Kim Kardashian lanza a la fama a su equipo de belleza
La influencia de la 'celebrity' televisiva convierte en oro todo lo que toca. Su maquillador y peluquera son, gracias a trabajar con ella, aut¨¦nticas estrellas en sus negocios
El a?o 2008 era una ¨¦poca casi preKardashian. El reality show de la familia llevaba solo una temporada en emisi¨®n, Kim Kardashian a¨²n era m¨¢s conocida por su amistad con Paris Hilton y el v¨ªdeo sexual filtrado por su exnovio en Internet que por ella misma. Sus hermanas, que hoy protagonizan titulares y pol¨¦micas virales, a¨²n no eran m¨¢s que 'hijas de'. Por eso, cuando ese a?o llamaron de la revista Social Lifepara maquillar a la incipiente estrella a Mario Dedivanovic, un profesional j¨²nior que trabajaba a veces con las presentadoras de Fox News, que ¨¦l solo hubiera o¨ªdo ¡°hablar de pasada de Kim¡± era bastante normal.
¡°Kim entr¨® y recuerdo que pens¨¦: 'Oh, dios m¨ªo, es la chica m¨¢s guapa que he visto¡±, cuenta Dedivanovic, nacido en el Bronx en 1983 y de ascendencia albana. Cuando acab¨® la sesi¨®n de fotos, la m¨¢s popular de las Kardashian hab¨ªa quedado encantada con el resultado y le pidi¨® al maquillador que la acompa?ara a comprar todos los productos que hab¨ªa usado. Desde aquella tarde, Mario Dedivanovic y Kim Kardashian han trabajado siempre juntos. Ella ha cambiado el exceso de maquillaje de los inicios por colores naturales que recientemente ha convertido en una tendencia millonaria que incluye su propia marca cosm¨¦tica. ?l es ahora maquillador de todo el Klan, y ha logrado que las palabras contour y contouring [t¨¦cnica que permite esculpir los rasgos del rostro empleando solo maquillaje] sean conceptos al alcance de las masas.
Dedivanovic tiene casi cuatro millones de seguidores en su cuenta de Instagram, donde pr¨¢cticamente solo publica fotos y v¨ªdeos con Kim y el resto de las Kardashians o contenidos de sus propias conferencias/clases magistrales. Aupado por la fama de su clienta, se ha convertido en una celebridad por derecho propio. Y en un hombre de negocios de ¨¦xito. Sus clases maestras, en las que cuenta por todo el mundo sus trucos y c¨®mo los aplica sobre sus famosas clientas, son aut¨¦nticos espect¨¢culos que re¨²nen a tanta gente como un concierto. El maquillador empez¨® con un tutorial al que asistieron 20 personas, pero el pasado mes de agosto reuni¨® en un auditorio de Times Square, en Nueva York, a m¨¢s de 1.200 personas que hab¨ªan pagado entre 500 y 1.500 d¨®lares para escucharle y verle maquillar en directo a su mejor clienta y amiga, Kim Kardashian. Un ¨¦xito que le ha permitido un ¨¢tico en el exclusivo Upper East Side neoyorquino al que le han dedicado incluso reportajes de decoraci¨®n.
Es el efecto Kim. Lo mismo que hace 10 a?os consigui¨® para ella su amistad con Paris Hilton (y un v¨ªdeo sexual), ella lo consigue hoy para todo aquel que le rodea. Su escuadr¨®n de glamur es el mejor ejemplo del ¨¦xito que tiene su fama e influencia para convertir en oro todo lo que toca o a todo aquel que se acerca a ella.
Adem¨¢s de Dedivanovic, otro ejemplo reafirma su efecto lanzadera. Se trata de Jen Atkin, su peluquera. Ella entr¨® a formar parte del equipo cuando el reality Las Kardashian era ya un ¨¦xito. Cinco a?os despu¨¦s, en 2015, The New York Times la nombraba ¡°la estilista m¨¢s influyente del mundo¡±. ¡°El momento de la publicaci¨®n de ese art¨ªculo fue una locura¡±, cuenta Atkin, ¡°Era noviembre de 2015, un mes despu¨¦s anunciaba Ouai ¡ªsu l¨ªnea de productos para el cabello¡ª y esa publicaci¨®n me dio la seguridad que necesitaba para ser una persona de negocios. Durante demasiado tiempo la industria ha estado dirigida por hombres, as¨ª que ser mujer y que te reconozcan as¨ª, te cambia la vida¡±. Hace dos semanas apareci¨® en Forbes, que calificaba su ¨¦xito de ¡°estratosf¨¦rico¡± en el titular de la entrevista.
Atkin, que empez¨® como recepcionista en una peluquer¨ªa de Los ?ngeles, sigui¨® como asistente de Chris McMillan (famoso por crear la imagen de Jennifer Aniston), trabaj¨® para Galliano en Dior y como asistente de Madonna. Kim Kardashian lleg¨® tambi¨¦n en alg¨²n encargo rutinario. Desde entonces, ha hecho del pelo desenfadadamente arreglado su se?a y la de todas las Kardashian. Peinar sus largas melenas o cuidar las pelucas de Kylie Jenner le ha granjeado despu¨¦s muchas m¨¢s clientas famosas. Desde Jessica Alba, que acudi¨® a su boda, a Chrissy Teigen, Sof¨ªa Vergara, Katy Perry o Bella y Gigi Hadid. Acumula m¨¢s de dos millones de seguidores en su cuenta de Instagram, que le sirve tambi¨¦n como archivo de su trabajo, y cobra un m¨ªnimo de mil euros por corte y peinado, sin incluir desplazamientos.
A las hermanas Kardashian no solo les gusta el talento de Jen Atkin para crear sus ondas playeras, lo que m¨¢s aprecian es su discreci¨®n y profesionalidad. Atkin, por su parte, tiene que agradecerle a Kim que le ense?ara y compartiera con ella el poder de las redes sociales. La estilista admite que es tan conocida por sus clientas famosas como por su presencia virtual. De la conjunci¨®n de ambas ha montado un imperio de productos y tutoriales de peluquer¨ªa tan poderoso como el de Dedivanovic.
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