La sonrisa
Anna Gabriel es la cabeza visible de la CUP, formaci¨®n heredera de los anarquistas que quitaron el sue?o al president Lluis Companys a partir de julio de 1936
Hay una foto que resume muy bien lo que est¨¢ pasando por debajo en Catalu?a. Se ve a la dirigente de la CUP Anna Gabriel sonriente al ver el despliegue policial. Y exhibe una sonrisa casi candorosa, aunque con su deje de picard¨ªa. Est¨¢ diciendo: ¡±ya os tengo donde quer¨ªa¡±.
Por supuesto, el mensaje va directo al gobierno de Espa?a. Pero muchos sabemos que no s¨®lo, que Carles Puigdemont deber¨ªa preocuparse casi m¨¢s que Mariano Rajoy al ver esa sonrisa publicada en la prensa.
Anna Gabriel es la cabeza visible de la CUP, formaci¨®n heredera de los anarquistas que quitaron el sue?o al president Lluis Companys a partir de julio de 1936. El gobierno de Catalu?a se hab¨ªa puesto dif¨ªcil, y Companys acab¨® dirigiendo los destinos de los catalanes el poco tiempo que el golpista Francisco Franco tard¨® en ganar la guerra. Pero dirigi¨® el Govern porque le dejaron, porque a los anarquistas que ten¨ªan el poder en sus manos les repugnaba ejercerlo.
¡°No puede admitirse que la Autonom¨ªa se convierta en un despotismo personal, ejercido nominalmente por Companys y, en realidad, por grupos irresponsables que se sirven de ¨¦l.¡± Manuel Aza?a, presidente de la Rep¨²blica Espa?ola, ve¨ªa con gran pesimismo pero con enorme claridad la situaci¨®n que se viv¨ªa en la Generalitat en 1937, cuando ¨¦l pasaba un aut¨¦ntico secuestro en Barcelona.
Salvando las afortunadamente muchas distancias, la situaci¨®n actual tiene paralelismos con la de entonces. Por supuesto el que la guardia civil haya jugado en ambas ocasiones un papel de defensa del orden constitucional. Y que las fuerzas antisistema sean las que muestran una mayor claridad de planteamientos en el bando de los indepes, como ellos mismos gustan llamarse.
Carles Puigdemont lo sabe. Sabe que los aguerridos militantes de la CUP est¨¢n preparados para ¡°comerse¡± al PdeCAT, a ERC y a quien se ponga por delante, porque ya huelen la revoluci¨®n en la calle. Hasta ahora, su propuesta se ha cumplido: el domingo va a despe?arse la furgoneta en la que viaja el refer¨¦ndum, y el lunes comienza lo que los militantes de la CUP llaman ¡°el mambo¡±.
Puigdemont y todos los parlamentarios catalanes del momento recuerdan cu¨¢ndo los militantes ¡°cupaires¡± sitiaron el Parlament, igual que los mossos y los polic¨ªas locales recuerdan las jornadas en que el barrio de Gracia ardi¨®.
Tras el 1-O, vendr¨¢n los d¨ªas en que Puigdemont y Junqueras querr¨¢n negociar. Pero tambi¨¦n los d¨ªas en que Anna Gabriel les querr¨¢ exigir, con una sonrisa, que cumplan sus leyes tramposas: la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia. Camino de la revoluci¨®n.
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