di¨¢logo resolver¨¢ la situaci¨®n actual. Pero la excepcionalidad en que el proc¨¦s ha sumido a los catalanes y a la democracia espa?ola no posibilita ahora mismo un pacto f¨¦rtil, ni siquiera una negociaci¨®n ¨²til para balizarlo.
Editorial | Miedo en Catalu?a (15 julio)
Hay miedo en Catalu?a. Pero no un miedo general ciudadano, aunque a medida que se radicaliza el proc¨¦s soberanista crece la inquietud por su deriva autoritaria y desestabilizadora. El miedo anida en la c¨²pula secesionista.
Editorial | Ley fraudulenta (5 julio)
La ¡°ley del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n¡± presentada por los dos grupos secesionistas de la C¨¢mara catalana es un fraude. Una presunta norma, carente por completo de estatuto jur¨ªdico parlamentario. Ni es borrador, ni es proyecto, ni es moci¨®n. No es nada m¨¢s all¨¢ del vac¨ªo, al menos de momento. ?A qui¨¦n se pretende obligar con una norma que se disfraza y esconde para no ser tal?
Editorial | Secesi¨®n autoritaria (3 julio)
Seg¨²n la ¨²ltima versi¨®n de la ley de ruptura (oficialmente: ¡°Fundacional y de transitoriedad¡±) desvelada por EL PA?S, el refer¨¦ndum abrir¨ªa un proceso constituyente, para desembocar en una Carta Magna redactada de modo irregular. La propuesta es disparatada. No solo viola el actual ordenamiento. Conculcar¨ªa tambi¨¦n, dictatorialmente, los derechos de los ciudadanos de Catalu?a: el Parlamento constituyente, elegido en el vac¨ªo (?no hay ley electoral propia!), no ser¨ªa libre de redactar una Constituci¨®n a su libre albedr¨ªo.
Editorial | Se equivoca, se?or Puigdemont (9 junio)
Descartado ya oficialmente el objetivo de un refer¨¦ndum independentista pactado, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado la fecha y pregunta del refer¨¦ndum unilateral ilegal que pretende convocar.?Apelamos a su responsabilidad y le pedimos que no rompa la convivencia democr¨¢tica.
Editorial | Fiasco secesionista (7 junio)
La cumbre del Pacto Nacional por el Refer¨¦ndum que agrupaba a la Generalitat, a los secesionistas favorables a la ruptura unilateral, a los partidarios de una consulta legal pactada y a otras muchas entidades fracas¨® con estr¨¦pito. No por ello ha quedado menos claro que el secesionismo, minoritario socialmente, se ha quedado pol¨ªticamente aislado. Sin alianzas. Ni externas ni internas.
Editorial | Restaurar la racionalidad (4 junio)
Ante el golpe antiestatutario en marcha, urge un golpe de tim¨®n a cargo de las fuerzas catalanas para sustituir la actual din¨¢mica de choque por otra de pacto, Asegura Puigdemont que mantiene su compromiso de retirarse en breve. ?Con la responsabilidad de legar una derrota autoinferida, una situaci¨®n inmanejable y una desafecci¨®n de aquellos a los que su partido ilusion¨® con sue?os?
Editorial | Que act¨²en las cortes (24 mayo)
La cuesti¨®n catalana se ha convertido, como nunca, en el primer problema pol¨ªtico espa?ol. Como tal debe enfocarse. Y por tanto las instituciones comunes deben implicarse en su resoluci¨®n. Si el Gobierno es incapaz de hacerlo, la responsabilidad recae en el Parlamento.
Editorial | Fraude secesionista (23 mayo)
Esa ley de ruptura es jur¨ªdicamente un dislate y un fraude. Pretende regular una ¡°transici¨®n¡± y se autodenomina ¡°fundacional¡±: t¨¦rminos antit¨¦ticos. Es una ley ordinaria que busca derogar la m¨¢xima norma catalana (el Estatut) y espa?ola (la Constituci¨®n) sin siquiera atender el requerido quorum reforzado previsto para reformas estatutarias menores. Cualesquiera que sean la viabilidad o imposibilidad de sus propuestas ¡ªhay de todo¡ª, el Gobierno no debe parapetarse en la inacci¨®n.
Editorial | Parlament secuestrado (12 mayo)
Hasta hace poco el Parlament era bastante eficiente y progresista. A cada nuevo paso, el secesionismo va adoptando pautas propias del populismo extremo y autoritario. Se apresta a cambiar el reglamento de la C¨¢mara para hurtarle el debate sobre la ley de desconexi¨®n expr¨¦s.
Editorial | El ¡®proc¨¦s¡¯ amenaza (26 abril)
A medida que se acerca la fecha de la autoconvocatoria de un refer¨¦ndum ilegal, el proc¨¦s soberanista catal¨¢n extrema sus aristas m¨¢s autoritarias. Y se olvida de la prometida ¡°revoluci¨®n de las sonrisas¡± emprendida ¡°con ilusi¨®n¡± por tantos ciudadanos de buena fe.
Editorial | Catalu?a, final de etapa (16 abril)
El plazo de 18 meses preconizado por el secesionismo en el poder para culminar la legislatura catalana ha sido sobrepasado: igual que las fechas de 2015 y 2016 antes previstas para la independencia. Y los preparativos del refer¨¦ndum unilateral ¡ªel que bajo la ret¨®rica pactista se propone¡ª son tan d¨¦biles como est¨¦ril el balance legislativo y de gobierno del periodo. Todo pespuntea un final de etapa.
Editorial | Autogolpe en Catalu?a (8 marzo)
Los guardianes del Estatut quieren ejecutar el autogolpe al Estatut en silencio, por sorpresa, contra sus propias promesas de transparencia, respeto a la legalidad y compromiso de contar con la mayor¨ªa social. Esa proclamaci¨®n de una Rep¨²blica ¡°de derecho¡± catalana que se pretende realizar cambiando el orden del d¨ªa de una jornada parlamentaria.
Editorial | Golpe parlamentario (1 marzo)
El secesionismo catal¨¢n busca legitimidad en el desprecio a la calidad de la democracia espa?ola. Olvida que esta est¨¢ solemnemente homologada con las democracias m¨¢s avanzadas; que CiU ha sido el tercer grupo en presencia parlamentaria e influencia de la misma; que la Generalitat es sustancia clave de esa democracia.
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